El encarecimiento de los alimentos dispara las colas del hambre: aumentan en casi 5.000 las raciones diarias de los comedores sociales

Tras la pandemia, la situación económica de los hogares españoles ha empeorado considerablemente. El alza de precios de la energía en el verano de 2021 se trasladó poco después al resto de insumos básicos, afectando, principalmente, a los alimentos. Las familias vulnerables son uno de los colectivos más afectados por esta situación, ya que tienen una menor capacidad de asumir un nivel de vida más elevado. Esta situación se ve reflejada en los comedores sociales que, el pasado año, elevando un 10,5% los servicios ofrecidos, sumando casi 5.000 raciones diarias más.

El precio de los alimentos subió el pasado año un 15,7%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Productos básicos como la leche —con una subida anual del 37,2%—, del queso (22,1%), de los huevos (29,8%) o de los aceites (38,1%) fueron de las más reseñables. Esta situación generó que las familias españolas gastasen un total de 105.000 millones de euros en ir al supermercado, lo que supone un incremento del 9,1%, según los datos de la consultora Nielsen IQ.

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Sin embargo, no todas las familias han podido asimilar este alza de precios, empujando a muchos españoles a acudir a bancos de alimentos y comedores sociales. Esto últimos han elevado en un 10,5% las raciones diarias puestas a disposición de las personas más vulnerables. Según los datos de la Encuesta de centros y servicios de atención a las personas sin hogar, correspondiente al año 2022, los servicios de comidas repartieron un total de 51.379 diarias, frente a las poco más de 46.500 del año 2020 —último año con datos—.

De estas raciones, se han repartido 13.900 desayunos y 14.000 cenas, cifras muy similares a las del año que estalló la crisis sanitaria. Sin embargo, donde más se ha notado es a mediodía: los menús diarios ofrecidos por estos servicios han aumentado en 4.000, pasando de 18.524 comidas en 2020 a las 22.800 comidas a cierre del pasado año.

Por comunidades, Madrid y Andalucía son las regiones que más raciones entregan, superando los 8.000 servicios diarios. De lejos les siguen País Vasco, con 4.487 menús diarios, Galicia, con 4.397 y Cataluña con 4.134 raciones entregadas cada día, según los datos del INE. Este aumento de las familias que acuden ha repercutido, a su vez, a un aumento de los centros, que se han incrementado en un 4% en los últimos dos años.

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El caso de los comedores sociales es similar a la situación que viven muchas organizaciones que se encargan de repartir comida a las personas con bajos ingresos. Durante los primeros seis meses del pasado año, los bancos de alimentos repartieron 165 millones de kilos, lo que supone el 95% de los alimentos que se entregaron en 2021, cuando fueron 172 millones de kilos. La situación a la que se enfrentan en la actualidad los bancos de alimentos ha empeorado «considerablemente», debido al aumento de precios de los alimentos básicos y a la crisis alimentaria derivada de la guerra en Ucrania.

Un aumento de la demanda que no viene acompañada de un incremento de las donaciones, lo que dificulta mucho la situación de estas organizaciones. El pasado año, los bancos de alimentos tuvieron que hacer frente a una situación «preocupante» por el descenso de entre un 40% y un 50% en las reservas de sus despensas, como consecuencia de la crisis alimentaria provocada por la guerra de Ucrania y la inflación.