Feijóo salva su liderazgo en el PP con el discurso de investidura y se arrima a Vox para hacer oposición a Sánchez

La sensación en el PP es agridulce tras la irrupción de Óscar Puente, el diputado raso del PSOE que ha eclipsado el discurso más aclamado de Feijóo desde que está al frente del partido

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La bancada popular aplaude al presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, tras su intervención en la primera sesión del debate de su investidura (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
La bancada popular aplaude al presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, tras su intervención en la primera sesión del debate de su investidura (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

“El día del no cumpleaños de Feijóo”, como lo apodó Patxi López, ha dejado luces y sombras para el Partido Popular. Las luces se han posado sobre el candidato del PP en la sesión de investidura, tras lograr un discurso al gusto de su bancada y de los 33 escaños de Vox. Las sombras las ha proyectado la intervención de Óscar Puente, que ha eclipsado a un Partido Popular que salía airoso del pleno que ratificaba su derrota parlamentaria.

El discurso de Feijóo logró que la amnistía fuese el hilo conductor de la jornada matutina. “Los principios, los límites y la palabra” se convirtieron en la reliquia de la que solo se podía vanagloriar el candidato popular, que señalaba a Sánchez como un futuro presidente a costa de una “aberración jurídica y moral”: la amnistía. El dedo acusador no dejaba de apuntar a los escaños del Gobierno: “Esta sesión de investidura nos retrata a todos, hoy y en el futuro. Retrata a quien antepone la ambición general al interés general, y a quien no lo hizo ni lo hará. Me retrata a mí y a usted, señor Sánchez”, pronunció Feijóo, arropado por los aplausos orgullos de los suyos.

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Alberto Núñez Feijóo ha comenzado su intervención cargando contra una posible ley de amnistía.

No dio un paso atrás en sus afirmaciones más cuestionables, como que tenía a su alcance los votos para ser presidente, lo que provocó los aspavientos y las burlas de la bancada socialista. Y es que Feijóo cuenta con su tope de apoyos: 172 (los 137 del PP, los 33 de Vox, y otros 2 de CC y UPN), porque los ‘síes’ de Vox excluyen las posibilidades con los partidos independentistas y nacionalistas. Pero el candidato insistió con su argumento: la única diferencia entre él y Sánchez radica en su “integridad” como candidatos, ya que Feijóo no está dispuesto a “pagar el precio” que piden los independentista.

“Me debo a quienes clamaron igualdad este domingo en las calles de Madrid. Me debo a la mayoría de los españoles”, “Ningún fin, ni siquiera la Presidencia del Gobierno, justifica los medios. Por eso, por donde otros ya han pasado y parecen dispuestos a pasar, yo no”, fueron algunas de las frases que levantaron la ovación de los suyos, también la de los barones, conocidos fiscalizadores desde la tribuna de invitados.

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Y es que la fórmula del PP para “truncar el relato” del PSOE antes de la investidura de Pedro Sánchez fue la acertada. Así lo trasladaban todas las voces populares que escucharon el discurso de su líder. “Es un buen discurso para iniciarse como líder de la oposición”, comentaba un presidente autonómico del PP, que veía en las palabras de Feijóo una forma de convencer a los de dentro, pero también a los de fuera. “Ha sido mejor de lo esperado”, añadía. Otra presidenta autonómica también se mostraba contenta con los límites a los independentistas, y un tercer barón lo situaba como un discurso para recordar, sobrio, pletórico y con muletazos profundos. Incluso desde el PP de Madrid elogiaban sin fisuras al candidato: “Muy bien al principio y al final”, “Contentos con el proyecto y que se vea que Sánchez no es de fiar”, apuntaban unos y otros.

Ese es el mensaje que el candidato quería dejar, y fue el que se mantuvo hasta que salió Óscar Puente a la tribuna de oradores. El PSOE dio el golpe de efecto con una aparición estelar que defendió como “coherente” para hacer la réplica a Feijóo. Lo cierto es que molestó mucho a los populares, que lo recibieron como una falta de respeto institucional. “Para protegerse y evitar su derrota Sánchez ha cruzado un nuevo límite que no tiene precedentes”, señala el PP, que cree que Puente representa al PSOE “más radical”. Varios diputados también expresaron su malestar tras su aparición, conscientes de que la misma desdibujaba el discurso de Feijóo. Nadie del entorno popular esperaba ver este martes a un diputado raso como Puente en la tribuna de oradores replicando a su candidato.

Feijóo se afianza en la oposición con Vox como aliado

Otro de los resultados de esta primera jornada de la sesión de investidura fue el acercamiento a Vox tras unas semanas tensas, en las que el Partido Popular descuidó conscientemente sus relaciones con los de Santiago Abascal. Todo se enmendó este martes en el Congreso. Feijóo les agradeció públicamente su apoyo, les defendió frente a las críticas del PSOE y de Sumar, y les situó por encima del “fango” parlamentario de los socialistas.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, durante la primera sesión del debate de investidura del líder del PP (Eduardo Parra - Europa Press)
El presidente de Vox, Santiago Abascal, durante la primera sesión del debate de investidura del líder del PP (Eduardo Parra - Europa Press)

Por su parte, Santiago Abascal reivindicó los acuerdos autonómicos entre ambos y llamó a extenderlos. “Le ruego que no se le olvide más: Vox no es el enemigo y además no va a desaparecer. Acepten la realidad y regresen a la distancia infinita con los enemigos de España y de la convivencia. Nos tendrán al lado”, lanzó en su discurso. También aprovechó para acercarles a algunos de sus postulados, asegurando que Feijóo había comprado el “adoctrinamiento en los colegios”, el negacionismo climático y la supremacía del español en los territorios bilingües. El líder del PP intentó salir del paso asegurando que no aspiraba a que ambos partidos fuesen lo mismo.

Con todo, las alusiones a los 33 de Abascal, una “formación unitaria”, fueron en un tono conciliador, agradeciéndoles su respaldo “responsable y generoso”, sin más contrapartidas que las expuestas. Y, de esta forma, Alberto Núñez Feijóo abre una nueva etapa para su partido, la de la oposición, al tiempo que afianza a sus asociados en la Cámara Baja: Vox, UPN y Coalición Canaria, los mismos que le han brindado su apoyo en una investidura que nace fallida.

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