Las jugadoras se reafirman en su lucha por una Federación más justa: “Pedimos tolerancia cero ante personas que hayan escondido o incitado un abuso”

Alexia Putellas e Irene Paredes se han mostrado contundentes con respecto a toda la polémica con la Federación: “Nunca hemos pedido poner ni quitar un entrenador”. Por su parte, la seleccionadora, Montse Tomé, defiende que ha estado siempre de su lado

Guardar
Alexia Putellas: "Nunca hemos pedido destitución, ni poner ni quitar un entrenador"

Alexia Putellas e Irene Paredes, capitanas de la selección española femenina de fútbol, han comparecido para valorar la polémica vigente entre las jugadoras y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). “Nunca hemos pedido la destitución ni poner ni quitar un entrenador. Hemos trasladado inquietudes o conceptos en los cuales el vestuario no terminaba de sentirse cómodo. Trasladando toda la información a la persona adecuada. Nosotras siempre vamos de cara, somos transparentes”, ha querido dejar claro la primera. Para reiterar: “Aquí no tenemos ninguna competencia para poner o echar a nadie. Solo la tenemos para jugar y marcar goles”.

“No ponemos ni quitamos. Simplemente, denunciamos y pedimos que en la Federación de todos haya una tolerancia cero ante personas que hayan escondido, aplaudido o incitado un abuso”, ha completado después la doble ganadora del Balón de Oro. “La reunión del otro día va a ser un antes y un después. Confío en que los acuerdos harán que nuestro deporte, y creo que el deporte femenino, en consecuencia la sociedad, será mucho mejor”, ha asegurado también Putellas.

Te puede interesar: La comparecencia de Montse Tomé

“Llevamos una semana durmiendo cuatro horas de todas las reuniones que tenemos. No ha sido posible ser sólo futbolistas”, ha querido recalcar una de las jugadoras clave del equipo nacional. “Nosotras veníamos reclamando que nos escucharan durante bastante tiempo, porque estábamos detectando que estaba habiendo durante muchas décadas, demasiadas, una discriminación sistemática con el femenino. Tuvimos que pelear muchísimo para ser escuchadas. Eso conlleva un desgaste, que nosotras no queremos tener. Lo que nos preocupa es lo de dentro del campo. Ganar, que la gente que nos siga se emocione y celebre las victorias con nosotras”, dijo, en la misma línea.

Alexia Putellas durante un entrenamiento de la selección (REUTERS/Pablo Morano)
Alexia Putellas durante un entrenamiento de la selección (REUTERS/Pablo Morano)

El cansancio y el malestar han sido patentes en el caso de ambas líderes del vestuario, que han condenado sin tapujos los hechos “inadmisibles” del último mes y han anunciado que la Federación hará un comunicado disculpándose con Jenni Hermoso. Putellas ha sido rotunda: “Hay un proceso judicial abierto, hay una víctima, que es Jenni, que es la única persona que no ha provocado nada. Sus compañeras desde el principio íbamos a estar a su lado”.

Te puede interesar: La capitana de Suecia ofrece una solución a las jugadoras de España

“Creemos que para que haya cambios tenemos que estar”

Por su parte, Irene Paredes hizo un ejercicio de sinceridad parecido. “El otro día, no queríamos venir. Habíamos decidido que no podíamos venir, que no era el momento. Fuimos obligadas a venir. Aceptamos tener unas reuniones. A partir de ahí, tomamos la decisión de quedarnos. No porque estemos precisamente a gusto, por toda la situación, por cómo se nos ha convocado… Nos quedamos porque creemos que es lo que se tiene que hacer para que los acuerdos vayan adelante y se vaya avanzando. Tenemos una responsabilidad. También con la sub-23, porque era pasarles una bomba”, expuso.

“La reunión fue constructiva. Se llegó a acuerdos que creemos que son importantes para avanzar. Hay cosas que toman un tiempo, pero les tomamos la palabra. Se comprometieron a ello. Somos conscientes de que están produciéndose los cambios ya”, dio un voto de confianza. “Las que estamos aquí creemos que para que haya cambios tenemos que estar”, recalcó.

“Lo único que queremos es jugar a fútbol en unas condiciones dignas en las que se nos respete. Ahora mismo, o hasta ahora, no ha sido del todo posible, y después de lo que pasó en la final, totalmente imposible. Estamos intentando, demandando cambiar cosas para que llegue ese punto en el que las jugadoras sólo se dediquen a jugar y no a estar pendientes de si el sistema funciona o no funciona. De estar totalmente sin apoyos, digamos”, verbalizó en otro momento.

“Cuando ha entrado el CSD, ha sido de manera contundente y se agradece. Pero hasta ahora, nos habíamos sentido solas, les dijimos que llegaban tarde. Todo eso hay que corregirlo. Esperemos que no vuelva a pasar, pero si pasa tiene que haber protocolos para que interfieran. Estamos cansadas, hay cosas que entendemos que se están produciendo, mejorando, pero la luz al final del túnel no se ve. Es muy largo. Somos conscientes de que tenemos el altavoz. Tenemos mucha gente detrás, de otras selecciones, de otros deportes, mujeres en sus trabajos y en sus vidas que están sufriendo cosas similares. Que esto sea un punto de inflexión, donde mirarse, levantar la voz y erradicar todo este tipo de situaciones”, sentenció Paredes.

“Tenemos ganas de trabajar”

Minutos antes, fue la seleccionadora española, Montse Tomé, quien dio su visión de unos últimos días tan convulsos como estos. “Quizás haya habido un fallo en la comunicación. Yo y todo mi staff hemos querido siempre proteger a las jugadoras, ayudarlas y estar con ellas. Estar con Jenni, que es la que lo ha pasado realmente mal”, ha defendido.

Montse Tomé en rueda de prensa (EFE/EPA/Bjorn Larsson Rosvall)
Montse Tomé en rueda de prensa (EFE/EPA/Bjorn Larsson Rosvall)

“Sí he hablado con las jugadoras. Con todas, no. Nadie me preguntó si había hablado con todas. No voy a decir con qué jugadoras y lo que he hablado. Eso forma parte del secreto profesional”, quiso aclarar. “Hay situaciones fuera de lo que es deportivo y que no puedo controlar ni ejecutar. Al final, el problema sabemos cuál fue. Esos cambios que se solicitan no forman parte de lo que puedo gestionar o dirigir”, se exculpó, además.

Por otro lado, Tomé lanzó un deseo conciliador: “Llevo poco tiempo en el puesto. Tengo confianza en el trabajo, tengo ganas de que se solucione esto. Tenemos ganas de trabajar”. En su caso, el semblante serio y el tono preocupado tampoco faltaron. Una vez puestas sobre la mesa las explicaciones, toca centrarse (o, al menos, intentarlo) en el balón.

Guardar