España recuperó el PIB prepandemia en 2022: la economía creció un 5,8% el año pasado, más de lo previsto, según la revisión del INE

La economía española se recuperó antes de lo estimado del impacto de la COVID-19 e igualó el nivel de Producto Interior Bruto (PIB) de 2019 en 2022, como las principales economías europeas y la media de la UE. Según los datos de Contabilidad Nacional Anual publicados este lunes por el INE, que revisan lo adelantado en la Contabilidad Nacional Trimestral, el PIB creció un 5,8% el año pasado respecto al anterior, tres décimas más.

La actualización de la serie contable por parte del INE también afecta al PIB de 2020, que pasa a ser ya el dato definitivo, y al de 2021, que se fija como dato provisional hasta la confirmación en septiembre de 2024. De esta manera, la economía española se hundió un 11,2% en el año de la pandemia, una décima menos de lo previsto y más que el resto de las economías europeas, y creció un 6,4% el año posterior, nueve décimas más que lo avanzado el año pasado (5,5%). En total, la revisión supone un aumento acumulado del PIB del 1,3% desde 2020.

La mayor parte del alza que el INE ha constado en nivel (millones de euros) procede de la realizada en el PIB a precios corrientes de 2021 y esto produce un efecto arrastre sobre el nivel del año siguiente, 2022 en este caso. El INE resalta que el “complejo proceso” de compilación estadística tras la pandemia ha producido que, por primera vez, una revisión de los agregados de un año provisional (2021) sea de mayor magnitud que las habituales. La institución incide en que este hecho “no es singular”, sino que se ha podido observar en otros países como Países Bajos, Reino Unido y Alemania.

Según detalla el INE, los nuevos cálculos se deben a una actuación calendarizada anualmente en el mes de septiembre como consecuencia de la disponibilidad e incorporación de nuevos datos que no se tenían anteriormente. “La Contabilidad Nacional se construye a partir de estimaciones de flujos económicos y agregados que tienen como fuente una gran variedad de operaciones estadísticas sometidas, a su vez, a su propio calendario de disponibilidad y revisión”, explica el instituto estadístico.

Esto supone que las estimaciones de los agregados macroeconómicos se hallan sometidas a un proceso de consolidación y, también, de desagregación paulatina, hasta que acaban por convertirse en definitivos. Las principales fuentes que han influido en la actualización son, entre otras, la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2022, estadísticas estructurales de empresas y la Encuesta de Estructura de la Construcción.

Los nuevos cálculos publicados este lunes constatan que en 2022 la demanda nacional tuvo una aportación menor al PIB (2,9%, frente al 3,1% previo), al contrario que la demanda externa, que se comportó mejor de lo previsto (2,9%, frente a 2,4%). Esto se debe a un menor crecimiento de la formación bruta de capital (inversión privada), cuya tasa se sitúa en el 1,4% frente al 3,5% anterior, ya que tanto el gasto en consumo final de los hogares como de las administraciones públicas han dado sorpresas positivas.

Aunque lo que más creció el pasado año fue la demanda externa. En coherencia con la revisión de resultados de la balanza de pagos, el INE ha revisado el incremento en volumen de las exportaciones hasta el 15,2% frente al 14,4% estimado en la Contabilidad Trimestral de marzo Por su parte, las importaciones crecen un 7,0%, frente al 7,9% previo

Desde el ministerio de Asuntos Económicos, liderado por Nadia Calviño, señalan que el aumento del PIB nominal en más de 20.000 millones de euros permite una reducción de la ratio de deuda pública sobre el PIB de 1,6 puntos adicionales a final de 2022. Esto conlleva, según el ministerio, que España pueda anticipar los objetivos fiscales fijados en el Programa de Estabilidad y adelante a 2023 la reducción de la ratio de deuda por debajo del 110%.

Pese a la mejoría, la cifra sigue siendo muy superior a la que han recomendado históricamente las reglas fiscales comunitarias, el 60%. Ratio de la que ya un buen número de países europeos se alejan y por la cual cabe que se terminen negociando límites más flexibles y adaptados a cada estado miembro en el nuevo marco de gobernanza fiscal.