Por qué es más difícil salir del armario bisexual: “Somos una realidad que incomoda, incluso dentro del colectivo”

A pesar de los avances, las personas bisexuales siguen enfrentándose a un cuestionamiento “constante” por su orientación sexual, tal y como cuenta a ‘Infobae España’ el divulgador LGTBI y youtuber Daniel Valero

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Daniel Valero, activista y divulgador
Daniel Valero, activista y divulgador LGTBI. (The Beast Friend Agency)

Daniel Valero, activista y divulgador LGTBI, no había sentido la necesidad de declarar su bisexualidad públicamente hasta hace apenas unos días. Lo ha hecho porque sigue siendo una orientación sexual “invisibilizada tanto dentro como fuera del colectivo LGTBI”, porque se cuestiona y concibe popularmente como una fase de transición. También influye que “faltan referentes bisexuales”, sobre todo masculinos, de ahí que quiera aportar su granito de arena a la causa.

No es la primera vez que Daniel sale del armario. Ya lo hizo en su adolescencia y, a pesar de que “tenía claro que era bisexual”, ciertas experiencias le hicieron asumir que era gay: “Cuando empecé a salir con un chico, la gente me decía que ya sabían que yo iba a tirar por ese lado, que me acabaría dando cuenta, así que al final asumes ese tipo de comentarios y reacciones”, explica a Infobae España. A base de ese tipo de frases acabó identificándose como un hombre gay. Daniel lo describe como una “represión”, porque aunque se ha sentido “atraído por chicas estando de fiesta” e incluso ha tenido “algún lío pasajero”, seguía identificándose como una persona homosexual. “Me daba por gay al 100% cuando tenía todas las señales de que no lo era, pero el componente social es muy fuerte en las orientaciones sexuales”, aclara el también youtuber.

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Daniel, que ahora tiene 29 años, ya había comentado hace un tiempo a la gente de su entorno más cercano que era bisexual, pero no lo había dicho en redes públicamente. Se animó a dar el paso porque a medida que ha ido relacionándose con más personas del colectivo, según relata, una de las conversaciones habituales era la falta de referentes bisexuales, que aunque no es tan acusada como hace años, siguen siendo excepciones. “Aún se habla poco sobre la bisexualidad”, asegura.

Daniel Valero en una concentración
Daniel Valero en una concentración en Madrid el pasado 23 de septiembre con motivo del Día Internacional de la Bisexualidad. (Cedida)

Cuestionamiento “constante”

La invisibilidad y la negación de la identidad son algunas de las discriminaciones que más sufre el colectivo bisexual y eso hace que muchas personas, al igual que Daniel, salgan “tarde” del armario por no poder gestionarlo. Suele ser más complicado, explica a este medio Álex Robles, coordinador del grupo de políticas bisexuales de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), porque el cuestionamiento sobre esta orientación sexual “es constante”. “Te dicen que es una fase, te preguntan si estás seguro y siempre te cuestionan, independientemente del tiempo que haya pasado desde que hayas manifestado tu bisexualidad, lo cual es llamativo en comparación con otras orientaciones sexuales dentro del colectivo”, señala.

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Es ahí también, dentro del propio colectivo, donde las personas bisexuales sufren discriminación, pues en muchas ocasiones “no se considera una orientación sexual real, habitable en sí misma”. “Somos una realidad incómoda que se prefiere ignorar”, asegura Robles, si bien la lista de prejuicios es más amplia y puede tener consecuencias en el ámbito de la pareja, ya que “existe la creencia absurda de que las personan bisexuales nunca pueden estar en una relación sin ser infieles”, cuando en realidad la fidelidad no está relacionada con una orientación sexual determinada, sino más bien con la personalidad de cada persona.

Impacto sobre la salud mental

Todas esas formas de bifobia tienen sin duda un impacto en la salud mental de la población bisexual, denuncian desde la FELGTBI+, que recuerda que según la encuesta Estado LGTBI+ 2023, elaborada por 40db, “son la sigla del colectivo que mayores niveles de depresión declara, junto con las personas trans”.

Según ese mismo sondeo, un 29% de las personas bisexuales ha sufrido acoso, un 26% ha sufrido discriminación y un 8%, agresiones. “No disponemos de espacios seguros ni en la ciudad, ni en las zonas rurales, por lo que, ni el ‘sexilio’ se nos presenta como una opción para poder visibilizarnos sin miedo y vivir sin discriminaciones”, añade por su parte Noelia Mellado, co-coordinadora del grupo de políticas bisexuales de la federación. Asimismo, advierte que las mujeres bisexuales están expuestas “a altas tasas de violencia sexual por la fetichización” que sufren, al tiempo que indica que “los hombres bisexuales sufren la presión del sistema cisheteropatriarcal al ser la excepción a la heteronormatividad”.

Con el objetivo de terminar con ese cuestionamiento constante y “el borrado bisexual”, la FELGTBI+ reivindicó el pasado 23 de septiembre, Día de la Visibilidad Bisexual, la creación de políticas de sensibilización y concienciación sobre la realidad de la bisexualidad y de otras plurisexualidades en todos los ámbitos, desde el familiar y educativo al judicial, laboral y cultural.

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