¿Cuál es la diferencia entre herencia testada y herencia intestada? Esta es la forma en la que se reparten

Los familiares de la persona causante no siempre tienen a mano su testamento y el camino a seguir es diferente en cada uno de los casos

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Una pensionista habla por teléfono durante los trámites de una herencia. (Getty)
Una pensionista habla por teléfono durante los trámites de una herencia. (Getty)

Muchas veces, cuando una persona fallece, no existen herederos. En otros casos es imposible localizarlos y algunos rechazan los bienes correspondientes. Las herencias sin reclamar son una realidad, igual que ocurre con las herencias sin testamento. Los familiares no solo se enfrentan a la pérdida de un ser querido, sino que también tienen que lidiar con un proceso legal y financiero de lo más engorroso. Lo primero que tienen que hacer los descendientes de la persona causante es ponerse en contacto con las autoridades y expedir el testamento, sin embargo, este escrito no siempre existe.

Cuando una persona muere sin dejar testamento, sus propiedades se reparten de acuerdo con las normas de distribución vigentes en cada país. Mucha gente se sorprende, pero cada vez son más los ciudadanos que prefieren no dejar por escrito cómo proceder con el reparto de sus bienes y derechos por una cuestión supersticiosa. El testamento no solo supone un ahorro de tiempo y trámites para los herederos, sino que también evita rencillas familiares y deja claras las últimas voluntades de la persona causante. Los herederos pueden recibir igual su parte correspondiente de la herencia sin necesidad de presentar este documento, no obstante, el procedimiento es distinto del habitual.

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La muerte de una persona sin testamento es uno de los supuestos que contempla la sucesión intestada, también conocida como sucesión legítima o ab intestato. La sucesión de trámites y diligencias no es un camino de rosas, pero los familiares no tienen por qué preocuparse. En la otra cara de la moneda está la sucesión testada, es decir, aquella que se organiza en base al testamento de la persona causante, por lo que sigue a rajatabla sus voluntades e intenciones.

Cada comunidad tiene sus propias reglas para heredar. (Getty)
Cada comunidad tiene sus propias reglas para heredar. (Getty)

Las diferencias entre la herencia testada e intestada

La herencia testada es aquella que se reparte mediante lo dispuesto en el testamento, es decir, siguiendo la voluntad y los deseos de la persona causante. La herencia intestada, en cambio, entra en juego cuando no existe testamento o cuando, pese a tenerlo localizado, las autoridades competentes no lo consideran válido. La transmisión de bienes y propiedades se realiza en el primero de los casos tomando como referencia las últimas voluntades de la persona fallecida, que marca los derechos y proporciones con las que cuenta cada uno de los sucesores. La única limitación a sus peticiones vendrá determinada por los herederos forzosos, que siempre pueden reclamar su parte del botín.

Cuando no existe testamento, los familiares tienen que acudir al notario y confirmar que realmente la persona causante no ha dejado ni rastro de este escrito. En estos casos, el reglamento determinará quiénes son los herederos y cuál es el orden sucesorio, todo ello en base a una escala de parentescos. La principal diferencia entre la sucesión intestada y la testada es que la primera se regula, no por la voluntad de la persona causante, que es inexistente, sino por ministerio legal: los familiares llamados a heredar serán los herederos legales.

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