El japonés ‘asturiano’ fan de la F1 que idolatra a Alonso y Carlos Sainz: “Llevo aprendiendo español por Fernando casi 20 años”

El corazón tiene razones que la razón no entiende. ¿Qué lleva a alguien, de la noche a la mañana, a seguir incondicionalmente a un deportista de un país que se encuentra a más de 10.000 kilómetros de distancia del suyo? No se puede explicar con certeza. Lo que sí está claro es que Taku, un japonés devoto de la Fórmula 1 desde los tres o cuatro años, vivió un flechazo instantáneo con Fernando Alonso en el circuito de Suzuka allá por 2001. El futuro bicampeón del mundo acababa de debutar en el Gran Circo, a los mandos de un Minardi, pero la conexión fue imposible de eludir: desde aquel primer Gran Premio en el que vio a Magic en directo, el vínculo entre el aficionado nipón y España se selló para siempre.

“Ya era aproximadamente 0.9 segundos más rápido en el primer sector de la clasificación que su compañero de equipo, Alex Yoong. Estaba convencido de que sería campeón del mundo”, recuerda Taku en conversación con Infobae España. Alonso es el principal culpable, desde hace más de dos décadas, de una de las metas que pasó a ser prioritaria en su vida: “Llevo aprendiendo español por Fernando casi 20 años y todavía recibo lecciones en Japón. Todos los sábados en la escuela de idiomas”.

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De hecho, Taku decidió vivir y estudiar un mes en Salamanca en verano de 2006. Precisamente, para poder hablar con Alonso cuando le conociera, porque ese era su objetivo, en persona. “Fue una experiencia irremplazable para mí, llegué a sentir que esta ciudad era mi casa. Todavía mantengo el contacto con la familia que me acogió”, confiesa. Con el tiempo, pudo llegar a compartir unos minutos con su ídolo. Y con creces, porque lo ha hecho hasta en nueve ocasiones. La última, el pasado fin de semana.

“Le regalé una camiseta muy especial con imágenes de asturianos y de España. Y casi 20 cartas en las que he escrito muchas historias sobre mi pasión por Fernando y mis viajes a España”, confiesa. No es la primera vez en la que agasaja al asturiano cuando acude al Gran Premio de Japón (el fan es todo un asiduo de este), pero quizá sí sea la más especial: en agosto, Taku pasó 10 días en tierras españolas con sus padres y aprovechó la ocasión para conocer Oviedo.

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En su cuarta visita a la Península, quedó prendado de los dominios de Alonso. “El personal del museo de Fernando y la gente que hemos conocido por las calles eran muy cariñosos, y la atmósfera de la ciudad era tan maravillosa como sus corazones. Me sorprendió especialmente que no hubiera ni un solo cuervo y compré dos libros, escritos por Nira Juanco y Antonio Lobato. Son mis biblias en español”, detalla Taku con orgullo.

Aprovecha la ocasión para reivindicar una afición compartida con un Alonso que siempre se muestra muy cercano cuando se ven: “Me gusta el radiocontrol. A Fernando, los coches. A mí, los aviones acrobáticos. El próximo fin de semana, habrá una competición nacional en Japón y participaré. Al ser las máquinas tan importantes, como en la F1, le entiendo perfectamente”.

“Aun sin tener un coche muy competitivo, puede ofrecer un rendimiento increíble. Durante las carreras, es un gran piloto, que puede analizar instantáneamente el monoplaza y sus alrededores, como un ingeniero”, responde cuando se le pregunta qué es lo que más admira del líder de Aston Martin. Eso sí, Taku tiene una suerte de espinita clavada con Alonso: “Todavía no le he visto ganar en directo en un circuito”.

Alonso no es el único ojito derecho de ‘Asturiano’ o ‘Samurái’ (así se autoapoda Taku a sí mismo en las redes sociales) en la parrilla. También ha tenido la oportunidad de compartir algunos ratos con Carlos Sainz, otra estrella del automovilismo español para la que sólo tiene buenas palabras.

“Le sigo desde Fórmula 3. Incluso entonces pensé que era extremadamente rápido y que pronto llegaría a la F1. Es muy bueno frenando, tiene una tracción trasera suave y es capaz de controlar los neumáticos de forma igualmente suave. Tiene una forma de luchar en las carreras similar a la de Fernando. Atrae deliberadamente a sus rivales y usa sus neumáticos lo menos posible, como en Singapur”, elogia al madrileño. Tienen un buen amigo en común: el castellonense Roberto Merhi (exF1 en 2015, cuando corrió en Manor Marussia), con el que Taku habla regularmente y que ahora se dedica a la resistencia.

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Suzuka, trazado donde habitualmente se disputa el GP oriental, es su hábitat natural año tras año. Por eso, no deja pasar la ocasión y pide algunas mejoras en la próxima edición del evento, que pasará a celebrarse en abril. “Hubo algunos aficionados con malos modales (asedio a Alonso cuando aterrizó en Tokio, robos en el circuito…). Además, la comida servida fue casi exclusivamente japonesa. Habría sido un fin de semana mucho mejor si también se hubiese servido cocina internacional”, opina Taku.

Cuando la charla llega a su fin, es muy rotundo al poner sobre la mesa qué le falta por hacer como seguidor del deporte rey del motor: “Algún día, me gustaría entrevistar a Fernando y a Carlos en persona y en español en el paddock de Suzuka, con todos los periodistas de DAZN España”. Aunque tampoco le haría ascos a correr con Alonso en eSports o en el programa Pirelli Hot Laps (vuelta en un superdeportivo con pilotos). A buen seguro que su determinación para conseguirlo será tan firme como la que le lleva a acudir puntual a su cita con las clases de español cada semana.