Invertir en cannabis: una alternativa con potencial solo para valientes

Tras el desplome en Bolsa de las cotizadas del sector de la marihuana en 2022, los analistas prevén una remontada de las acciones a corto y medio plazo

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Plantas de marihuana. Foto/Jim Mone.
Plantas de marihuana. Foto/Jim Mone.

El mercado del cannabis vivió en 2022 su annus horribilis con cotizadas del sector cayendo en bolsa hasta un 90%. Las cosas han cambiado en la última recta de 2023 y los analistas prevén que a corto y medio plazo el sector remonte y se convierta en una inversión rentable. Eso sí, solo para los más valientes, ya que se trata de una inversión de riesgo.

A cierre de 2022, la capitalización de las compañías cotizadas del sector del cannabis alcanzó los 27.700 millones de dólares y se espera que crezca hasta los 82.300 millones en 2026, con una tasa compuesta anual del 24,3% de 2022 a 2026.

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Una evolución al alza muy significativa teniendo en cuenta que las principales cotizadas del sector de la marihuana registraron el año pasado desplomes en Bolsa de más del 50%. Este fue el caso de Curaleaf con pérdidas del 55%, Green Thumb Industries, que se dejó en el año un 65%; Cresco Labs, que bajó un 73%, o Ayr Wellness que se hundió un 92%.

Las causas de estas caídas fueron la elevada competencia, la presión sobre los beneficios y el apalancamiento que caracteriza a esta industria. Además de factores externos como la elevada inflación, la subida de los tipos de interés o la desaceleración de la economía mundial. Pero el principal problema se derivó de la legalización del cannabis, ya que menos de la mitad de estados de los Estados Unidos aprobaron en noviembre del año pasado la legalización del uso recreativo de la marihuana. Esta negativa dificulta al sector obtener financiación de los bancos, lo que frena su crecimiento.

Cambio de tendencia

No obstante, la situación está cambiando y, en opinión de Kristoffer Inton, analista de Morningstar, desde finales de agosto las acciones de los operadores multiestatales estadounidenses (MSO) de cannabis se han revalorizado entre un 40% y un 50%, mientras que las de los productores canadienses con licencia subieron en su mayoría entre un 20% y un 30%.

Este crecimiento se ha debido a que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. recomendó a la Agencia Antidroga (DEA) que reclasificara el cannabis de la Lista I a la Lista III. El cannabis, al igual que la heroína y el éxtasis, figura actualmente en la Lista I, lo que significa que se considera que tiene un alto potencial de adicción y ningún valor médico. Mientras que las drogas de la Lista III se consideran menos peligrosas, con un menor potencial de adicción y cierto valor médico.

Según Kristoffer Inton, “una clasificación más baja podría bastar para reportar beneficios importantes a los MSO estadounidenses, como el pago de impuestos normales, un mejor acceso a la banca y la posibilidad de cotizar en una de las principales bolsas de valores de Estados Unidos. Ahora, la DEA debe llevar a cabo su propia revisión antes de determinar cualquier reprogramación definitiva”.

Estas buenas previsiones hacen que estas cotizadas supongan una oportunidad atractiva de inversión, pero solo para unos pocos: “Invertir en cannabis puede ser una buena alternativa para inversores que están dispuestos a asumir un riesgo elevado”, señala Antonio Castelo, analista de iBroker.

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Claroscuros de la inversión

Castelo argumenta que el sector tiene numerosas ventajas. Entre ellas, que el mercado mundial del cannabis está creciendo “a un ritmo acelerado”, impulsado por su legalización en un número creciente de países. El cannabis terapéutico ya está legalizado en más de 50 países.

A ello se suma que este mercado está dividido en varios segmentos, cada uno con sus propias oportunidades de crecimiento, como el cannabis medicinal, recreativo, industrial y el del cáñamo. Por último, y como cualquier sector emergente, integra empresas innovadoras que están desarrollando nuevos productos y servicios. “Esto crea oportunidades de crecimiento para los inversores”, apunta Castelo.

Pero también tiene inconvenientes como su regulación que varía de un país a otro, lo que puede crear incertidumbre para los inversores. Además, sigue siendo ilegal en muchos países, lo que genera “riesgos legales para los inversores”, argumenta el analista de iBroker.

A ello se suma que, como cualquier sector emergente, el mercado del cannabis es volátil, lo que significa que los precios de las acciones pueden fluctuar de forma significativa. Casi todas las acciones del sector han tenido una evolución muy parecida, despertando un gran interés en sus primeros momentos de cotización, una buena evolución durante 2021 y fuertes caídas en 2022.

Respecto a este año “vemos recuperaciones importantes en el último trimestre, pero, en la mayoría de los casos, no ayudan a conseguir una rentabilidad anual positiva”, señala Antonio Castelo.

Estos inconvenientes son los que lleva a Diego Morín, analista de IG, a ser prudente respecto a esta inversión: “Son valores demasiado volátiles, por lo que debemos de tener gran tolerancia al riesgo para entrar en ellos”. Como aspecto positivo destaca que es un mercado en crecimiento de cara a los próximos 10 años.

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Cómo invertir en cannabis

Los que opten por invertir pueden hacerlo a través de dos vías. La primera es hacerlo directamente en empresas que coticen en bolsa. Principalmente en las de Toronto, Nueva York o Frankfurt, en las que se pueden comprar acciones de empresas que cultivan, procesan, distribuyen o venden cannabis.

La segunda vía es hacerlo a través de fondos de inversión y ETF —fondos cotizados en Bolsa— que ofrecen una forma más diversificada de invertir en cannabis. Castelo aconseja que “para un inversor minorista, a efectos de diversificar riesgos, la mejor alternativa son los fondos de inversión”.

Aprovechar las gangas

Respecto a su rentabilidad, las seis mayores cotizadas del sector están dando este año retornos negativos, y es precisamente el bajo precio de sus acciones tras su caída en Bolsa lo que las convierte en un producto atractivo para entrar en este mercado, ya que “los precios de las acciones y de instrumentos de inversión como fondos y ETF, se encuentran en zonas de mínimos históricos”, señala Darío García, analista de XTB.

Argumenta que la actual situación “deprimida” de los precios de las cotizadas e instrumentos de inversión suponen “una oportunidad con un coste de oportunidad bajo, pues con una gestión del riesgo adecuada, se pueden esperar rendimientos futuros elevados limitando el riesgo si la cotización mantiene la tendencia negativa”.

Recomienda que en el caso de invertir, “el instrumento más diversificado y estable es el ETF, con temáticas de inversión específicas del mercado del cannabis, ya sea en el ámbito primario (cultivo) o en el resto de la cadena de valor hasta llegar al consumidor”.

No obstante, cree que es una inversión “complicada”, ya que “en los últimos años, las fuertes inversiones de capital han creado un exceso de oferta de producto que el mercado no es capaz de absorber, ni siquiera incluyendo el segmento medicinal”.

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