Carlos Alcaraz se ha mostrado siempre cercano a sus familiares y seguidores. Tanto es así que su lema, el que también lleva tatuado, corresponde a una frase típica que su abuelo siempre le decía, ‘cabeza, corazón y cojones’. No es la primera vez que el de El Palmar se para a firmar autógrafos o se muestra cercano con los suyos. Este último episodio lo protagonizó el sábado junto a Ferrero, cuando realizaron el entrenamiento en las pistas duras de El tiro Pichón, en El Palmar, para sorpresa de los vecinos de la localidad. Decenas de personas se agolparon en las inmediaciones de la pista para ver el entrenamiento de Carlitos, así como para pedir algún que otro autógrafo y alguna foto.
No es la primera que se muestra orgulloso de sus orígenes. En mayo del año pasado, tras vencer a Zverev en la final del Madrid Open, escribió en la cámara un mensaje que decía: “Viva El Palmar y Viva Murcia”, además de otros mensajes que ha dejado orgulloso de su tierra.
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Que locura !!!!
— @RealSociedadClubDeCampoMurcia (@clubcampomurcia) September 23, 2023
¿Que ocurre?
Es @carlosalcaraz entrenando en nuestro club . pic.twitter.com/dw9iruPEsz
El club que lo vio crecer
El Real Sociedad Club de Campo de Murcia es conocido popularmente como El Tiro Pichón, está situado en El Palmar, localidad que vio crecer al tenista, y fue donde Alcaraz comenzó su andadura. Lo dirigía su padre. A los 14 años se marchó a la Equelite JC Ferrero Sport Academy en Villena.
Los logros del joven tenista ha provocado que los socios del club de tenis que lo vio crecer crezcan exponencialmente. En 2020, eran 600 familias las que poseían carné, y actualmente, superan los mil abonados. También la actividad de las instalaciones ha aumentado, con centenas de jóvenes diarios que golpean la pelota en la escuela de tenis. La concurrencia también ha aumentado para su escuela de tenis, la Carlos Alcaraz Tennis Academy by Reina, que dirige desde hace 29 años su padre, Carlos Alcaraz González.
“Indudablemente que lo que está haciendo Carlos Alcaraz, con sus éxitos internacionales, tiene su repercusión en lo que aquí hacemos y en cierto modo también influyó la pandemia del coronavirus y sus efectos. El tenis fue el primer deporte que arrancó tras el confinamiento, pues se percibe como una actividad segura ante los posibles contagios y muchas familias trajeron a sus hijos a practicarlo aquí desde otros deportes. Además, el tenis se puede jugar al aire libre aquí por el buen clima que tenemos y engancha y todo eso hace que las escuelas de la Región estén a tope”, fueron las palabras del coordinador de la escuela, Alfredo Octavia Sarría Amorós, para EFE en una entrevista el año pasado.
El coste de formar parte de este club asciende a 50 euros mensuales por familia, además de haber realizado un desembolso inicial de 2.000 euros y estar avalado por otros dos socios. En sus instalaciones cuentan con 12 pistas de tenis de tierra batida y una de superficie dura, además de cuatro de pádel, entre otras comodidades.