Amador Marqués (Vielha, 1984) no esperaba que el Congreso de los Diputados se volviera su oficina. El catalán nacido en el diminuto Valle de Arán, algo así como la aldea de Astérix y Obélix, se ha convertido de forma inesperada en el primer diputado en la historia de España que habla aranés, un idioma que sobrevive en algunos pueblos de Pirineos y del que la mayoría de españoles desconoce su existencia.
En pleno conflicto por la nueva cooficialidad de lenguas en el Congreso (a partir de esta semana los diputados podrán intervenir en la lengua española que consideren oportuno), este hombre también hacerlo en aranés, aunque tendrá que autotraducirse cada vez que diga algo en su idioma natal.
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El origen del aranés, lejos de ser un dialecto del catalán o del castellano, viene desde otro lado: “Es un dialecto gascón y forma parte de la familia occitana, que tiene como lengua principal el occitano, una lengua ahora muy minoritaria y solo pervive en el Estado francés, al sur”, relata este diputado graduado en Periodismo y Filosofía. “El aranés se habla en el Valle de Arán y tiene que ver también con catalán, aragonés y castellano, tiene construcciones parecidas, pero en realidad forma parte de la lengua occitana”, confirma el socialista.
“Es la primera vez que sale un aranés en el Congreso y respiro una ilusión colectiva, prácticamente todos me conocen y percibo esa ilusión porque vaya un aranés al Congreso”, asegura Amador a Infobae España. Su escalada hacia la política nacional, reconoce, se ha dado de forma fortuita, a pesar de estar familiarizado con la gestión: “Hace cuatro años me lo ofrecieron, pero lo decliné porque era alcalde de Bossòst, un pueblo de 1.200 habitantes en el Pirineo”.
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El Valle de Arán, un bonito espacio en Pirineos con historia propia
Las tecnologías han abierto nuevos canales de comunicación, pero a lo largo de la Historia, el Valle de Arán ha sido un refugio aislado y con escasas comunicaciones. “El Valle ha estado aislado durante mucho tiempo y ha creado sus usos y costumbres propias. Ha tomado como lengua de comunicación el occitano, que era lo que tenía más cerca. La vía natural del Valle es Francia, no España, porque estamos en la vertiente norte del pirineo y hacia Francia es donde bajan las aguas. Eso ha generado un universo propio que nos ha entroncado ahí”, explica Amador.
El legado del aranés no se ha perdido, reconoce este exalcalde de la región, gracias al Estatuto de Autonomía de Cataluña, que reconoce la oficialidad de esta lengua, así como del programa educativo del Valle de Arán. “El aranés es una lengua con la que se imparten algunas asignaturas, se hace inmersión equilibrada entre aranes, catalán y castellano”, explica Amador.
La derecha ha elevado el conflicto de la cooficialidad en el Congreso de los Diputados hasta el punto de que, en palabras de Vox, el objetivo es “borrar” el español. Acercar los idiomas hablados en todo el país es el nuevo capítulo sobre el que PP y Vox hacen la oposición al Gobierno: “El conflicto sobre los idiomas es muy artificial y muy ortopédico. Se ha creado por intereses partidistas e ideológicas, pero a pie de calle se vive con naturalidad”, asegura este aranoparlante. “En nuestro caso saltamos del aranés al catalán o al castellano y se vive con bastante naturalidad. El castellano también es mi lengua, no veo que entren en conflicto ni mucho menos”, sostiene.
El objetivo de este diputado es normalizar la presencia de su idioma, aunque tampoco aspira a convertirlo en protagonista de sus intervenciones, que ya de por sí serán escasas: “Haré gestos con el aranés, para hacer pedagogía y que la gente sepa que hay una realidad muy pequeña que se llama el Valle de Arán, que tiene su idioma y su cultura y que forma parte de una gran cultura, que es el occitano y viene desde la Edad Media. Esa realidad también está dentro de España”, dice Amador, que aún no tiene claro cuáles serán sus primeras palabras. “La verdad que no sé aún qué frase diré primero. Le he dado vueltas, depende del tema que trate. Inevitablemente, le doy vueltas, quedará para la historia”, dice entre risas.
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Más allá de los detalles graciosos, Amador Marqués sabe de la importancia del Congreso de los Diputados y no dejará que sus intervenciones se vean empañadas por polémicas: “Yo mismo me traduciré, pero serán pocas frases. Haré alguna frase en aranés que enlazaré con su traducción en castellano y ya seguiré con la lengua común. Los parlamentarios tenemos que tener un ejercicio de responsabilidad. El Congreso tiene que construir un espejo para que la ciudadanía se vea representada”, asevera.
El nuevo diputado del PSOE por Lleida no sabe aún qué funciones desempeñará dentro del organigrama parlamentario de su partido. Sin embargo, destila responsabilidad social por su nuevo cargo, con el que aspira a mostrar todas las caras de España, muy alejadas del discurso unitario que propone la derecha.
“Si yo hablo aranés, no lo hago con pretensiones de no hacerme entender o crear barreras, sino de enriquecer el patrimonio común. España es plural y diversa y tiene su reflejo en todas sus lenguas y el Congreso tiene que convivir con esa realidad diversa”, zanja Marqués.