El modus operandi de los fondos buitre se repite una y otra vez: compran edificios, informan a los vecinos de la finalización del contrato de arrendamiento y alquilan las viviendas por habitaciones, aumentando el precio de forma desorbitada. Y es esta misma estrategia, según denuncia el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, la que pretende aplicar la empresa Vitruvio Socimi Real Estate en cuatro pisos de un bloque ubicado en el barrio de Puerta del Ángel tras comunicar a sus vecinos, vía burofax, que deben abandonar su casa el 30 de septiembre.
Las 11 personas afectadas que viven en esos cuatro pisos trataron de negociar este lunes con la empresa una renovación del contrato con condiciones similares a las actuales, pero la compañía se negó, “justificando su decisión en que van a reformar las viviendas”. “Siempre se escudan en que van a realizar mejoras, cuando lo único que quieren es aumentar sus beneficios a través de alquileres temporales y por habitaciones”, dice a Infobae España Eunate Martínez, miembro del sindicato. De esa forma, en este mismo bloque ubicado en el Paseo de la Ermita del Santo el precio se ha llegado a duplicar, pues hay viviendas que se alquilaban por unos 900 euros al mes y ahora cuestan “2.000 euros al ser por habitaciones”.
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Lucía Trentini, de 38 años, es una de las vecinas del bloque ubicado en el Paseo de la Ermita del Santo a las que en julio le llegó el burofax de ese fondo de inversión inmobiliaria, que es propietario de una decena de edificios residenciales y oficinas comerciales en Madrid. Asegura que ni siquiera recibieron respuesta cuando trataron de ponerse en contacto con la firma, aunque no se dan por vencidos.
Esta actriz y cantante uruguaya comparte piso con otros dos compañeros desde hace dos años y, al igual que el resto de afectados, ha decidido que no dejará su casa este sábado 30, día en el que, además, han convocado una manifestación contra la especulación en Puerta del Ángel. Debido a su profesión como artista, añade, no dispone de un contrato indefinido como exigen muchos propietarios a la hora de alquilar.
“Con el apoyo del sindicato, nosotros vamos a seguir pagando el alquiler como hasta ahora y vamos a intentar que el contrato se renueve con condiciones dignas, porque siempre hemos cuidado la casa, pagamos en fecha y tenemos un vínculo con la comunidad”, señala Trentini, que califica de “abuso” la situación que están viviendo como inquilinos. “Ahora cobran hasta 700 euros por habitación”.
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Alquileres disparados
La subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo ha encarecido notablemente las hipotecas, por lo que la venta de vivienda se ha frenado y la de alquiler se ha convertido en la principal opción habitacional de buena parte de la población española. Los precios del alquiler, especialmente en Madrid, no han hecho más que aumentar en los últimos años y, de hecho, Puerta del Ángel es uno de los barrios donde más subido, al alcanzar en julio su máximo histórico: 15,4 euros por metro cuadrado, según datos publicados este miércoles por Idealista. El portal inmobiliario también indica que el precio medio en el distrito la Latina se sitúa en los 13,5 euros por metro cuadrado, cuando en 2010 rondaba los 10 euros.
Gonzalo Ramos es otro de los vecinos del bloque del Paseo de la Ermita del Santo y, aunque él no ha recibido el temido burofax, sabe que tarde o temprano llegará. Lleva poco más de un año viviendo en el edificio, pero ha sido tiempo suficiente para ver cómo la gentrificación amenaza la identidad del barrio, “afectando al tejido vecinal y deteriorando el comercio”. “Me duele ver la situación que están sufriendo mis vecinos. La empresa no da alternativas, no negocia, y eso expulsa a la población del barrio”, sostiene este inquilino cuyo contrato de alquiler finaliza dentro de dos años.
Ramos, a quien su nómina tampoco le permite vivir solo y se ve obligado a compartir piso, también aclara que las reformas que llevan a cabo el fondo inmobiliario de inversión Vitruvio en las viviendas son “muy cuestionables”, pues utilizan materiales de “escasa calidad” y las obras se realizan en un “plazo muy breve de tiempo”. También asegura que la firma comete numerosos abusos al formalizar los nuevos contratos de alquiler porque “no se actualizan de acuerdo al IPC y hay cláusulas abusivas” o cobros como el de la comunidad, que se derivan a los vecinos cuando corresponde al propietario.
Por el momento, los vecinos no piensan dar un paso atrás y aseguran que seguirán luchando por unos alquileres y contratos dignos.