La nueva seleccionadora española femenina de fútbol, Montse Tomé, ha comparecido en la previa del partido contra Suecia para intentar explicar cómo es su sentir a raíz de la primera convocatoria en el cargo, que le ha puesto en el disparadero. “Si las jugadoras no nos quieren, eso no lo siento, no lo he oído de ellas”, ha llegado a reconocer, con semblante y tono preocupado en todo momento.
“Es cierto que todo lo que hemos vivido y llevamos viviendo es fruto de algo que ha pasado grave. Siento que es algo que se escapa de lo profesional, de lo deportivo. Todos sabemos lo que ha ido ocurriendo aquel día, el día de la final. Deberíamos estar celebrando un triunfo increíble, y realmente todo lo que pasó después fue muy desagradable. Lo catalogo como algo fuera de lo deportivo. En cuanto a lo deportivo, ayer (por el miércoles) hemos podido entrenar. Son profesionales, han entrenado bien. Todos y todas somos profesionales”, ha expuesto Tomé, que más tarde ha recalcado: “Llevo poco tiempo en el puesto. Tengo confianza en el trabajo, tengo ganas de que se solucione esto. Tenemos ganas de trabajar”.
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“Desde que empecé en el cargo, y viendo esta situación excepcional, traté de centrarme en lo deportivo. De pensar en lo que yo podía controlar. Formar mi staff y empezar a pensar de qué manera podíamos organizar la planificación para Suecia y Suiza. Han ido sucediendo cosas que yo no controlo, lo gestionan otras personas. Quizás haya habido un fallo en la comunicación. Yo y todo mi staff hemos querido siempre proteger a las jugadoras, ayudarlas y estar con ellas. Estar con Jenni (Hermoso), que es la que lo ha pasado realmente mal. He compartido con ella muchas cosas y empatizo con ella en todo. Tengo que ser profesional y sacar una convocatoria. Elijo, elegimos, las que para nosotras eran las mejores. La intención siempre fue ayudar. Escucharlas, entenderlas. No sé si ha sido comunicación, falta de tiempo…”, contó también.
“Mi intención siempre fue ayudar”
Tomé quiso hacer hincapié en uno de los motivos por los que más ha sido señalada. “Sí he hablado con las jugadoras. Con todas, no. Nadie me preguntó si había hablado con todas. No voy a decir con qué jugadoras y lo que he hablado. Eso forma parte del secreto profesional”, intentó aclarar. “Mi intención siempre fue ayudar”, reiteró.
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“Hay situaciones fuera de lo que es deportivo y que no puedo controlar ni ejecutar. Al final, el problema sabemos cuál fue. Esos cambios que se solicitan no forman parte de lo que puedo gestionar o dirigir”, zanjó Tomé.
El partido contra Suecia, con el que se debuta en la Nations League (clasificatoria para los Juegos Olímpicos de París 2024), viene marcado por el conflicto latente entre las futbolistas y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Aunque la intervención del Gobierno, vía Consejo Superior de Deportes (CSD), ha servido para empezar a hacer cambios y buscar soluciones, la tensión sigue vigente: el proceso renovador está todavía en una fase muy primaria.
Es lo que transmite el malestar que las jugadoras españolas siguen demostrando, aun después de la cumbre de Oliva (Valencia). Varias dejaron claro que no querían estar con la selección, pero la realidad es que 21 de las 23 convocadas por Montse Tomé, con la excepción de Mapi León y Patri Guijarro, han permanecido en el equipo nacional. Lo decidieron así confiando en que las modificaciones demandadas llegarán.