Una ley contra las sectas para que no haya otra Patricia Aguilar: “Va a salvar a muchas víctimas”

Casos como el de Patricia Aguilar, la joven ilicitana captada por una secta peruana, o el de Anna Marín, aparentemente similar, no están explícitamente penados en España. La “persuasión coercitiva” es la manipulación psicológica que ejercen estos grupos sectarios sobre todo tipo de perfiles, y en España no existe legislación que la castigue. Por ello, los padres de Aguilar y una víctima de un grupo psicoterapéutico han recogido más de 250.000 firmas y han redactado una propuesta legislativa que ya está en manos de Yolanda Díaz y que entregarán a los grupos parlamentarios una vez se haya conformado el nuevo Gobierno. “Va a salvar a muchas víctimas”, destaca a Infobae España el presidente de la asociación RedUNE, Juantxo Domínguez.

Los perfiles de las personas captadas por sectas es muy variado y nadie está exento de caer en sus redes. ‘Pseudoreligiones’, esoterismo, ‘pseudoterapias’, ‘criptosectas’... Son infinitos los grupos y las víctimas a las que pueden llegar a abducir. Además, el riesgo se ha multiplicado exponencialmente desde que las garras de las sectas se han extendido por las redes sociales, donde encuentran a las víctimas potenciales más jóvenes y vulnerables.

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Patricia Aguilar, cuyo caso protagoniza la serie documental ‘548 días: Captada por una secta’ de Disney+, cayó en las manipulaciones de un gurú de la secta peruana Gnosis cuando aún era menor de edad. Tras su feliz rescate en 2018, sus padres Alberto y Rosa se pusieron manos a la obra y lanzaron la campaña ‘Por una ley contra las sectas’, que acopió más de 212.000 firmas. Su padre escribió: “Nunca olvidaré la frase ‘captar no es delito’”.

En marzo de este año, la Guardia Civil desarticuló en Pobla Tornesa (Catellón) la secta denominada ‘Familia del Alma’ tras la denuncia de los padres de un chico y una chica que fueron captados. Otra de las víctimas de este grupo ya había lanzado una campaña en Change.org —con más de 41.000 firmas— para reclamar a los partidos políticos la tipificación penal de la “persuasión coercitiva”.

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El término hace referencia al mecanismo cognitivo que opera a través de creencias falsas e ideas erróneas y lleva a la víctima a pensar que es deseable y conveniente perpetuar el vínculo que mantiene con el agresor. Según explica Juantxo Domínguez, “va mucho más allá de las sectas”, ya que está presente en casos de abuso, maltrato o violencia de género.

La propuesta legislativa, que ha sido elaborada por expertos psicólogos, juristas y otros perfiles, está lista para ser entregada a los grupos parlamentarios cuando se conforme el nuevo Gobierno. “Están todos los deberes hechos”, subraya el presidente de RedUNE, quien entregó al equipo de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, un documento que recogía la propuesta.

Las personas implicadas quieren “poner la primera piedra” para que la “persuasión coercitiva” sea delito en España, lo que permitiría castigar penalmente la mayoría de los casos de captaciones sectarias, así como agravar las penas en otros casos de abuso o maltrato.