A.E.M., de 53 años y nacionalidad marroquí, está en busca y captura. Este expreso condenado por la Audiencia Nacional y detenido en varias ocasiones por delitos de terrorismo desapareció esta semana en Vitoria tras desprenderse de la pulsera telemática que controlaba sus movimientos, la cual fue encontrada en un parque del barrio de Salburua. La Policía Nacional ya ha alertado de su fuga a la Ertzaintza, la Policía Local de Vitoria y la Guardia Civil dar cuento antes con su paradero y evitar que pueda abandonar el país, algo que consideran “prácticamente imposible”, según apuntan a Infobae España fuentes policiales.
Este yihadista, definido como un individuo peligroso, fue detenido por la Guardia Civil en Irún (Guipúzcoa) en noviembre de 2016 cuando conducía el camión de gran tonelaje con el que trabajaba para una empresa de transportes. Los investigadores comprobaron que había intentado enrolarse en las filas del Daesh en Siria, para lo que había viajado a Turquía. Cuando fue arrestado, regresaba con su vehículo de Alemania, donde mantenía contactos con otras personas radicalizadas.
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La Audiencia Nacional llegó a investigar si había planeado atentar en España utilizando el camión con el que trabajaba y se movía por Europa. Tras estar en prisión durante poco tiempo, volvió a ser arrestado por la Guardia Civil en Pamplona, de nuevo a bordo de su camión, esta vez acusado de “autoadoctrinamiento” en redes sociales, donde llegaba a justificar los atentados suicidas y las ejecuciones perpetradas por el Daesh.
Abandonó la pulsera en un parque
Debido a su reincidencia, radicalización y peligrosidad, A.E.M. se encontraba en la actualidad en régimen de libertad vigilada. Una pulsera telemática como la que se coloca a las personas con órdenes de alejamiento controlaba sus movimientos. Las alarmas saltaron cuando el dispositivo se encontró en un parque del barrio de Salburua, en Vitoria, ciudad donde el yihadista tenía su residencia.
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De forma inmediata, la Policía Nacional puso en conocimiento de la situación al resto de fuerzas de seguridad. En paralelo, la Brigada de Información investiga cuál puede ser el paradero del expreso, quien en principio no podría abandonar el país debido a la alerta por su desaparición y a que tiene retirada la documentación, señalan las fuentes policiales. Se le acusa de un delito de quebrantamiento de condena.
Pese a que está considerado como un individuo reincidente y nada reinsertado tras su paso por la cárcel, se trata de la primera vez que quebranta el régimen de libertad vigilada y las autoridades pierden el control sobre su paradero. Los agentes están llevando a cabo varias pesquisas en una investigación de especial relevancia por los antecedentes y el perfil del prófugo.
Se da la circunstancia de que esta misma semana la Guardia Civil ha detenido en Vitoria, en el barrio de Zabalgana, a una mujer radicalizada en el terrorismo yihadista por actividades de captación.