Surrealista estrategia de fuga la que diseñó un delincuente con más de 60 antecedentes que tenía hasta al Grupo Especial de Operaciones (GEO), la unidad de élite de la Policía Nacional, en la puerta de su casa de la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Tras una noche de fiesta y violencia desmedida en la que disparó con perdigones a dos mujeres, este hombre, de nacionalidad española, intentó escapar de los agentes saliendo de su portal vestido de señora. Un mantón de Manila, peluca negra, gafas de sol y unas botas de color beige componían el atuendo, que no fue suficiente para evitar su detención, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Hay que remontarse a la madrugada del viernes para dar comienzo al relato de esta historia. Sobre las 3.30 horas, dos hombres y una mujer entran a un bar de La Garena, una zona de ocio y hostelería de Alcalá de Henares. El establecimiento iba a echar el cierre, lo que no convencía a los tres individuos, que querían echarse la última. La situación derivó en una riña entre los dueños del bar y los clientes, que llegaron a dañar parte del mobiliario. En mitad de la refriega, uno de ellos se marcha, pero al rato vuelve con un arma de fuego. Dispara tanto perdigones como munición real. Los primeros hieren levemente a dos mujeres, mientras que el impacto de una bala queda marcado en el escaparate de un comercio cercano.
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En ese momento el agresor sí se fue para no volver. Las primeras patrullas de la Policía Nacional acudieron al lugar de los hechos e iniciaron las labores para identificar y detener al causante del suceso. Rápidamente dieron con el coche que figuraba a su nombre. Estaba aparcado a pocos metros. Cuando los agentes miraron por la ventanilla del copiloto, que estaba bajada, pudieron ver un arma de fuego con varios cartuchos que podían corresponderse con la munición utilizada en el ataque.
Una vez identificado el individuo, ya al día siguiente, la policía organiza alrededor de su vivienda un macrodispositivo. No saben a lo que se pueden enfrentar. En los alrededores del domicilio también se despliega el GEO. En mitad del clima de tensión, la puerta del portal del edificio se abre y aparece una figura que, lejos de pasar desapercibida, inquieta a los agentes.
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Dos kilos de marihuana en su casa
Son alrededor de las 15.30 horas -han pasado unas 12 desde los disparos- y ante ellos tienen a una persona vestida con mantón de Manila, peluca negra, gafas de sol y botas beige. La singular forma del pecho de esa figura acrecienta las dudas de los policías, que deciden seguirla hasta que cruza la esquina. Se quita la peluca. Es el fugitivo.
Una vez detenido, la policía registra su casa y encuentra dos kilos de marihuana. Horas después, una vecina de Alcalá de Henares encuentra por casualidad una bolsa en cuyo interior hay una escopeta recortada y cartuchos. La Policía Científica analiza ahora el arma para comprobar si fue con la que hirió a las dos mujeres. El arrestado ha ingresado en prisión provisional por orden del juez, que le atribuye los delitos de homicidio en grado de tentativa y contra la salud pública.