La niña que nació con parálisis por una negligencia y que ha recibido una indemnización millonaria: “Entregaría todo el dinero para que mi hija estuviera bien”

Los padres de la menor recibirán 3,5 millones de euros después de un juicio donde se ha reconocido la mala praxis de un hospital malagueño, que provocó graves complicaciones en el parto

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Parálisis cerebral por una negligencia e indemnización millonaria: "Daría el dinero para que mi hija esté bien"

Falló todo lo que podía fallar. El 14 de octubre de 2014, una mujer daba a luz en el Hospital Clínico Virgen de Málaga sin más asistencia que una matrona, sin médicos presentes. La embarazada había acudido a urgencias con un sangrado varios días antes, pero no fue ingresada y los médicos la mandaron a casa. Finalmente, tras la insistencia, recibió atención y cuatro días después, con mucha incertidumbre mediante, tenía lugar un parto accidentado. El resultado fue fatídico. La bebé nacía muerta y necesitó reanimación, aunque las secuelas fueron gravísimas: discapacidad del 95% debido a una parálisis cerebral. Dentro de un mes será el noveno cumpleaños de la niña y sus padres, que fueron a juicio contra el Servicio Andaluz de Salud, acaban de recibir el apoyo de la Justicia, que ha condenado a la sanidad pública de Andalucía a pagar 3,5 millones de euros a la familia.

“Por un lado, estamos contentos porque se ha hecho justicia, pero yo entregaría todo el dinero porque mi hija estuviera al 100% bien. Al menos ahora le podremos dar todo lo mejor”, cuenta el padre de la niña a Infobae España. La joven come con una vía que va directamente al estómago, sufre convulsiones continuamente, no anda, no habla y apenas puede mantener su cuerpo firme. Una situación así aumenta los gastos de la familia, que ahora podrá costar un mantenimiento digno de su hija.

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“Es una de las sentencias condenatorias más altas, en vía contencioso-administrativa de España, en cuanto a su indemnización por daños causados por un servicio público de salud”, sostiene la Asociación Defensor del Paciente, que junto a su abogado Damián Vázquez han logrado algo de reparación para la familia. La negligencia cometida por la gestión del Hospital malagueño llevó a causar un daño “desproporcionado” en la menor, debido a una demora en la cesárea y “sufrimiento fetal en el parto”, apunta la sentencia a la que ha tenido acceso este medio.

El parto se complicó y la mujer embarazada sufrió un desprendimiento de placenta que provocó hipoxia isquémica de la bebé. Ante este panorama, la niña nació en parada cardiorrespiratoria y fueron necesarias maniobras de reanimación e intubación, así como la inyección de dosis de adrenalina. “Ante los evidentes daños que había sufrido dicha menor, esta debió ser trasladada con carácter urgente al Hospital Virgen de las Nieves de Granada”, asegura el Defensor del Paciente.

“Ahora amoldaremos la casa y compraremos una grúa”

Desde entonces, la vida de esta pareja malagueña cambió por completo. El padre, ahora de 50 años, solo aspira a mejorar su hogar para que su hija tenga los mejores cuidados: “Ahora amoldaremos la casa, compraremos un coche con rampa, una grúa para la casa, contrataremos fisios, logopedas... Todo lo que podamos. Con mi sueldo hubiera sido imposible y mi mujer pasa las 24 horas con la niña”, relata el hombre. Su hija necesita todos los cuidados posibles y una atención exhaustiva: “Le dan convulsiones e incluso la madre duerme con ella. No podemos dejar sola a la niña porque le puede dar una convulsión sin que nos demos cuenta”, dice por teléfono.

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“Las lesiones y secuelas causadas, como por la incertidumbre, la afectación emocional y pérdida de calidad de vida, todo derivado de una deficiente asistencia sanitaria prestada, concretamente por error yatrógeno de estrategia, planificación y actuación en el medio sanitario”, afirma la sentencia, que tilda de “mala praxis” el tratamiento del parto.

El padre de la menor recuerda con angustia las horas del parto y nueve años después sigue sin entender gran parte de todo lo que pasó: “No se dieron cuenta de que la niña estaba sufriendo, se estaba quedando sin oxígeno. A mi mujer le faltaban casi tres semanas para parir, no sabemos por qué le provocaron el parto. Fue todo un descontrol”, reconoce al echar la vista atrás. Tras la sentencia millonaria, su actitud y su voz no transmiten alegría; tal vez algo de alivio, pero el dinero no consuela. En un plazo de dos meses deberían recibir el ingreso del servicio de salud de Andalucía y comenzar una nueva etapa, algo más acogedora, algo más humana, que busca el equilibrio después de un error que trastocó sus vidas para siempre.

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