Montse Tomé no puede respirar tranquila: la supuesta lista conciliadora de España se tambalea

La concentración de la selección femenina de fútbol de cara a sus dos primeros compromisos en la Nations League arranca este martes, pero sigue sin saberse con quién podrá contar la nueva seleccionadora: las jugadoras reiteran que podrían no acudir pese a ser convocadas

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Montse Tomé en su presentación con España (REUTERS/Susana Vera)
Montse Tomé en su presentación con España (REUTERS/Susana Vera)

La calma que precede a la tormenta es la dinámica de la que la selección española femenina de fútbol no consigue salir desde hace prácticamente un mes. La enumeración de momentos dulces inmediatamente seguidos de otros infaustos gana entidad por momentos. A los primeros partidos convincentes en el Mundial les siguió una derrota contra Japón, al cerrar la fase de grupos, para cargar la mochila de dudas. La consecución del título planetario por primera vez quedó empañada debido a la polémica protagonizada por Luis Rubiales. Tampoco la salida del anterior seleccionador, Jorge Vilda, calmó las aguas. Ni la dimisión del ya expresidente de la Federación Española. Como no podía ser de otra manera, a la primera lista de la nueva entrenadora del equipo nacional, Montse Tomé, se le han disipado los aires de paz en visto y no visto: no está nada claro, antes de que la concentración arranque este martes, qué jugadoras serán finalmente de la partida, porque las caras visibles del combinado han vuelto a rechazar la convocatoria.

La sorpresa saltaba el lunes por la tarde. En la teoría, hasta 15 campeonas del mundo estaban disponibles para debutar en una Nations League que dará acceso a los Juegos Olímpicos de París 2024: las porteras Misa Rodríguez, Cata Coll y Enith Salón; las defensas Irene Paredes, Oihane Hernández, Olga Carmona y Ona Batlle; las centrocampistas Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, María Pérez y Tere Abelleira y las delanteras Athenea del Castillo, Esther González, Eva Navarro y Mariona Caldentey. A ellas les acompañaban varias de ‘las 15′ ausentes en la absoluta desde 2022: Mapi León, Patri Guijarro, Amaiur Sarriegi, Laia Aleixandri y Lucía García. También Inma Gabarro, que estuvo en la prelista de la Copa del Mundo, y dos novedades, Rosa Márquez y María Méndez.

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“He hablado con ellas, pero eso se queda entre nosotras”, declaró Tomé primero. Más adelante, reconoció que le gustaría “no comentar mucho” sobre las supuestas conversaciones mantenidas. Para después asegurar: “Ninguna jugadora me ha pedido no venir convocada”. Sin embargo, todo está en el aire en la práctica, como ya es costumbre en estas últimas semanas de zozobra constante. Al poco de terminar el acto de la seleccionadora, fue vox populi que la mayoría de las convocadas se enteraron a la vez que el común de los mortales de su llamada para disputar los partidos contra Suecia y Suiza.

Saludo entre Montse Tomé y Pedro Rocha (REUTERS/Susana Vera)
Saludo entre Montse Tomé y Pedro Rocha (REUTERS/Susana Vera)

“Confío en las jugadoras, que son profesionales, vienen de ser campeonas del mundo y aman la profesión. Sé que mañana van a estar aquí con nosotros”, se aventuró a señalar, también, Tomé. Una frase que apunta a volverse en su contra a la hora de arrancar por fin los entrenamientos: aunque la lógica indica que las seleccionadas tienen que estar en Madrid, renunciar es una opción.

Así lo atestiguó un nuevo comunicado en nombre del plantel, ya por la noche: se reafirma “la firme voluntad de no ser convocadas por motivos justificados”, porque “estas afirmaciones siguen plenamente vigentes”; se pide una “información rigurosa” a la RFEF, dado que “no se ha transmitido nada diferente a ello” a ningún integrante de la misma; se habla de “posibles consecuencias legales” al hacer una lista “de la que habíamos pedido no ser convocadas” y, por último, se señala que “la convocatoria no se ha realizado en tiempo y forma” según el reglamento de la FIFA, entendiéndose, por tanto, que “la RFEF no se encuentra en disposición de exigirnos acudir a la misma”.

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Hay sanciones en juego

20 de las 39 firmantes del comunicado hecho público el pasado viernes, en el que se demandaban muchos más cambios en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para volver a vestir la camiseta española, acudirían con La Roja en circunstancias normales. Pero la situación dista mucho de haberse apaciguado y nada parece indicar que la voluntad renovadora que esgrimen desde Las Rozas haya convencido a las protagonistas del juego.

“La propia Federación es consciente de la necesidad de realizar cambios estructurales, como ya ha anunciado el presidente de la Comisión Gestora, Pedro Rocha, y ha comenzado a materializar en las últimas fechas. Este convencimiento ha llevado a tomar decisiones difíciles en los últimos días, que seguirán adoptándose, dado que existe la convicción propia de que es necesaria una renovación”, se expuso hace unas horas en un comunicado federativo.

“Se insta a las jugadoras a sumarse a este cambio liderado por la Federación, entendiendo que las transformaciones que deben continuar deben ser sólidas y justas. Garantizamos un entorno seguro a las jugadoras y apostamos por un clima de confianza mutua para que podamos trabajar juntos y logremos que el fútbol femenino siga progresando con mucha más fuerza. Debemos comenzar a lucir la estrella que con tanto esfuerzo las internacionales han conseguido”, postuló, además, el ente federativo.

Por el momento, las otras salidas demandadas para regresar no se han producido. Es decir, las de, tal y como pudo saber Infobae España, Pedro Rocha, presidente interino; Andreu Camps, secretario general; Tomás González Cueto, asesor jurídico externo; Antonio Ramón Caravaca, abogado de la Federación; Miguel García Caba, director de Integridad; Javier Matallanas, portavoz de la Federación; Albert Luque, director de la selección masculina; Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA); Francis Hernández, coordinador de las categorías inferiores; José María Mora, director de Operaciones y Eventos; Pedro González Segura, director de la asesoría jurídica federativa; Ana Álvarez, directora de fútbol femenino; Rafa del Amo, presidente de fútbol femenino, y Pablo García Cuervo, director de Comunicación.

España, campeona del mundo en Australia (Europa Press)
España, campeona del mundo en Australia (Europa Press)

Esta falta de modificaciones en profundidad es la que podría llevar a rechazar la citación y, por tanto, exponerse a sanciones. Entre las “infracciones muy graves” de la Ley del Deporte española, se incluye “la falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales, así como la no puesta a disposición de las selecciones nacionales de las personas deportistas que hayan sido designadas para formar parte de las mismas”. Las penalizaciones van desde “multa no inferior a 3.000,01 ni superior a 30.000 euros” hasta la “suspensión de licencia federativa o habilitación equivalente de carácter temporal por un periodo comprendido entre los dos y los quince años”. Pasando por la “prohibición de acceso a los estadios o lugares de desarrollo de las pruebas o competiciones por tiempo no superior a cinco años”.

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Sobre el papel, el riesgo se presume muy elevado en caso de negarse a jugar: las futbolistas podrían comprometer sobremanera sus carreras profesionales. Aun así, el ambiente está tan tenso que, ya se ha expuesto anteriormente en torno a esta polémica, nada puede darse por sentado en el intervalo que va del dicho al hecho. Ahora mismo, la hipótesis de la renuncia está sobre la mesa.

Y el apoyo, si el ‘no’ prospera, va a estar ahí. Para muestra, el comentario de la suiza Ana Crnogorcevic, que conoce bien a varias de las españolas: “Esto es una locura… ¿Cómo puedes amenazar así a tus propias jugadoras? ¡Llamarlas a la selección cuando dijeron que quieren cambios rotundos antes de volver! Esto es muy irrespetuoso… Claramente, les da igual… y no les dejan tomar su propia decisión”. O el de la sueca Filippa Angeldahl, rival de España el viernes: “Queremos que sientan todo el apoyo y que los demás países les apoyan en cualquier decisión que tomen. Si creen que tienen que boicotear el partido para que pase algo, nosotras les apoyamos”.

Nada hace presagiar que el sobresalto haya terminado. El CSD ya busca una reunión para tratar de solucionar el conflicto y no verse obligado a respetar la legalidad. Entretanto, los rayos y truenos no cesan: el diluvio apunta a proseguir y sigue sin saberse con exactitud cuándo puede escampar en las filas de la campeona mundial.

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