Un partido centra toda la atención del planeta fútbol en general y femenino en particular. La teoría sostiene que el Suecia - España, correspondiente a la primera jornada de la Nations League, se disputará este viernes 22 de septiembre a las 18:30 horas. Sin embargo, la realidad ha demostrado, durante casi un mes, que la práctica puede ser muy distinta cuando de la selección española está de por medio. La tensión reinante en la concentración femenina avivaba la posibilidad de que el mencionado partido no se disputase, pero, tras la reunión de más de siete horas que mantuvieron las jugadoras y el Consejo Superior de Deportes, una calma tensa reina entre las jugadoras.
En el otro lado de la situación, se encuentra Suecia, combinado al que se enfrentará España, o no, el próximo viernes. Las futbolistas suecas viven un contexto completamente diferente. “No me sorprende lo que sucede en la Federación española con el equipo femenino. Creo que lo que está ocurriendo ahora es bueno. Deben escuchar a las jugadoras y hacer cambios. Lo veo como una manera buena. Es horrible la situación. En Suecia es al contrario. Hay un clima bueno para las futbolistas con la selección. Tienen un numeroso equipo staff técnico con el que llevan trabajando en armonía desde 2017. Ellas siempre recalcan la labor que hacen sus entrenadores. Es como otro mundo respecto a España”, explica Alexandra Jonson, periodista sueca.
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Suecia, apoya a España hasta un punto
Bajo este escenario tenso y marcado por la incertidumbre, España deberá disputar este viernes ante Suecia la primera jornada de la Nations League. Un partido que en este momento se mantiene en el aire. Se desconoce si las jugadoras se presentarán o no. En caso de que decidan lo segundo, la capitana del combinado sueco, Filippa Angeldahl, les tendió la mano. “Deben sentir todo el apoyo que hay a su alrededor, otros países las apoyan en la decisión que elijan tomar. Si sienten que necesitan boicotear para que algo suceda, está claro que las apoyamos. Supongo que hay algo que hay que cambiar y que no ha sido lo suficientemente bueno en la selección nacional”, expresa.
Aunque la empatía de Suecia llega hasta un punto. Comparten sentir con las jugadoras españolas, pero ellas son partidarias de disputar el encuentro ante la falta de fechas y el hecho de estar en juego el billete a los Juegos Olímpicos. “Las jugadoras suecas están tranquilas. Parece que jugarán el partido, hace unos días todo hacía indicar que no. Ellas tienen todo su apoyo a las jugadoras españolas. Sería problemático no jugar el partido porque no hay otras fechas. Para Suecia, el boicot sería negativo”, expone la periodista escandinava.
“Ahora mismo ellas piensan en jugar el partido. Es su expectativa. Al final verán la situación, pero si las jugadoras españolas dicen que no quieren jugar, Suecia se reunirá entre ellas y buscarán la manera de apoyar. Creo que las futbolistas escandinavas harán las cosas que para ellas serían mejor. El partido es muy importante por su clasificación para los Juegos. Por eso es tan difícil la decisión. Suecia está muy unida. La decisión será conjunta, no únicamente de la capitana. Se están preparando para jugar, es lo único que pueden hacer. Y si España decide saltar al terreno de juego, pero no jugar, seguramente Suecia lo sepa con anterioridad”.
“En la Federación sueca esto no hubiera pasado”
Cualquiera podría pensar que el último mes de la selección española femenina responde al guion de una película de Christopher Nolan. Una sucesión de hechos no lineales que cada día protagonizan un giro de los acontecimientos. Todo empezó con el beso de Rubiales a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del Mundial. Y ha desembocado con las jugadoras de la selección concentradas en Valencia pese a su negativa a acudir a la convocatoria. Por el camino entre esos dos escenarios se han quedado Rubiales y Jorge Vilda. El lugar del segundo protagonista lo ha ocupado Montse Tomé, quien fuera su mano derecha durante los últimos años. El relevo en el banquillo no convenció a las futbolistas que lo vieron como un paso continuista que no respondía a su petición de cambios estructurales. Por eso, se plantaron.
“Esta situación no hubiera pasado en la Federación sueca. Se podrían debatir muchas cosas, pero hay diferente cultura entre los dos países. En Suecia mantenemos las distancias y en España se dan dos besos para saludar. En la cultura sueca no existe besar a otras personas. Y en el fútbol femenino, Suecia está en otra situación. Ha sido más importante y durante más tiempo que España. En Suecia llevamos trabajando por el fútbol femenino sueco durante muchos años. Son una familia.
“La imagen que da España es muy mala. Entre la prensa lo hablamos. Parece una telenovela. No solo por el beso, sino por todo lo de después. En la Federación española no entienden el problema. Son personas que no entienden y siguen haciendo las mismas cosas. Dan ganas de llorar”, finaliza Alexandra Jonson. La teoría dice que el partido se disputará, pero la realidad ha demostrado, durante casi un mes, que la práctica puede ser muy distinta cuando de la selección española está de por medio. Tocará esperar al viernes para salir de dudas.