El espectacular monasterio del siglo X incrustado en uno de los entornos más bellos de Galicia

Entre ríos, montañas y valles increíbles, Galicia esconde secretos que son difíciles de creer. Su patrimonio arquitectónico es el reflejo de una historia latente en la que sus monumentos nos permiten aprender de ella y conocerla. Todo ello acompañado de un patrimonio natural inmejorable y conocido en el mundo entero por su belleza. En él es donde se esconden los rincones más mágicos de la comunidad, pues se alzan como espacios únicos que desprenden una atmósfera de un misterio especial.

Uno de los parajes más singulares es el Parque Natural de las Fragas del Eume, un impresionante bosque atlántico de ribera que es, además, uno de los mejor conservados de Europa. Con más de 9.000 hectáreas, el entorno se vertebra en torno al río Eume en un valle abrupto salpicado de profundas gargantas, una impresionante biodiversidad, bellas rutas de senderismo e incluso restos arquitectónicos de gran valor. Uno de ellos es toda una joya histórica de A Coruña.

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Estamos hablando del monasterio de Caaveiro, un impresionante templo que emerge de la exuberante vegetación de las Fragas de Eume. Se enclava en lo alto de un montículo rocoso, entre los ríos Eume y Sesín, y con más de mil años de historia, ha sufrido varías intervenciones.

El emplazamiento del monasterio de Caaveiro no es causalidad, pues los eremitas que levantaron esta maravilla lo decidieron gracias a la dificultad de acceso que tenía. Esto se debe al terreno abrupto que presenta el curso bajo del río Eume. Su construcción tuvo lugar en el siglo IX bajo el nombre de Monasterio de San Juan Bautista y ya en el siglo XI, pasa de ser un cenobio benedictino a uno de canónigos regulares de San Agustín, los cuales levantaron una segunda iglesia.

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A lo largo de su historia ha sido siempre un destino ideal para aquellas personas que buscaban un retiro o la posibilidad de llevar una vida santa en el aislamiento de la fraga. Este es el caso de San Rosendo, una de sus figuras más importantes, pues quien lo fundó en el año 936. Con el paso de los siglos, la abadía va recibiendo donaciones y sucesivos privilegios reales, abarcando hasta un total de 15 feligresías, lo que formó el denominado coto pequeño.

La iglesia principal obtuvo el título de Real Colegiata, que mantuvo hasta finales del siglo XVIII. A partir de aquí, con la desamortización de Mendizabal el complejo monumental cayó en abandono y casi en ruina. No fue hasta el año 1896 cuando Pío García Espinosa decidió comprarlo y restaurarlo. Sin embargo, tras su muerte fue abandonado de nuevo hasta que en 1980, la Diputación de A Coruña lo rehabilitó, pudiendo disfrutar de esa joya arquitectónica hoy en día.

El conjunto arquitectónico que actualmente se puede disfrutar es el fruto de su emplazamiento sobre un montículo reducido y en pendiente. Así, el viajero puede disfrutar de diferentes edificaciones escalonadas en varios niveles. En la visita, lo primero que uno se encuentra son los antiguos hornos, que acogen hoy los puestos de seguridad, y las caballerizas, desde donde parten las visitas guiadas. Igualmente, de las tres casas levantadas por los canónigos no queda ningún resto.

Su edificación más representativa es la iglesia de Santa Isabel, pues es la parte más antigua del conjunto y el templo original levantado por los benedictinos. Se caracteriza por su ábside semicircular y su bóveda de horno, las cuales cuentan con un estilo propio del Románico del siglo XII.

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Junto a la iglesia destacan otras construcciones como la torre-campanario, de estilo barroco y adosada al ábside de Santa Isabel; la sacristía; y los restos de la iglesia de San Juan Bautista. A su vez, sus alrededores albergan multitud de rincones que son dignos de admirar. Este es el caso del puente de Caaveiro, el molino de Sesín, la fuente y las curripas.

La visita al monasterio es gratuita, pero hay que tener en cuenta sus horarios de apertura. Sus puertas permanecen abiertas todos los días de la semana, incluso domingos y festivos, de 09:00 h a 21:00 h para las visitas libres. Los pases para las visitas guiadas son a las: 11:15 h, 12:15 h, 13:15 h, 15:00 h, 16:00 h, 17:00 h y 18:00 h.

Durante el verano y Semana Santa es tal la afluencia de visitantes que no es posible llegar en coche hasta el monasterio. Sin embargo, desde el Centro de Interpretación de Caaveiro sale un autobús gratuito que llega hasta el lugar en apenas 15 minutos. Sale cada media hora de 10:30 h a 13:30 h y de 16:00 h a 20:00 h. La última vuelta es a las 21:30 h. Otra opción es ir andando en lo que se conoce como el camiño dos Encomendeiros. Es la ruta más emblemática de Fragas de Eume y tiene poco más de 5 kilómetros de longitud.