El inicio de curso escolar en la Comunidad de Madrid ha sido ajetreado, especialmente para profesores como Nerea. Tras lograr una plaza como interina para dar clases de Lengua y Literatura, esta docente se enfrentó a errores informáticos constantes que le impedían optar al puesto que había logrado mediante los exámenes de la oposición. “En la primera asignación yo estaba de número ocho en la lista, pero no pude ni seleccionar los colegios y ni las ofertas de vacante que salían ofertadas. Sin embargo, fueron asignando vacantes a gente que en la lista estaba muy por detrás de mi posición”, relata a Infobae España. El portal de empleo para el profesorado ha sufrido durante todas estas semanas muchas incidencias que han terminado por generar un desorden administrativo con decenas de afectados.
Ese fue el último episodio de un septiembre caótico que ha traído de cabeza al profesorado de la región. El curso empezó el día 6 de septiembre, cuando aún no habían empezado siquiera los llamamientos de todos esos docentes que no tienen plaza fija. Tampoco de los sustitutos. En total, los sindicatos estimaban una falta de 3.000 profesores para iniciar las clases en Madrid y la realidad es que durante todo el mes han terminado por entrar en el cuerpo de docentes un total de 3.747, más que incluso en los cálculos más negativos.
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Al error informático que ha impedido que los docentes escojan plaza con normalidad dentro de la plataforma ARES se ha sumado la “falta de coordinación” de las Direcciones de Área Territorial (DAT) de la Consejería de Educación, que graban las vacantes que luego son asignadas. Los departamentos no actualizaron sus vacantes a la vez y durante unas semanas solo se destinaban profesores en el DAT Norte, situación que generó un enorme caos administrativo porque se alteraba el orden de prioridades y selecciones de plazas en función de los méritos logrados durante la oposición. De hecho, el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) se ha cerciorado de que varias áreas DAT comenzaron a notificar las vacantes disponibles el mismo día que se inició el curso, situación que ha agravado aún más el arranque de curso, que durante casi tres semanas ha tenido falta de profesores en las plantillas de muchos colegios e institutos de la comunidad.
Fallos informáticos
“Hasta el 22 de septiembre, prácticamente no se habían asignado todas las plazas”, denuncia Isabel Galvín, coordinadora de Enseñanza en CCOO Madrid. “La vuelta al cole no se trata solo de abrir las puertas a los niños, sino que los profesores estén disponibles”, denuncia la sindicalista, que reconoce que el trabajo administrativo ha sido tan intenso durante el verano para atender todas las demandas de profesores afectados, que tuvieron que aumentar la plantilla de la asesoría jurídica: “Suspendimos nuestras vacaciones en agosto porque la situación fue de emergencia extraordinaria. Hay miles de profes afectados”, apunta.
En total, entre vacantes y bajas a cubrir, la Comunidad de Madrid ha registrado un total de 2.171 asignaciones al cuerpo de maestros (infantil y primaria) y 1.304 en secundaria. Otros 143 han sido para cubrir huecos entre el profesorado de la Formación Profesional, 60 en las Escuelas Oficial de Idiomas y otros 50 en Música y Artes Escénicas. Ante todo este caos, la Consejería de Educación ha asegurado brevemente a Infobae España que “la Comunidad de Madrid cumple con la normativa establecida para las asignaciones de profesores interinos en Secundaria”.
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“La aplicación informática ha fallado desde el primer día y no nos han ido dando soluciones. Y sabiendo que había errores informáticos masivos, asignaron esas vacantes, habiendo personas que no pudimos ni participar, se han cometido muchas irregularidades”, denuncia Nerea, una de las profesoras afectadas, que finalmente logró obtener plaza el pasado viernes, después de varias semanas viendo cómo la aplicación de la Comunidad de Madrid se bloqueaba cada vez que intentaba seleccionar una plaza.
“Esto supone un deterioro de la educación pública de cara a las familias y sociedad. Deberían tener 24 horas, pero a veces solo daban tres o cuatro. Ha sido un caos, fruto de un déficit de gestión y falta de planificación”, alega Galvín, que al calcular cuántos sueldos se han quedado sin pagar durante estas tres semanas, estima que “la administración se ha ahorrado más de 350.000 euros fruto de estos no nombramientos”.