Junto con provincias como Salamanca, Cáceres o Huelva, Ourense es una de las regiones de nuestro país que hace de frontera con Portugal. En sus inmediaciones son numerosos los rincones que se esconden conformando maravillosos paisajes. A este se le suman unas villas medievales que guardan una importante historia detrás debido a su situación fronteriza. Y en estos conflictos no podían faltar los castillos. Uno de los más relevantes que controlaba la línea fronteriza es el castillo de Ciudad Rodrigo, que además, a día de hoy es Parador.
En este sentido, en lo alto del valle del río Támega, en el Valle de Monterrei, límite con la ciudad de Verín, se alza imponente el castillo de Monterrei. Se trata de una de las fortalezas mejor conservadas de Galicia, por lo que es considerada como la plaza fuerte más valiosa de la comunidad. Al igual que el de Ciudad Rodrigo, constituyó un enclave estratégico en la frontera con Portugal y tras una rehabilitación, en el año 2015 entró en la red de Paradores de España. De esta forma, el viajero se encuentra en este espacio una fusión perfecta entre historia y modernidad.
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Un castillo del siglo XIII
La fortaleza que se puede contemplar hoy en día es el resultado de las construcciones que se fueron levantando a lo largo de su historia, cada una con su estilo. El castillo, original del siglo XII, presenta tres recintos amurallados, donde destaca la torre de las Damas, del XIV, y entre los siglos XV y XVII los sucesivos condes de Monterrei añadieron un palacio renacentista, la torre del homenaje, un hospital de peregrinos y la iglesia de Santa María. Posteriormente, se construyeron sendos conventos de franciscanos y jesuitas.
“Era, pues, un recinto con funciones militares, pero también espirituales y culturales, pues aquí se imprimió en 1494 el Missale Auriense, el libro impreso en Galicia, con colofón, más antiguo que se conserva: un ejemplar en la Biblioteca Nacional de España y otro en el museo de la catedral de Ourense”, así lo explica Francesc Ribes en su libro Rutas para descubrir la España vacia (Anaya Touring).
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Multitud de comodidades y una rica gastronomía
El Parador brinda al visitante una de las experiencias más especiales que se puede encontrar en Galicia. Todo ello gracias a la exquisita mezcla de modernidad con un clasicismo propio de la Edad Media. A esto se le suman la gran cantidad de comodidades y servicios que alberga y que siempre están a disposición del cliente.
Asimismo, su restaurante es un “exponente de la autenticidad de la cocina gallega de interior y está consagrado al producto local más genuino. Algunos son los quesos gallegos con Denominación de Origen, los pescados y mariscos de las lonjas atlánticas, la patata de Xinzo o los grelos, fundamento de su sabroso caldo gallego”, tal y como explican desde el portal web del Parador. Así, el viajero puede disfrutar de sus especialidades más selectas: merluza a la gallega, lacón con grelos y chorizo, empanada de nuestro obrador o filloas a la crema perfumadas al orujo.
Un paseo por el entorno
Si se visita el castillo de Monterrei o se pasa una noche en él, uno no se puede marchar sin admirar su entorno. Algo primordial es conocer y admirar el patrimonio arquitectónico e histórico de la fortaleza, pudiendo hacer alguna de las visitas guiadas que recorren todo su conjunto.
Igualmente, la cercana ciudad de Verín también merece una visita, pues en ella se pueden contemplar monumentos de gran valor como la Casa del Escudo o la Capilla de San Lázaro. A tan solo tres kilómetros de la fortaleza se encuentra una joya histórica de Ourense, la iglesia de Santa María de Mixós, que data del siglo X,
Cómo llegar
Desde Ourense, el viaje hasta el Parador es de alrededor de 50 minutos por la carretera A-52. Por su parte, desde Braganza (Portugal) el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 30 minutos por la misma vía.