Finalizada su larguísima luna de miel, a la que han dedicado más de cuatro semanas en las que han recorrido tres países diferentes, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han disfrutado de un verano cargado de ocio y trabajo, en el que además han seguido viajando. Sin embargo, con el fin de los días de calor y sol han retomado su rutina y han vuelto a un proyecto que habían aparcado: convertirse en padres.
La marquesa de Griñón nunca ha ocultado su gran sueño de formar una familia, algo que siempre ha querido hacer como una mujer casada y en lo que ahora está centrada. Sin intención de ocultar esos deseos de ser padres, tanto Tamara como Íñigo se han dejado ver tras su vuelta a Madrid acudiendo a una exclusiva clínica de fertilidad llamada Fertilitas, especializada en tratamientos naturales.
Te puede interesar: El palacio familiar donde se casó Tamara Falcó se salva de la DANA que ha arrasado Aldea del Fresno
El centro basa su trabajo en la naprotecnología, la gran apuesta de Tamara para tener un bebé. Este método se basa en el método Creighton, por el cual a través de una serie de estudios, tratamientos naturales y hormonas se suplementa hormonalmente el ciclo de la mujer para lograr resultados.
“La naprotecnología te ayuda a descubrir cómo quedar embarazada, monitoriza y mantiene la salud reproductiva y ginecológica de la mujer, además de proveer tratamientos médicos y quirúrgicos que ayudan al sistema procreativo. Una verdadera alternativa a la reproducción asistida”, indica el centro en su página web. También se hace un estudio del hombre, para que en caso de que alguno de los dos tenga un problema, puedan descubrirlo y ponerle solución de una manera natural.
Te puede interesar: El bocadillo saludable que Tamara Falcó se prepara cuando no tiene ganas de cocinar: “Buenos ingredientes llenos de color”
Si bien todavía habrá que esperar para conocer si Tamara Falcó se queda embarazada, ella misma no ha ocultado sus ganas. “Me encantaría ser madre”, aseguró hace unos días a los medios de comunicación, expresando que llegará cuando “Dios quiera”. Sobre la clínica a la que está acudiendo con su marido afirmó que “es como un traje a medida para una mujer para quedarse embarazada, no ha habido ningún problema, es un método natural y para ir adelantando”.
Con la prudencia que le caracteriza, la hija de Isabel Preysler ha preferido no desvelar si le gustaría más tener un hijo o una hija cuando logre quedarse en estado: “Imagínate que después digo niño y nace niña. Oye, traumatizada el resto de su vida porque quería niño. Es una pregunta horrible”, respondió con el sentido del humor que le caracteriza, aunque sin evitar sonreír al comentar que “una chica estaría bien”.
No invasivo
La naprotecnología destaca por ser una metodología no invasiva que trata la infertilidad como un síntoma y no como una enfermedad en sí. Está basado en el método Creighton cuyo creador, el doctor Hilgers, estudió durante años el ciclo menstrual de mujeres con problemas para tener hijos, elaborando así este método que se centra en el estudio del flujo cervical.
Tamara Falcó, así como el resto de mujeres que apuestan por él, realizan un registro ginecológico diario de su ovulación, estudiando el moco cervical, para identificar cuándo tienen los días de máxima fertilidad.
Nuevo hogar
Aunque es el más importante, este no es el único proyecto en el que Tamara Falcó e Íñigo Onieva están centrados. Tras una larga espera, el matrimonio está ultimando la mudanza al ático que la socialité se compró en 2020 y que, por diferentes contratiempos en su reforma, aún no ha podido estrenar.
Se trata de una vivienda ubicada en una exclusiva zona de Madrid, en Puerta del Hierro, ubicada a unos metros de la casa de Isabel Preysler y que cuenta con todo tipo de lujosos detalles. Valorado en 1,5 millones de euros, es de tipo dúplex y tiene 176 metros cuadrados repartidos en cuatro dormitorios, tres cuartos de baño y una amplia terraza con vistas. “Es un piso chiquitito y precioso, con todos los detalles elegidos minuciosamente”, dijo sobre él hace unos meses.