El presidente del Consejo Superior de Deportes asegura que las jugadoras “tienen miedo” y amenaza a la RFEF con “elecciones” inmediatas

Es un hecho que la selección española femenina de fútbol va a arrancar este martes su concentración de cara a los dos primeros partidos en la Nations League, clasificatoria para los Juegos Olímpicos de París 2024. También lo es que la forma en la que la campeona del mundo afrontará estos compromisos va a dejar mucho que desear. Es así porque las citadas, en su mayor parte, se enteraron a la vez que el resto de la llamada de la nueva seleccionadora, Montse Tomé. Lo cual significa que, aun reticentes, deberán ser de la partida para evitar males mayores en forma de sanciones.

Las caras largas de las jugadoras que partieron a Valencia desde Madrid no son una excepción a la regla, sino la regla en sí misma. Así lo ha atestiguado, antes de la reunión presencial que mantendrá esta tarde con las 23, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos. “Ayer hicimos el ridículo como país”, ha expuesto con contundencia en Al Rojo Vivo (laSexta), reconociendo que se encuentra “muy cabreado”, y así se lo ha transmitido, con el presidente interino de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Pedro Rocha: “Ayer a las 2 de la tarde (por el lunes) se me transmite que no se iba a convocar a nadie que no quisiera ser convocado”.

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Cosa que, finalmente y a tenor del comunicado con el que las futbolistas se reafirmaron en su postura, no ha sido así. “Esta mañana me he puesto en contacto con algunas de ellas. Las jugadoras con las que he hablado estaban mal. He visto tristeza, pesar y cansancio; no rencor ni malas formas. Alguna jugadora me ha transmitido que no está anímicamente bien. Están cansadas”, ha expuesto Francos durante su conversación televisiva con Antonio García Ferreras.

El máximo responsable del deporte español ha ido aún más allá, asegurando que las convocadas reciben presiones desde el ente federativo. “Lo que no puede seguir en la Federación son comportamientos que a las jugadoras les inquietan y les dan miedo. Hay que decirlo con claridad. Como sé que ellas tienen miedo a decirlo, si hace falta yo me convertiré en la persona que diga lo que transmiten sus conversaciones y comunicados. Ellas no acaban de decir todo porque tienen miedo a lo que pueda pasar”, revela.

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Ante un escenario marcado claramente por la tensión, Francos tampoco ha querido pasar por alto el surrealismo motivado por el cambio de planes repentino de la expedición. “Ayer la convocatoria era en Las Rozas y hoy es en Valencia. Es una cosa un poco extraña. Pensar que la selección femenina tenga que irse a Valencia porque en la Ciudad del Fútbol no va a tener un entorno tranquilo es inaceptable”, ha afirmado.

Además, el presidente del CSD ha instado a la RFEF a que tome cartas en el asunto y lleve a cabo la renovación con el grado de profundidad que solicitan las deportistas. En el caso de que se haga oídos sordos a las peticiones de estas, ya hay una amenaza rotunda, por parte del dirigente gubernamental, para el organismo regidor del balompié nacional: “Recibirá un burofax del Gobierno exigiendo inmediatamente unas elecciones”.