PSOE y Sumar dan pasos hacia la posibilidad de reeditar un gobierno de coalición, aunque las negociaciones formales para la investidura todavía no han comenzado ante el actual proceso de investidura abocado al fracaso del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Mientras tanto, las conversaciones informales entre el PSOE y Junts de cara a una eventual investidura de Pedro Sánchez siguen con “discreción”, pues el “cerrojazo informativo” decretado en Ferraz se mantendrá hasta que no haya un acuerdo en este sentido.
Esto no exime a los principales actores implicados mirarse de reojo y medir sus pasos y las declaraciones ante los medios. También los tiempos. Y ese espacio temporal es precisamente lo que el PSOE augura que existirá en aras de que los de Carles Puigdemont rebajen sus posiciones, todavía “de máximos”. En este sentido, fuentes socialistas del Gobierno, con voz en la Ejecutiva Federal, aseguran que Junts “tiene que girar un transatlántico”.
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En el cuartel general de los socialistas son conscientes de que las condiciones que ponen los independentistas para dar su apoyo a Sánchez —la amnistía para los encausados por el procés y no renunciar a la autodeterminación—, no se reducirán a corto plazo con el aniversario del 1-O en el horizonte (por el referéndum de independencia de Cataluña de 2017).
Si embargo, en el PSOE se muestran convencidos de que tarde o temprano los de Junts se verán abocados a rebajar sus exigencias ante la posibilidad de que una repetición electoral les vuelva a penalizar en las urnas. “Ellos saben cuál es la posición del PSOE y tienen que avanzar en la posición que les hemos dicho”, apuntan estas fuentes, convencidas de que un futuro acuerdo se moverá en los términos fijados por los de Pedro Sánchez, esto es, dentro de la Constitución y resistiéndose incluso a pronunciar la palabra “amnistía”.
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En referencia a este último asunto, el PSOE desmintió este martes que el acuerdo alcanzando con ERC para la Mesa del Congreso incluyera el compromiso para una futura ley de amnistía, como dio a entender este martes el presidente de los republicanos, Oriol Junqueras, en su visita a Madrid con motivo de la puesta en marcha del uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja.
Los socialistas achacan las palabras del líder republicano a un intento de “liderar la pugna” con Junts para “tratar de capitalizar la negociación” de cara a una eventual investidura de Pedro Sánchez, y aseguran que “nada está atado”. Asimismo, reconocen que la posición predominante de estas fuerzas al ser necesarias para reeditar el Gobierno de coalición les otorga “visibilidad”.
Así, temen que esta batalla entre los partidos catalanes dificulte el pacto, por lo que desde Ferraz insisten en proteger las conversaciones con Junts y aislarlas del ruido externo ante las declaraciones de los dirigentes de ERC y Sumar. Sobre estas dos formaciones, de hecho, los socialistas ven en sus mensajes un intento por ganar visibilidad en las negociaciones y acaparar el foco.
Junts insiste en hablar de autodeterminación
La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, destacó el “derecho” a utilizar el catalán en esta institución, aunque esto no había sido posible hasta ahora, algo que podría pasar con el derecho de autodeterminación: “El derecho lo hemos tenido siempre aunque no siempre se había respetado, como el derecho de autodeterminación, pero de eso hablaremos en algunas semanas”, enfatizó.
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Más allá de permitir el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso (esta medida formaba parte del acuerdo para la Mesa), que comenzó a emplearse en el pleno de este mismo martes que debatía la proposición de ley para permitir este derecho, no es baladí que el Gobierno haya priorizado la oficialidad del catalán en la Unión Europea frente al euskera y gallego. “Hemos propuesto iniciar su despliegue primero con el catalán y seguidamente con las otras dos lenguas”, esgrimió el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, desde Bruselas tras una nueva prórroga de los países de la UE para tomar una decisión sobre la petición.
Avui hem comprovat que Espanya no es fa escoltar a Europa tant com afirmava @sanchezcastejon. És cert però, que mai havíem arribat tan lluny i mai abans tants països de la UE s'havien mostrat favorables, i els ho vull agrair.
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) September 19, 2023
Que cap Estat hagi vetat la proposta és bona… pic.twitter.com/o0ECOmPLeW
“Que ningún Estado haya vetado la propuesta es buena noticia, pero no es suficiente. España lo sabe, sabe que tiene trabajo pendiente y sabe que debe hacerlo con diligencia, porque la oportunidad es ahora. Estaremos muy atentos”, advirtió Carles Puigdemont en un mensaje en la red social X.
Pero esta pretensión del Gobierno español, además de ser insuficiente para Junts, también ha causado malestar entre otros potenciales sociales nacionalistas e independentistas de Sánchez, como es el caso de EH Bildu, el PNV y el BNG. “Esto no sé si va a dificultar o no la investidura, pero lo que sé es que no la facilita”, comentó el portavoz jeltzale en la Cámara Baja, Aitor Esteban. En esta línea, desde el PSOE aseguran que son conscientes de esa “incomprensión más absoluta”, como definió el diputado del PNV.
En el marco de estos equilibrios, voces socialistas del Ejecutivo aseguran que tratarán de ligar las negociaciones para la investidura a los Presupuestos de 2024 para asegurar la continuidad de la legislatura. Los planes del Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero, pasan por presentar una nuevas cuentas públicas “antes de que acabe el año”. Y, dentro de esta premisa, fuentes del PNV aseguran que comparten esta estrategia.