La industria es uno de los sectores más afectados por la subida de los precios de la electricidad, debido al importante consumo que requieren las actividades que llevan a cabo. Este es uno de los motivos por los cuales el tejido industrial español se ha sumado a la senda de la reconversión energética con el fin de aspirar a un mayor peso de las renovables para satisfacer su demanda. Una ambición que ya se refleja en los datos: la cuarta parte de la energía que utiliza la industria española procede de fuentes renovables, porcentaje que supera de largo el de otras industrias europeas como Italia, Alemania o Francia, así como la media de la Unión Europea.
En concreto, en 2021 alcanzó un récord del 25,1%, que incluye tanto el consumo directo de renovables para producir calor –el 9,9%, fundamentalmente biomasa– como la energía eléctrica generada a partir de fuentes renovables, que supuso el 15,2%, según el informe de la consultora Opina 360 presentado en el II Foro de Industria y Energía (FIE2023).
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En el contexto de las principales economías europeas, la industria española es la que ha alcanzado un mayor porcentaje de consumo de renovables, por delante de Italia (19,8%), Alemania (18,7%) y Francia (13,4%) y también de la UE (22,3%). Así, el peso de la energía verde sobre el total del consumo energético industrial en España creció ocho décimas en 2021 con respecto al año anterior. De este modo, la cifra actual duplica el porcentaje que se registraba hace 15 años.
Pese a este crecimiento, el estudio destaca que la mayor parte de la descarbonización de la industria llega por la vía indirecta de la generación eléctrica, puesto que la transición energética del sector “avanza lentamente”. En este sentido, subraya que el peso de las renovables de uso directo “solo ha crecido cinco puntos en dos décadas”, al pasar del 5% al 9,9%, y se han producido pocos cambios hacia una mayor electrificación, que en la actualidad supone el 32,4% de la energía final del sector industrial.
El autoconsumo, la asignatura pendiente
El director de Opina 360, Juan Francisco Caro, consideró que “hay que tener en cuenta que la electrificación no es suficiente para descarbonizar la producción industrial, puesto que más de la mitad de la energía eléctrica que se genera en España procede de fuentes no renovables como la nuclear y el gas, y que el autoconsumo industrial de electricidad es todavía escaso”.
De acuerdo con la estimación que recoge el informe, en 2022 se habrían alcanzado los 2.600 gigavatios hora (GWh) de autoconsumo fotovoltaico, que solo suponen en torno al 3,5% del consumo eléctrico del sector industrial. Asimismo, los datos reflejan que a lo largo de los últimos 20 años se ha producido un paulatino descenso del consumo de petróleo y derivados, que se ha traducido en una disminución de casi 12 puntos de su peso sobre el total.
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La mayor parte de ese espacio lo ha ocupado el gas natural, que ha aumentado hasta el 43,5% y se afianza como la principal fuente directa de energía para la industria española. Al respecto, el informe resalta que España tiene la industria más dependiente del gas natural entre las principales economías europeas, frente al 38,8% de Francia, el 36,1% de Alemania, el 35,1% de Italia o el 32,7% de la media de la UE.
“La dependencia del gas natural es aún mayor si se añade el 26% de la producción eléctrica que se produce con esta fuente de energía. Estaríamos hablando de que más de la mitad de la energía que consume la industria, un 52%, procede de forma directa o indirecta del gas natural”, añadió Caro.