La nueva seleccionadora española, Montse Tomé, ha hecho este lunes oficial la lista de convocadas para los partidos de clasificación de los Juegos Olímpicos de París 2024. Sin embargo, la respuesta de las futbolistas no ha tardado en llevar de forma clara y contundente: no van a ir con la selección. En un comunicado, difundido por las afectadas, han explicado los motivos por los que quieren cambios estructurales tanto en el personal del equipo como en el gabinete y en la propia RFEF, algo que ya la semana pasada remitieron a la Federación.
El documento, en representación de “las jugadoras de la selección absoluta femenina de fútbol” (como reza el texto), pretende manifestar, tras la convocatoria y posterior rueda de prensa de la seleccionadora nacional: “Lo expresado en nuestro comunicado del 22 de septiembre de 2023, deja claro, y sin ninguna opción a otra interpretación, nuestra firme voluntad de no ser convocadas por motivos justificados. Estas afirmaciones siguen plenamente vigentes”.
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Tras ello, han querido poner en conocimiento público que no se ha transmitido nada diferente al comunicado remitido el pasado viernes a ningún integrante de la RFEF. Por este motivo, piden “expresamente” que la información que se transmita públicamente sea “rigurosa”. El comunicado hace referencia a las palabras de la seleccionadora nacional, en rueda de prensa, quien ha dado a entender que las jugadoras habían cedido ante la Federación y habían aceptado ser convocadas para disputar los partidos clasificatorios de los JJOO, dado que el primero de ellos tendrá lugar el próximo día 22 de septiembre.
La convocatoria no se ha realizado en el “tiempo y forma” correspondientes
“Nosotras como jugadoras profesionales de élite y tras todo lo acontecido en el día de hoy, estudiaremos las posibles consecuencias legales a las que nos expone la RFEF al ponernos en una lista de la que habían pedido no ser convocadas por razones ya explicadas públicamente y con más detalle a la RFEF, y con ello tomar la mejor decisión para nuestro futuro y para nuestra salud”, afirma el comunicado. Y es que, las futbolistas pueden llegar a enfrentarse a multas que pueden ir desde los 3.000 a los 30.000 euros y a una posible suspensión de la licencia federativa por un periodo de dos a 15 años.
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Por otra parte, han señalado también que la convocatoria no se ha realizado en el tiempo y forma que establece el artículo 3.2 del Anexo I del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores de la FIFA. “Por lo que entendemos que la RFEF no se encuentra en disposición de exigirnos acudir a la misma”, consideran. Para concluir, han añadido: “Lamentamos una vez más que nuestra Federación nos sitúe en una situación que nunca hubiéramos deseado”.