Los supermercados continúan con su estrategia de crecimiento a pesar de los muchos riesgos que sacuden al sector. Y es que, como consecuencia del alza de precios, los españoles llenan menos sus cestas y acuden menos veces a la compra, intentando rebajar el coste medio de su cesta. Sin embargo, las grandes cadenas de distribución tienen previsto abrir 530 nuevos establecimientos en la recta final del año, impulsadas en parte, por el aumento de cuota de mercado y la mejor de sus ingresos.
Concretamente, según el II informe de la distribución alimentaria de proximidad en España, elaborado por la patronal Asedas, durante los primeros cinco meses del año, el ritmo de aperturas se ha agilizado y se han inaugurado 251 nuevos locales comerciales, lo que permite proyectar un crecimiento de la red de tiendas hasta alcanzar los 780 nuevos supermercados a cierre de año.
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Por cadenas, quizá el proyecto de expansión más ambicioso es el de Aldi. La cadena ha anunciado que, durante 2023, tiene previsto abrir cerca de 50 nuevos establecimientos en todo el territorio nacional. De las nuevas aperturas previstas, destacan la entrada de Aldi a la ciudad autónoma de Melilla, en la segunda mitad del año, y la inauguración de nuevas tiendas en Galicia, Baleares, Canarias y Asturias. El resto de aperturas se dividirá, principalmente, entre zonas estratégicas para la compañía, donde seguirá consolidando su presencia: la Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, que concentrarán casi la mitad del crecimiento previsto para este año.
Por su parte, Mercadona, prosigue con su estrategia de crecimiento, marcando como línea roja el no pasar de los 1.700 supermercados. La cadena fundada por Juan Roig, cerró 2022 con una red de 1.637 establecimientos a nivel nacional, cuatro más que en el año anterior, después de acometer 53 aperturas y 49 cierres en aquellos que no se ajustaban a su nuevo modelo. Para 2023, según han, confirmado desde la compañía, el plan es inaugurar 58 locales.
La compañía de supermercados DIA terminará de renovar y transformar sus tiendas en España durante este año y ya tiene diseñada su estrategia de abrir nuevos locales que incluye la apertura de hasta 35 tiendas de aquí a 2024, algunas de ellas durante este segundo semestre.
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El último movimiento en el sector de los supermercados lo ha ejecutado El Corte Inglés. Los grandes almacenes han traspasado a Carrefour el negocio de 47 establecimientos SuperCor no estratégicos por 60 millones de euros, pues su intención es abrir nuevas tiendas de esta marca de amplio formato y desarrollar Supermercados El Corte Inglés a pie de calle de entre 2.000 y 2.500 metros cuadrados. Por su parte, la cadena francesa ha señalado que las tiendas que ha adquirido serán reconvertidas a las marcas Carrefour Market, Carrefour Express y Supeco, con lo que la compañía confirma su apuesta por el formato de supermercado.
Retos del sector
El encarecimiento de los productos básicos ha permitido a las grandes cadenas mantener unos ingresos constantes. El propio Juan Roig reconocía que había tenido que subir los precios “una burrada” por el alza de costes y la reducción de sus márgenes. Sin embargo, ese no es el único reto al que se enfrenta el sector: los españoles van menos veces a la compra y llenan menos sus cestas.
Concretamente, el gasto medio por acto de compra en supermercados e hipermercados durante el primer semestre del año en España se situó en 33,69 euros, según los datos de AECOC, dato refleja una ligera moderación respecto a los 34,17 euros de inversión por acto de compra registrados en el mismo periodo de 2022.
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Esto podría parecer una buena noticia, sin embargo, la reducción del gasto lleva aparejada una reducción de los productos que los españoles incluyen en sus cestas de la compra, pasando de los 21,8 productos que se incluían en el primer semestre de 2022 a los poco más de 18 de los seis primeros meses de este año.
Además, se han reducido las visitas al super. Según AECOC, los consumidores hacen su compra de productos de gran consumo 3,17 veces al mes, frente a las 3,87 del primer semestre de pasado año. “En el actual contexto de inflación, vemos como los consumidores tienden a comprar cestas más pequeñas como estrategia para controlar y tratar de minimizar su gasto”, concluyen.