El aterrizaje de Ana Rosa Quintana en las tardes de Telecinco está resultando más turbulento de lo esperado. TardeAR no está cosechando los resultados esperados y, además, parece no tocar fondo, ya que este jueves firmaba su tercer mínimo histórico consecutivo de espectadores y el segundo en cuota, con un discreto 9,5% y 711.000 televidentes.
Quizás para evitar que continúe la sangría o a la espera de que el formato de Unicorn Content pueda asentarse y entrar en la senda del crecimiento, la presentadora ha tomado una drástica decisión que ha sido palpable en la emisión de este viernes.
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Según había adelantado El Plural y confirmó la propia Ana Rosa en directo, la presentadora se ausentaría del programa los viernes para cumplir con la prescripción médica que ya le obligó a seguir esa pauta en las mañanas tras regresar de su baja médica. “Yo no voy a venir los viernes habitualmente. ¿Por qué? Porque a mis médicos les parece muy bien lo que hago, pero esto es muy estresante y quieren que descanse un poquito más”, explicó hace unos días en TardeAR.
Quintana desveló entonces que en la primera semana de emisión sí estaría los cinco días. Sin embargo, en el segundo viernes tampoco se ha ausentado, por lo que sus sustitutos, Beatriz Archidona y Jorge Luque, todavía no han tomado las riendas del programa.
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Ana Rosa se queda el viernes
Ana Rosa ha vuelto a aparecer este viernes en su formato, que se ha iniciado con su habitual editorial, ‘La Firma’. Una vez más, la presentadora ha optado por abordar la actualidad política y comentar la polémica por los ‘cachetes’ del edil socialista Daniel Viondi al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
Así, ha criticado “el matonismo frente al discurso y el argumento”, aunque vinculando esas malas formas solo a la izquierda. Además, asegura que el “prólogo” al violento episodio del ayuntamiento de la capital se pudo ver en “la intervención macarra y llena de agresividad de Óscar Puente” en la primera sesión del intento fallido de investidura de Alberto Núñez Feijóo. “Los mismos políticos que tienen que redactar las leyes antibullying se dedican a dar cachetes y acosar a los adversarios”, ha aseverado.
Finalmente, Ana Rosa ha aplaudido la rápida reacción de la formación socialista en Madrid, que ha forzado la dimisión de Viondi, pero ha aprovechado para lanzar un nuevo dardo al PSOE. “Quién sabe si volverá al consistorio tras una amnistía. Cosas más raras se han visto y vamos a ver”.
Con ese discurso, la presentadora vuelve a optar por recuperar su faceta más dura y antisanchista para intentar levantar unas audiencias que están muy lejos de las que cosechaba en la mañana y de las que firmaba su predecesor en las tardes, el ya extinto Sálvame.