Así es el búnker nuclear con capacidad para 20 personas que se subasta en Huesca

¿Alguna vez has imaginado que podrías vivir en un búnker nuclear en España? Aunque es habitual que esto parezca algo lejano e, incluso, parte del imaginario, lo cierto es que ahora es posible. En Benabarre (Huesca) ha salido a subasta pública un refugio habilitado como vivienda, que cuenta con unos 220 metros cuadrados y se ubica en un terreno de cuatro hectáreas (41.396 metros cuadrados). Pero, para disfrutar de la experiencia que supone residir en una construcción de este tipo, es fundamental disponer de una cantidad de dinero importante para poder pagarla.

Pese a que todas las semanas se llevan a cabo subastas públicas de todo tipo de bienes inmobiliarios, este es un activo sorprendente. Y es que se trata de un búnker nuclear en el que es posible hacer vida normal, ya que está habilitado para ello, y es propiedad de una empresa privada. Esta construcción antiatómica y antisísmica está ubicada en la partida Fon de Boix, donde fue levantada en 2011 con el propósito de dar cobijo a entre 12 y 20 personas.

Como es habitual en estos casos, cualquier persona, empresa o inversor puede participar en esta subasta, que permanecerá abierta en el portal especializado Escrapalia hasta el próximo 11 de octubre. Pero, como compromiso de interés real, es necesario realizar el depósito de una garantía de 37.500 euros para participar.

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Una de las señas de identidad del búnker nuclear que se subasta en Aragón es que tiene una autonomía de tres a cinco meses en caso de que se desate un conflicto mundial. Por ello, es uno de los refugios más avanzados de España y, aunque está valorado en 850.000 euros, su precio de salida es de 750.000 euros.

Su elevado precio parece justificar unas condiciones que hacen del refugio un lugar ideal para vivir, ya que es de uso residencial y dispone de planta baja y sótano. La primera es de 70 metros cuadrados construidos y cuenta con un dormitorio, dos baños, una cocina y un comedor. Por su parte, el sótano dispone de 150 metros cuadrados, es casi invisible y está adaptado para acoger a 12 personas. Asimismo, su estructura es de alta calidad y tiene altas medidas de seguridad.

Pero esto no es todo, dado que la vivienda también tiene agua potable para consumo humano y riego de la superficie. Está en buen estado de conservación: tiene acabados modernos y funcionales. Por si esto fuera poco, dispone de un grupo electrógeno de 15 kW con 4.000 litros de gasoil y placas solares. A su vez, el refugio contiene baterías recargables y almacenamiento de agua potable de 15.000 litros.

La guerra entre Rusia y Ucrania parece haber reavivado el miedo a un posible conflicto bélico que se extienda por Europa, lo que ha despertado el interés por los búnkeres. Y es que estas son estructuras que sirven de refugio en caso de bombardeo o contra agentes biológicos. Al ser, por lo general, subterráneos, hay dos cuestiones fundamentales en las que hay que fijarse: que tenga buena comunicación y fuentes de energía.

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Así, para evitar la incomunicación, es clave contar con una red WiFi subterránea, aunque esto es bastante caro y lleva a muchos a depender de cables exteriores. Otra opción es disponer de un equipo HF de radio aficionado, a pesar de que este depende de una antena exterior. Esto permitiría a la gente del búnker ponerse en contacto ante una emergencia y recibir noticias.

En cuanto a la batería, se aconseja que se recarguen con electricidad, pero se destinen a hogares. Hay que tener en cuenta que, en un espacio reducido y cerrado como este, muchos electrodomésticos serán prescindibles, como la lavadora. Además, lo mejor es calentar la comida con un hervidor, para reducir el humor del búnker.