El endeudamiento de las comunidades autónomas no ha dejado de crecer en los último 15 años hasta cerrar 2022 registrando su máximo histórico con una deuda de 316.800 millones de euros, lo que representa un 23,9% de su PIB, según recoge el último informe de BBVA Research sobre Endeudamiento de las Comunidades Autónomas.
Las regiones más endeudadas con respecto a su producto interior bruto fueron la Comunidad Valenciana, con un 44%; Castilla-La Mancha y Cataluña, ambas con un 33%, y Murcia, con un 32%. Mientras que las que menos deuda registraron fueron Navarra, Canarias, País Vasco y Madrid, por debajo del 14% de su PIB regional.
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El informe establece que el ranking cambia cuando se analiza el volumen de la deuda de cada comunidad sobre el total. En este caso, Cataluña lidera el endeudamiento con un 26,6%; la Comunidad Valenciana, alcanza el 17,4%, y Andalucía, un 11,9%; las tres concentran el 56% de la deuda autonómica. Mientras que en términos de deuda per cápita, las más endeudadas son Cataluña y la Comunidad Valenciana que triplican el nivel de deuda de las menos endeudadas.
Cambia el modelo de financiación
Los recursos utilizados por las comunidades autónomas para financiarse han evolucionado en función de las condiciones de los mercados. El informe indica que entre 1995 y 2011, la emisión de valores fue ganando peso. En ese periodo, de media, la emisión de valores representaba un 47% del total de la financiación, frente al 53% de los préstamos.
No obstante, el cierre de los mercados en 2012, provocado por la crisis financiera, y la entrada en vigor de mecanismos de liquidez, como el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), restó peso a estos instrumentos de financiación.
El fondo de liquidez forma parte de los mecanismos que el Gobierno central creó en 2012 para facilitar liquidez a las comunidades autónomas en un momento de cierre de los mercados financieros. Actualmente, el FLA representa casi el 59% de la deuda autonómica, frente al 14% de los valores emitidos en el mercado. Según el informe, a partir de 2020, algunas de las comunidades recurrieron de nuevo a las instituciones financieras para captar financiación y los préstamos ganaron peso hasta representar el 27% del endeudamiento autonómico.
Un ahorro del un punto porcentual del PIB
Los mecanismos de liquidez han reducido el coste de la deuda autonómica. Así, las comunidades que nunca han recurrido a la financiación del FLA, y que se financian directamente en el mercado, registran un mayor tipo implícito de su deuda. Mientras que, en general, las comunidades con mayor nivel de deuda y mayor dependencia del FLA tienen un coste de la deuda reducido.
Desde BBVA Research consideran que el FLA permitió “el acceso a la financiación en un momento de cierre de los mercados y, además, a unas condiciones muy favorables”. En su ausencia, las comunidades habrían tenido que asumir un coste promedio adicional de más de 1 punto porcentual, lo que habría situado su endeudamiento 2 puntos porcentuales del PIB por encima del nivel registrado en 2022.