El PSOE ningunea a Podemos: “Solo negociamos con Sumar, da igual los documentos que nos manden”

Podemos no pasa por su mejor momento. Ya no es el espacio hegemónico a la izquierda del PSOE. La formación morada lo ha asumido desde sus malos resultados en las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo, aunque eso no quita que intente, por todos los medios a su alcance, seguir teniendo relevancia e influencia, ser un actor principal en el escenario político actual. Pero no hace más que recibir agravios. El último, según ha podido saber Infobae España, este mismo martes, cuando desde el PSOE han trasladado sin pelos en la lengua al partido que dirige Ione Belarra que ya no es un interlocutor válido y directo. Lejos quedan ya los tiempos en los que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias eran socios indispensables.

Podemos anunció el pasado 16 de septiembre que iniciaba un proceso interno para redefinir su estrategia y marcar un nuevo rumbo, un periodo de “reflexión” y “debate colectivo” que culminará el 4 de noviembre con un documento político que fije que posición quiere ocupar tras el cambio de ciclo en el que Sumar les ha desbancado como principal protagonista. Apartado ya inexorablemente de muchos focos, Podemos necesita recalcar su autonomía y tras el acto del día 16 envió al PSOE una propuesta con cinco requisitos para apoyar la investidura de Pedro Sánchez.

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En un principio, el mensaje de Podemos sonó a amenaza, ya que siempre se ha dado por seguro el apoyo de los cinco diputados de Podemos (que forman parte de los 31 que obtuvo la coalición Sumar en las pasadas elecciones generales) en la previsible investidura de Sánchez. Podemos recalcó que solo era una propuesta y que los morados facilitarán sí o sí que Sánchez continúe en La Moncloa. Pero Podemos obtuvo sus titulares, lo que buscaba. Marcas distancias con Sumar. Seguir sintiéndose importante.

Podemos ha reclamado un acuerdo de Gobierno en el que se recoja una rebaja permanente del transporte público y un límite a los márgenes de beneficio de las empresas alimenticias; un compromiso de renovación del Poder Judicial; una moratoria de todos los contratos de alquiler durante la próxima legislatura y una subida del salario mínimo a 1.500 euros. Y lo más difícil de cumplir para sus socios: que Irene Montero continúe como ministra en un hipotético futuro Gobierno de coalición progresista.

Como respuesta, Podemos solo ha obtenido silencio por parte del PSOE desde que le envió su propuesta. Este martes, la secretaria de organización de Podemos, Lilith Verstrynge, llamó personalmente a Santos Cerdán, su homólogo en las filas socialistas, para intentar establecer un calendario que fije una especie de negociación entre ambos partidos. Pasando por encima de Sumar. Cerdán fue claro, según las fuentes consultadas. “El PSOE solo negocia con Sumar, da igual los documentos que nos mande Podemos”.

Y es que el PSOE entiende que Podemos ya está representado en Sumar, y que es la formación de Yolanda Díaz la que debe negociar con los socialistas, una negociación que lleva personalmente la vicepresidenta en funciones del Gobierno y líder de Sumar con la ministra en funciones María Jesús Montero por parte de los socialistas. El PSOE solo quiere un interlocutor para acordar un programa de Gobierno y un previsible reparto de ministerios. “Y ese es Sumar, no Podemos”.

Desde Podemos se han tomado con resignación las largas del PSOE. No hay otra. Pero es un agravio más que se añade a la larga lista que viene soportando los de Ione Belarra desde que Sumar manda y tomas las decisiones. Este mismo miércoles, por ejemplo, Irene Montero reconocía que habían solicitado intervenir en el debate de investidura de Alberto Nuñez Feijóo y que Yolanda Díaz no les dejó. Podemos ha decidido trasladar siempre que puede su malestar desde el nuevo altavoz mediático del partido, Canal Red.

“Es interesante el rol que juega Podemos, porque hay cosas que solo se dicen si nosotras salimos a la tribuna”, señalo este miércoles Belarra desde el canal que dirige Pablo Iglesias. “Hay formas que hacer política, que se ha demostrado que funcionan con el paso de los años, y que ayer [por el martes] no estuvieron representadas en el Congreso de los Diputados. Me parece una estrategia política errónea silenciar a una parte de la coalición en este tipo de debates”, sentenció Belarra.

A Podemos ya solo le queda quejarse mientras redibuja qué papel quiere seguir jugando dentro de Sumar. A la formación morada también le sentó como un tiro que los de Yolanda Díaz les dejaran fuera de las portavocías parlamentarias, a pesar de haber obtenido cinco diputados en las pasadas elecciones generales. Una decisión que, según Sumar, se tomó por “consenso”, y que según Podemos se tomó “a dedazo”. Es evidente que la relación entre Podemos y Sumar no pasa por su mejor momento y que cada vez es más tensa. Una relación que se empezó a resquebrajar cuando Yolanda Díaz vetó la inclusión de Irene Montero en las listas electorales.