Los problemas de Woody Allen con su última película: el rechazo de Estados Unidos, la negativa de varios actores o los cambios en los diálogos

El director acaba de estrenar ‘Golpe de suerte’, e informaciones desde Francia aseguran que se realizaron importantes modificaciones sobre el guion original del director

Guardar
Woody Allen junto a Niels
Woody Allen junto a Niels Schneider y Lou de Laâge en el rodaje de 'Golpe de suerte'

Woody Allen ha regresado a los cines, y eso siempre es una buena noticia para los amantes de sus películas. El director neoyorkino llevaba sin estrenar una producción desde 2021, cuando presentó en el Festival de San Sebastián Rifkin’s Festival. Acostumbrados prácticamente a ver una película suya cada año, se sentía raro esperar tanto tiempo para ver una nueva película del director de Annie Hall. Pero por fin la espera ha llegado a su fin con Golpe de suerte, el regreso de Allen a la comedia romántica y a París, más de 10 años después de Midnight in Paris, considerada por muchos como una sus mejores películas recientes. Sin embargo, parece que con esta no ha sido todo tan armonioso como podría parecer a primera vista.

Un perfil reciente de Woody Allen en el diario francés Libération ha arrojado algo de luz sobre la realización de Golpe de suerte. La película se realizó en Francia porque Allen realmente no encuentra financiación en Estados Unidos, donde está considerado poco menos que personan non grata, dada la mala reputación que arrastra desde hace tiempo por su enfrentamiento con su exmujer Mia Farrow y su polémica relación con su pareja, Soon-Yi Previn, hija adoptiva de Farrow. A todo ello hay que sumar las acusaciones de abuso sexual por parte de Dylan Farrow, las cuales nunca se ha llegado a probar que fueran ciertas y por ello Allen no ha sido condenado en ningún momento. Dentro de un proceso judicial claro, porque fuera de él Hollywood se ha encargado de apartarlo y pocos son los actores que quieren trabajar con él.

Te puede interesar: La caída de Woody Allen: entre el ‘Me Too’ y la hipocresía de Hollywood

Si en Rifkin’s Festival Woody Allen encontró refugio en la ciudad de San Sebastián y en la financiación de Jaume Roures, encargado de coproducir la película a través de Mediapro, en este nuevo filme el director ha regresado a Francia para aprovechar también los incentivos fiscales de las producciones extranjeras. Según informa Libération, la película habría tenido un presupuesto cercano a los 10 millones de euros, y con unos actores cobrando alrededor de 2.000 euros al día. Hasta aquí todo bien, pero la cosa se complica cuando el diario francés apunta que los actores con los que ha contado Allen para la película no eran los que originalmente había pensado.

Al parecer, Allen inicialmente buscó para el reparto Gilles Lellouche y Vincent Cassel, quienes rechazaron la oferta citando preocupaciones sobre un “riesgo para su reputación”. El papel finalmente recayó sobre Melvil Poupaud, quien da vida a un marido celoso que sospecha de una infidelidad por parte de su mujer. Por otro lado, Léa Seydoux era la elección de Allen para interpretar el papel principal finalmente encarnado por Lou de Laâge, así la aclamada actriz Isabelle Huppert –suponemos que para hacer el papel de la madre de esta, que finalmente interpreta Valerie Lemercier–. Ni Seydoux ni Huppert pudieron finalmente participar en la película, aunque no por motivos de reputación sino por un problema de agenda.

Imagen de 'Golpe de suerte'
Imagen de 'Golpe de suerte'

En lo que concierne a Isabelle Huppert, una de las actrices francesas más prestigiosas del mundo, nunca ha ocultado su deseo de trabajar con Woody Allen, por lo que es probable que efectivamente hayan sido conflictos de programación los que hayan impedido su participación. De hecho, hace solo unos días la actriz de Elle asistió al concierto de jazz de Allen en París y se reunió con el director en el backstage, lo que sugiere que podría no haber malos sentimientos o preocupaciones por su reputación en relación con la película.

Los propios actores cambiaron el guion sin consentimiento

Sin embargo, la revelación más preocupante del artículo de Libération es que, según miembros anónimos del elenco, al traducir el guion de Allen se dieron cuenta de que el filme era casi “una película de televisión cursi”. Eso llevó a los propios actores a “reunirse en secreto” para reescribir las líneas de la película, todo ello sin conocimiento de Allen, pues no sabe francés, ni consentimiento posterior del mismo, que no se enteró de estas modificaciones.

Esto podría explicar ciertos problemas de ritmo y cohesión de los que adolece una película que se siente mucho menos espontánea y natural de lo que suelen ser las películas de Allen. La cinta cuenta la historia de una joven que vive en un matrimonio algo infeliz con un rico hombre de negocios del que se desconoce en qué consiste realmente su empleo, más allá de “hacer más ricos a los muy ricos”. Esta mujer se encuentra un día camino del trabajo con un antiguo compañero de instituto que le confiesa que estaba enamorado de ella, y ambos empiezan a verse a escondidas del marido, levantando las sospechas de este.

Te puede interesar: ‘Nadie te salvará’: así es la terrorífica película de aliens que ha encantado a Stephen King y puedes ver en Disney+

Si bien la película no es ni mucho menos un desastre, esta revelación podría explicar muchas cosas al haberse tomado los actores la libertad de modificar el texto de Allen, y plantea sobre todo muchas cuestiones. ¿Cómo se tradujo esto en el rodaje? ¿Es consciente Allen de que han adaptado o reescrito su texto? ¿Lo ha notado al ver la película? Sea como fuere, la película en realidad ha cosechado grandes críticas en su paso por el Festival de Venecia, donde fue estrenada mundialmente, y ha sido alabada por los críticos como una de las mejores películas de Allen desde Match Point, con la que guarda cierto parentesco en cuanto a trama se refiere.

Guardar