Savinho, de trabajar en una granja a revelación de LaLiga: “Su sueño es cambiar la historia de su familia”

En São Mateus, una localidad perteneciente al estado de Espirito Santo (Brasil), se alza una granja de vacas, famosa por su leche y los espectáculos de rodeos que alberga. En dicho entorno nació y creció Sávio Moreira de Oliveira, quien ahora se ha convertido a sus 19 años en una de las revelaciones de LaLiga. Milita en el Girona, colíder del campeonato español junto al Barça, y gran culpa de dicha condición la tiene este joven brasileño al que nada le borra la sonrisa de su rostro. Seis partidos han sido suficientes para convertirse en imprescindible dentro del esquema de Míchel. Su repertorio de regates, cambios de ritmo, goles (2) y asistencias (3), le han convertido en una de las sensaciones del campeonato doméstico.

Lo de destacar entre veteranos no es nuevo para Savinho. Por ello, cuando tenía 12 años, los reclutadores del Atlético Mineiro no dudaron en recorrer los más de 600 kilómetros que separan Belo Horizonte, ciudad donde reside el club brasileño, y São Mateus para ficharlo. “Me acuerdo cuando fuimos un ojeador del club y yo a buscarlo allí. Savinho trabajaba en una granja y formaba parte de una familia con muchas dificultades económicas. Vivía con la madre y con los abuelos. Y en toda su lucha siempre estaba presente su familia”, relata Joao Paulo Alves, primer entrenador de Savinho en el Atlético Mineiro, a Infobae España.

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Savinho cambió los animales y el amarillo de la paja de su granja, por el balón y el verde del terreno de juego. “Vino a Belo Horizonte y fichó por el equipo Sub-12-Sub-13 del Atlético Mineiro. En Brasil no está permitido alojar a deportistas menores de 14 años. Entonces tuvo que quedarse en una pensión. No tenía condiciones financieras y por ello algunos amigos le ayudaron económicamente hasta que cumpliese la edad a partir de la cual el club le pudiese pagar el alojamiento. Pasó por todas las dificultades imaginables, aunque siempre contó con el apoyo de una madre muy dedicada y trabajadora. En el Atlético Mineiro no teníamos división de su categoría, así que comenzó a entrenar con una generación mayor. Incluso así consiguió destacar y ser diferencial en todos los aspectos. Ahora se está demostrando todo ese potencial”.

El salto al profesionalismo no le hizo perder de vista de dónde ha venido para lograrlo. Desde el primer día que se enfundó la camiseta blanquinegra del Mineiro, tiene en su cabeza los limitados recursos e infinitos esfuerzos que realizado para llegar hasta la élite del fútbol español. Son su motor de vida. “En la primera entrevista que le hicimos dijo que su sueño era mejorar las condiciones de su familia. Siempre tuvo la ilusión de cambiar la historia de su familia. La experiencia de su vida le dio una personalidad tan grande hasta el punto que, cuando jugaba con una categoría superior, no sentía la diferencia de edad”, confiesa Joao Paulo Alves.

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Del dicho al hecho hay un trecho. Distancia que Savinho recorrió a marchas vertiginosas. Viajó con el Atlético Mineiro hasta Italia para disputar el torneo Sub-15 We love football del que se marchó con el premio a mejor jugador. Mismo reconocimiento recibió en las siete competiciones que disputó aquel año. “Fue un año fantástico para su generación en general y él en particular. Ganaron seis competiciones de siete y Savinho fue el mejor jugador en las siete. Muy decisivo en todos los partidos. Fue nuestro máximo goleador. Tiene el ADN del fútbol brasileño. Un gran dribling, uno para uno y alegría de jugar al fútbol. Además, en Italia dio muchas asistencias y tenía más confianza porque ya había sido convocado para la Selección”.

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Con las categorías inferiores del Atlético Mineiro, Savinho se convirtió en campeón del sudamericano Sub-15 y debutó con el primer equipo con 16 años. Un éxito precoz, que, sin embargo, el joven futbolista asumió con naturalidad, sin permitir que se le subiera a la cabeza. Fue Jorge Sampaoli quien le hizo debutar en el club brasileño y posteriormente el Turco Mohamed, extécnico del Celta, quien le dio confianza y continuidad. Abandonó Brasil y fichó por el Troyes, equipo francés perteneciente al City Group, sociedad del Manchester City. No llegó ni a debutar porque se marchó cedido al PSV antes de recalar en el Girona, club también integrado dentro del organigrama del City Group.

“Al ir a Holanda maduró mucho. Va a alcanzar niveles más altos que el del Girona, porque entendió el fútbol europeo y ese era su objetivo. Hablé con él tras su último partido y le felicité por ser muy receptivo en el juego. No solo hace dribblings para fuera, también para dentro. Maduró mucho. Felicitaciones al Girona por apostar por su talento. Savinho siempre jugó con nosotros en el Atlético Mineiro por el lado derecho. En la Selección y en el Girona juega por el lado izquierdo. Esto es muy importante y hace entender que maduró muy bien. Su crecimiento es muy parecido al de Raphinha. Cuando este sale de Brasil no tiene mucho éxito y ahora ya lo tiene en el Barcelona”, explica su primer entrenador, quien le ve jugando en el Manchester City. “Va a llegar al máximo nivel del Group City. La ventaja es que está Guardiola, al que le gustan los jugadores técnicos, con un buen manejo de balón. Ahora está en un país perfecto para él y creo que a lo mejor antes del City podría jugar en equipos como el Barcelona”.

Después de un verano movido para el Girona, en el que ha perdido futbolistas importantes como Taty Castellanos, Rorro Riquelme, Oriol Romeu, Santi Bueno… Nadie habla de sus salidas, sino de un joven brasileño de 19 años que les ha catapultado hasta el coliderato del campeonato. “Tiene un talento descomunal que vamos a disfrutar, el futuro es suyo”, confía Míchel. Y avanzará hasta él con la intención de cambiar la historia granjera de su familia, objetivo de vida que empezó en Sao Mateus y está consiguiendo en Girona.