Ruta de Cola de Caballo: una cascada impresionante en el mejor sendero de los Pirineos

Existen muchas partes del mundo que dejan con la boca abierta a quien lo visita y en España tenemos la suerte de contar con multitud de ellos. El Valle de Ordesa es uno de los paisajes más bellos de nuestro país gracias a sus montañas, prados, frondosos bosques y bellas cascadas. Entre todos estos accidentes geográficos discurren multitud de rutas de senderismo, pero existe una que destaca por conducir a uno de los saltos de agua más impresionantes de Europa: la Cola de Caballo.

En el año 2019, el prestigioso medio británico The Guardian catalogó a la Cola de Caballo como la mejor cascada del mundo. Esto no es para menos, pues con sus 54 metros de altura es todo un espectáculo visual y sonoro. Pero esto no se queda aquí, ya que se incrusta en el corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, ofreciendo un paseo que es de los mejores de los Pirineos. El sendero es naturalmente perfecto, puesto que combina prados, bosques, otras cascadas y un paraje impresionante.

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Son muchos los viajeros que deciden hacer los 17,5 kilómetros que conducen a la Cola de Caballo. El sendero es en sentido ida y vuelta, y su duración estimada es de entre 5 y 6 horas. Su punto de partida se localiza en la Pradera de Ordesa, a la cual se puede llegar en autobús desde Torla. Desde el aparcamiento de la pradera se debe tomar la pista siguiendo las indicaciones de la cascada. El sendero en su totalidad está perfectamente señalizado y discurre por caminos en muy buen estado.

Siguiendo el curso del río Arazas, el camino se interna en un pintoresco bosque hasta llegar a la primera cascada, la de Arripas. Una vez vista, toca seguir el sendero bajo el cobijo de la frondosa vegetación hasta toparse con el segundo salto de agua, la cascada del Estrecho. En un camino ascendente el siguiente accidente geográfico de interés es la cueva de Frachinal, su paso es uno de los más bellos, pues discurre semicubierto por la roca de la montaña hasta llegar a las bellas Gradas de Soaso.

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Estas son una serie de cascadas escalonadas que son toda una delicia y desde donde el viajero puede contemplar los imponentes picos de Monte Perdido. Este bello paraje indica el inicio del tramo de praderas a medida que uno se acerca al circo glaciar de Soaso. Este espacio es el final de la ruta y donde se ubica la cascada de la Cola de Caballo. Es la guinda perfecta a un camino impresionante, lleno de belleza y donde el viajero puede conectar de lleno con la naturaleza.

En cuanto a la vuelta, esta se realiza por el mismo camino, aunque a la altura de la cascada de Arripas existe la opción de tomar un desvío y cruzar el puente para volver a la Pradera de Ordesa por la otra orilla del río, indican desde el portal oficial de Turismo de España.

Por otro lado, existe un camino alternativo circular que discurre por la Senda de los Cazadores y la Faja de Pelay. Se trata de un sendero menos transitado, pero que cuenta con una exigencia física mayor. Su longitud es de 20 kilómetros que parten desde el mismo punto y es una opción perfecta para senderistas más experimentados y aventureros.

En wikiloc, una de las páginas de senderismo más vistadas, son muchos los viajeros que han dejado sus opiniones acerca de esta trepidante ruta. Cuenta con una puntuación de 4,8 sobre 5, lo que demuestra lo satisfecho que se quedan los aventureros que la realizan. Igualmente, en Tripadvisor la calificación es de 4,5 sobre 5 y son muchos los que han dejado comentarios acerca de ella.

“Imprescindible esta ruta si estás por la zona”, “espectacular ruta de senderismo con un final precioso. No es difícil aunque hay que tener un poco de resistencia por su longitud. En otoño y con la cima nevada es preciosa” o “naturaleza para disfrutar en familia, en pareja o con amigos. No es excesivamente exigente, por lo que se puede disfrutar sin problema”, son algunos de los halagos que podemos encontrar.

Tal y como señala el portal oficial de Turismo de España, “la ruta hasta la famosa cascada de la Cola de Caballo es un sendero fácil y cómodo, sin demasiado desnivel, que no presenta dificultad técnica. Está bien señalizado y avanza por pistas en muy buen estado, por lo que es adecuado para todos los públicos”. Atendiendo a estas afirmaciones, el recorrido sí que es buena opción para hacer con niños a pesar de la distancia.

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Torla es el lugar idóneo para descansar una vez hecha la ruta. Así, el pueblo cuenta con diversos alojamientos en los que destacan Edelweiss Hotel Ordesa Torla, Hotel Cilla Russell Ordesa y el Refugio Lucien Briet.

Para comer, Torla brinda espacios como El Duende, Restaurante La Cocinilla o restaurante La Brecha. Todos ellos cuentan con muy buena calificación en Google.

Más allá de esta impresionante ruta y la imponente cascada, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido esconde multitud de secretos de gran belleza, por algo está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Uno de ellos es la Senda de los Cazadores, un trepidante sendero que se suspende por la ladera meridional del valle. A su vez, destaca también el Tozal de Mallo, un impresionante risco incrustado en las paredes del Valle de Ordesa.

Cuenta con una altura de más de 300 metros, y su pared sur es una de las mejores para hacer escalada de España. Igualmente, otro punto de interés es lo que se conoce como la Faja de las Flores. Las fajas son repisas horizontales que cruzan por su mitad paredes rocosas de mucha altura, y en Ordesa existen multitud de ellas. Se trata de un sendero colgado a unos 250 metros de altura que compone los espolones y paredes del Gallinero, uno de los farallones que conforman las paredes del valle abierto por el río Arrazas.

Y en un territorio donde abunda el agua, no podía faltar la cascada más alta del parque, la del Cotatuero. Con una altura de alrededor de 220 metros, es prima hermana de la cascada más alta de España, el Salto de Nervión. En sus muros se sitúan unas clavijas desde 1881, las cuales son usadas por los montañeros que suben o bajan del fondo del valle hasta lo alto del circo de Cotatuero. Por último, el viajero no se puede ir sin hacer la ruta de los miradores de Ordesa, donde se descubre toda la inmensidad del valle y sus impresionantes montañas.