La Encuesta de Negociación Colectiva presentada este lunes y elaborada conjuntamente por la Fundación 1º de Mayo de CCOO y la Universidad de Córdoba detecta que el 49% de las personas asalariadas que han respondido al cuestionario afirman no tener capacidad para negociar sus condiciones de trabajo. Según el sindicato, esto se traduce en un “grado llamativo de arbitrariedad”, ya que, además, el 32,3% de los encuestados declara que regularmente acepta condiciones no legales o reglamentarias.
Relacionado con esto, también se comprueba que más de un quinto de la población asalariada tiene temor a represalias si se afilia a un sindicato (22%) o considera que no se respetan los derechos laborales (20,8%). Es decir, “una parte importante considera que se respetan los derechos laborales, aunque frecuentemente se impongan cuestiones ileales o no reglamentarias”, deduce el sindicato. La encuesta recoge la opinión de personas trabajadoras sobre cómo afectan los convenios colectivos y la acción de los sindicatos en sus condiciones laborales y se ha realizado de manera online a un total de 1.599 personas asalariadas entre el 22 y el 28 de diciembre de 2022.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha criticado estos datos durante la presentación del informe: “No es de recibo, el dato a mí me parece un escándalo (...) creo que tiene que ver con una realidad que no diré que sea mayoritaria, pero que no es marginal, y es una forma de gestionar la empresa absolutamente autoritaria. Que el trabajador perciba eso es grave”.
Otra de las cifras llamativas de la encuesta es que hay un 35,3% que opina que los sindicatos no mantienen informadas a las personas trabajadoras sobre los asuntos relacionados con la negociación colectiva, aunque la percepción de la negociación colectiva en general es favorable. Sordo ha reconocido sobre este asunto que “hay un evidente margen de mejora de acción sindical en la negociación de los convenios” porque una parte de los trabajadores de mediana edad sienten un cierto desconocimiento de los procesos de negociación.
Sin embargo, también ha atribuido en parte este desconocimiento al modelo de negociación colectiva español, en el que los acuerdos que se hacen a nivel sectorial o empresarial afectan a todos los trabajadores del ámbito estén o no sindicados. “Es un esquema que puede favorecer los procesos de desentendimiento de los trabajadores de la negociación de su convenio”, ha afirmado Sordo.
Un tercio critica su salario
En cuanto a las condiciones laborales y la percepción de precariedad y de bienestar laboral, la encuesta registra que un 28,1% considera que su empleo no le aporta suficientes ingresos. Además, el 32,2% asegura que sufre de largas jornadas y un 34,8% cree que no tiene opciones de promoción en la empresa. A un 55,3% su trabajo les hace sentir agotamiento mental y emocional y a un 44,3% les provoca estados de ánimo como irritabilidad, tristeza, tensión o nerviosismo. Una parte importante afirma tener dificultades para relajarse después del trabajo (30%) y que el trabajo interfiere en su vida privada (36,8%).
Según los autores del estudio, los profesores de la Universidad de Córdoba Ramón Rueda y Jaime Aja, el tipo de contrato y la existencia de sección sindical influyen en la percepción de precariedad. En este sentido, llama la atención que las personas con contratos fijos discontinuos perciban su situación de precariedad laboral de manera similar a las que tienen contratos temporales, pese a ser una modalidad indefinida. El problema reside en que estos trabajadores no saben cuando reanudarán su trabajo, pese a que siguen teniendo vigente una relación laboral durante los periodos de inactividad y la empresa tiene el compromiso de volverlos a llamar.