Menos cantidad, mismo precio: Francia toma la iniciativa y prohibirá la reduflación en los productos. ¿Qué hará España?

Los supermercados utilizan esta técnica para disimular el encarecimiento de la cesta de la compra. Los fabricantes galos tendrán que señalar cualquier cambio de tamaño en el etiquetado de los envases

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Imagen de archivo de un supermercado. (Europa Press)
Imagen de archivo de un supermercado. (Europa Press)

Los consumidores llevan casi dos años soportando los efectos de la reduflación, aunque probablemente desconozcan el significado de este concepto. Se trata de una práctica utilizada por muchas empresas para sacar rédito de la subida generalizada de los precios. El funcionamiento de esta técnica es bien sencillo: las marcas reducen el contenido de los envases, pero no bajan las tarifas, es decir, los precios siguen siendo los de siempre. Sin embargo, la triquiñuela con la que los grandes fabricantes intentan disimular el encarecimiento de la cesta de la compra podría tener las horas contadas.

El Gobierno de Francia y la principal cadena de distribución del país vecino, Carrefour, han puesto nombre a las empresas que no están colaborando con la adecuación de los precios para dar un respiro a las familias. La primera ministra del país vecino, Élisabeth Borne, ha adelantado que la reduflación quedará prohibida en los próximos meses. “A partir de noviembre, todos los productos sujetos a cambios de cantidad tendrán que señalarlo en las etiquetas para no engañar más al consumidor”, ha defendido. Los helados, las bebidas, los cereales, las conservas y los ultraprocesados son solo algunos de los artículos que se han visto afectados por esta práctica.

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Carrefour ha tomado cartas en el asunto colocando en sus lineales una treintena de referencias a modo de prevención. Con esta etiqueta, la firma gala pretende advertir de los productos que han recortado contenido pero no han bajado los precios. Entre ellos, destacan una botella de té de la marca PepsiCo, la leche infantil de Nestlé y varios chocolates del fabricante suizo Lindt & Sprüngli. La cadena de distribución, que tiene más de 1.000 establecimientos en España, no ha explicado si también señalizará las prácticas engañosas en nuestro país.

Un cliente paga varios cartones de leche en un supermercado. (Getty)
Un cliente paga varios cartones de leche en un supermercado. (Getty)

Carrefour está haciendo una especie de autolavado de imagen, habría que ver los ajustes en el precio final que hace la cadena, porque igual no es todo fruto de lo que dictan las marcas y el supermercado también aumenta márgenes”, señala Rubén Sánchez, presidente de Facua, en unas declaraciones recogidas por Infobae España. Las plataformas francesas de consumo se han pronunciado en los mismos términos y aseguran que incluso Carrefour con su marca propia incurre a veces en este tipo de hábitos.

¿Qué ocurre con la reduflación en España?

Los supermercados y las asociaciones de consumidores ven difícil que España pueda poner en marcha una medida como esta. La reduflación forma parte de la lista de la compra de los hogares españoles desde hace un par de años. Los clientes ven como el tamaño de muchos productos se reduce, sin embargo, las administraciones públicas no parecen dispuestas a regularlo. “No se está haciendo nada por controlar los precios. La posibilidad de seguir los pasos de Francia me parece casi de ciencia ficción”, lamenta el portavoz de Facua.

“Le hemos pedido al Ministerio de Consumo que investigue y sancione a las empresas que están aumentando márgenes de beneficio en los alimentos donde está prohibido, es decir, todos aquellos que han aplicado la rebaja del IVA, pero no hemos obtenido respuesta”, añade Rubén Sánchez. En Francia, algunas de las grandes multinacionales señaladas se han comprometido a revisar los precios ante el descontento de los consumidores, que no aceptan más subidas al pasar por caja.

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