En Ferraz no quieren hacer sangre con las críticas de Felipe González y Alfonso Guerra vertidas este miércoles, cuando volvieron a protagonizar un acto juntos 30 años después en un momento delicado para el partido por las negociaciones con los independentistas de cara a una eventual investidura de Pedro Sánchez. Si bien varios dirigentes han expresado en público su descontento por las palabras de la vieja guardia, desde el cuartel general de los socialistas descartan una posible expulsión de ambos exmandatarios, una sombra que se posa después de la expulsión de Nicolás Redondo la semana pasada.
“Desleales son los que no respetan las mayorías del partido, ¿no?”, ha respondido el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en los pasillos del Congreso. “Yo creo que en el 2016 hubo una decisión de los militantes, que fue refrendada en el 39 y el 40 Congreso del PSOE, y esa es la voluntad y la palabra del Partido Socialista”, ha recordado el número tres de los socialistas sobre la elección de Pedro Sánchez como secretario general del partido.
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Cerdán ha parafraseado así al exvicepresidente Alfonso Guerra, quien en la presentación de su libro junto a Felipe González tachó a Sánchez de “desleal” y de “disidente” por negociar una posible amnistía para los encausados por el procés. “Yo no he sido desleal, no he sido disidente, es más bien el otro, que va cambiando”, pronunció Guerra ante un auditorio lleno hasta la bandera por la expectación que generó el evento.
Pese a estas palabras, el secretario de Organización del PSOE ha destacado que la Ejecutiva del PSOE “respeta” lo que puedan decir sus exdirigentes, “pero no es la decisión del Partido Socialista, y no como antes, sino como ahora, los militantes pueden elegir”, ha respondido en relación a la consulta que deberá hacer el PSOE sobre un eventual pacto de gobierno con Sumar (bajo esta fórmula, de forma implícita, la militancia también se pronunciaría sobre las negociaciones con las diferentes fuerzas del arco parlamentario).
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En esencia, desde la sala de máquinas de los socialistas diferencian las palabras de estos exdirigentes, que forman parte de críticas “puntuales”, a las declaraciones de Redondo, quien fue expulsado del partido por “reiterado menosprecio a las siglas”. En Ferraz no se contempla la posibilidad de que se les expulse ni que se les aplique “medidas disciplinarias”, ya que entienden que “no han faltado a las siglas”. No obstante, reconocen que la cúpula no se ha puesto en contacto con Guerra o González.
Carmen Calvo, después de que Alfonso Guerra haya criticado a Yolanda Díaz por ir a la peluquería: "Es absolutamente detestable que se nos juzgue por el pelo en vez de por las neuronas. Guerra se lo tiene que mirar. Se lo tiene que mirar" https://t.co/YoHflwaWy4 pic.twitter.com/fks4AOHI7p
— Europa Press (@europapress) September 21, 2023
Algunas personas de la Ejecutiva consultadas por esta cuestión ironizan con la reaparición de estas figuras, que contrasta con su nula presencia en la campaña de las elecciones generales: “Me alegro de que hayan recuperado la voz perdida en campaña”, apostilla una dirigente socialista, mientras que otra voz con peso en la dirección asegura que en el partido no le darán “más bombo al tema”.
Otros miembros del grupo parlamentario socialista que en su día tuvieron un puesto relevante en la Ejecutiva, como Adriana Lastra o Carmen Calvo, también se han pronunciado sobre estas palabras. La exvicesecretaria ha apuntado: “Siempre respeto a nuestros padres fundadores, aunque no esté de acuerdo con ellos”. Por su parte, la exvicepresidenta Calvo ha querido valorar las declaraciones de Guerra en las que arremete contra Yolanda Díaz e ironiza sobre su gusto por la peluquería. “Es detestable que se nos juzgue por el pelo y en vez de por las neuronas. Alfonso Guerra se lo tiene que mirar”.
Antes de que se celebrara el acto en Madrid, el propio presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, recordó en Nueva York que “los que ahora elevan a los altares” a dirigentes “de ayer” son los mismos que en el pasado “los ponían en la diana”. “Yo sé que al PP de hoy no le gusta el PSOE de hoy, como al PP de ayer no le gustaba el PSOE de ayer, y el PSOE de antes de ayer, pues tampoco era una organización que contara con el apoyo y la complicidad del PP de antes de ayer. Es decir, al PP nunca le gusta el PSOE” concluyó.