Un pequeño paso para el fútbol, un gran salto para el femenino: esto es lo que han conseguido las futbolistas desde que se coronaron campeonas del mundo

En un mes, la polémica no ha dejado de rondar sobre el equipo femenino, pero ha dado sus frutos. Los cambios que las futbolistas tanto ansiaban parece que comienzan a producirse

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España, campeona del Mundial 2023
España, campeona del Mundial 2023 Australia y Nueva Zelanda (Europa Press)

Minuto 103 en el marcador, Inglaterra saca un córner que acaba en las manos de Cata Coll, portera de la selección española, y Tori Penso pita el final del partido. España acababa de conseguir la mayor gesta de la historia del fútbol femenino: acababa de convertirse en campeona del mundo. La copa ya era de la selección y la estrella ya siempre lucirá en su pecho. Pero la gloria duró mucho menos de lo esperado. El beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso desvió el foco relegando la gesta que acababan de conseguir las jugadoras a un segundo plano. A partir de ese momento, comenzó el huracán, una cruzada entre jugadoras y RFEF, que obligaría al equipo a “no ser solo futbolistas”, pero sí a alzar la voz y conseguir mucho más que una copa: derechos para el fútbol femenino.

Los abrazos y gritos de campeonas dieron paso a reuniones, comunicados. Situaciones que lejos quedan de su trabajo: futbolistas. Se han visto obligadas a defender sus derechos, a gritar basta, a no ceder en cuestiones “básicas”, como ellas lo definieron, para poder avanzar y llegar a una estructura que “no tolere ni forme parte de hechos tan denigrantes”. En concreto, detallaron en un comunicado que los cambios que habían especificado a la Federación se basaban en “la tolerancia cero ante esas personas que desde un cargo dentro de la RFEF han tenido, incitado, escondido o aplaudido actitudes que van contra la dignidad de las mujeres. Creemos firmemente que se requieren cambios contundentes en los puestos de liderazgos de la RFEF y, en concreto, en el área del futbol femenino. Todas esas personas entendemos que deben estar lejos del sistema que debería protegernos y que por desgracia se aleja mucho de una sociedad avanzada”.

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Y sí, hubo cambios, el primero en salir del organismo fue Luis Rubiales, entonces presidente de la Federación y autor de beso no consentido que inició la tormenta posterior. A pesar de que se aferró cuanto pudo al cargo, finalmente se vio obligado a dimitir tras haber sido sancionado primero por la FIFA. Y con él, le llegó el turno al ya exseleccionador, Jorge Vilda, con quien ya tuvieron problemas tras la Eurocopa de 2022. Entonces, las jugadoras ya transmitieron a la Federación que el vestuario y el técnico no estaban en sintonía, lo que llevó a muchas de ellas a abandonar La Roja. Las primeras piezas habían caído, pero no iban a ser las únicas.

En la ya famosa ‘cumbre de Oliva’ se prometieron más cambios estructurales. Dicho y hecho. Este miércoles, si este miércoles, hace tan solo cuatro días, la RFEF anunció la destitución de Andreu Camps, el secretario general de la Federación. El mismo que se negó a que las camisetas de las internacionales llevaran su nombre en la espalda porque “suponía mucho gasto”. Miguel García Caba fue el siguiente y hasta el momento el último en la purga que se está produciendo en la RFEF. El director del departamento de Integridad fue le que grabó a Tebas para conseguir el beneplácito de Rubiales.

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Sin embargo, las jugadoras no solo han conseguido que se cese a directivos “rubialistas”, sino mucho más. También han dado un paso al frente en cuanto derecho para el futbol femenino, cuestión que hasta el momento no preocupaban a nadie más que a las jugadoras, pero estas se han cansado de “una discriminación sistemática con el femenino”, como afirmó Alexia Putellas.

Más derechos para el fútbol femenino

Lo único que queremos es jugar a fútbol en unas condiciones dignas en las que se nos respete. Ahora mismo, o hasta ahora, no ha sido del todo posible, y después de lo que pasó en la final, totalmente imposible. Estamos intentando, demandando cambiar cosas para que llegue ese punto en el que las jugadoras sólo se dediquen a jugar y no a estar pendientes de si el sistema funciona o no funciona. De estar totalmente sin apoyos, digamos”, explicó Irene Paredes en la rueda de prensa previa al partido frente Suecia.

Los cambios que pactaron en la ‘cumbre de Oliva’ tienen que ver con el desarrollo de la Ley del Deporte en lo que respecta a las políticas de igualdad, en igualdad salarial y calidad de infraestructura. El primer cambio no se hizo esperar. Tan solo unas horas más tarde, dado que la reunión finalizó a las 5 de la madrugada, la Federación anunció el pasado miércoles que, a partir de ahora, habrá una marca única “Selección Española de Fútbol” que iguala a los combinados masculino y femenino. “El logotipo y la marca de la Selección Española de Fútbol, con dos años de antigüedad, ejercerá así de denominador común para los equipos nacionales masculino y femenino; lo hará, además, ya de una forma totalmente uniforme, al incluirse de modo oficial la estrella conseguida por las recientes campeonas del mundo”, rezaba el comunicado de la Federación.

A este se unen otros cambios en los que ya se está trabajando y que antes o después acabarán llegando. Las futbolistas han conseguido seguir avanzando en derechos luchando por lo que mereces. Puede que muchos lo vean como un pequeño paso en el mundo del fútbol, pero para el femenino es todo un salto hacia delante.

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