Si Sofia Coppola no ha visto ‘Her’, la película sobre su divorcio con Spike Jonze, tú también puedes pasar página con tu ex

La cineasta, que estuvo casada cuatro años con el director, no ha visto el filme inspirado en su relación y que protagonizan Joaquin Phoenix, Rooney Mara y Scarlett Johansson

Guardar
Sofia Coppola en la presentación de su última película, 'Priscilla' en el 80 Festival de Venecia (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)
Sofia Coppola en la presentación de su última película, 'Priscilla' en el 80 Festival de Venecia (REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

El amor como refugio y como condena. El arte como expresión de lo inenarrable. Sofia Coppola y Spike Jonze convirtieron su pasión por el cine en un romance de película. Estuvieron casados de 1999 a 2003 y, como ocurre con los prodigiosos cuyo trabajo se sustenta en la creación, su divorcio fue carne al servicio de la narrativa cinematográfica.

Ella con Lost in Translation (2004). Él con Her casi una década después (2013). La primera, protagonizada por Bill Murray y Scarlett Johansson, narra la historia de dos personas muy dispares que se encuentran en un momento catártico de sus vidas. Ambos están perdidos y se convierten en el refugio del otro mientras intentan comprender las vicisitudes de una cultura completamente distinta a la suya, con Tokio como protagonista.

En Her, considerada durante años como una respuesta del director a la cinta de Coppola y protagonizada por Joaquin Phoenix, Rooney Mara (haciendo de Coppola) y también por Johansson, Spike Jonze construye una historia de un recién divorciado que ha perdido la fe en el amor y que se enamora de la voz del sistema operativo de su ordenador. Las dos películas ahondan en los diversos sentimientos (y relatos) que nacen del desarraigo amoroso.

Te puede interesar: Todas las veces en las que Elvis ha sido protagonista en la gran pantalla: del ‘biopic’ de Baz Luhrmann al cuento de amor tóxico de Sofia Coppola

Scarlett Johansson y Bill Murray en una escena de 'Lost in Translation' (2004)
Scarlett Johansson y Bill Murray en una escena de 'Lost in Translation' (2004)

Ambas cintas han vuelto al ojo de la noticia contenciosa de Twitter (o de X, dependiendo de la importancia que se le pueda otorgar a cierto magnate multimillonario con mucho tiempo libre y pocas ideas válidas) después de unas declaraciones de Coppola a la revista Rolling Stone con motivo del 20 aniversario del estreno de Lost in Translation. “¡Nunca la vi! Según el tráiler, parece muy similar. Tenemos el mismo diseñador de producción. Pero nunca la vi. Sé que a mucha gente le gusta esa película, pero nunca la vi. No sé si quiero ver a Rooney Mara haciendo de mí”, declaraba sobre Her, la cinta que Jonze dedica a su ruptura.

Tras esta nebulosa de reproches, sentimientos e interpretaciones del fin del amor hay una moraleja: es mejor seguir el consejo de Coppola y no ahondar en lo que el otro piensa de la relación compartida. Tras una ruptura, siempre quedan dudas. Preguntas que nunca se responderán y para las que buscamos todo tipo de explicación. ¿Lo que me dijo sería verdad? ¿Me quiso? ¿Le quise yo? Coppola no quiere saber qué opina Jonze de su divorcio porque ella ya tiene su propia interpretación de los hechos.

Te puede interesar: ‘Prima Facie’: una apoteósica Vicky Luengo se enfrenta al consentimiento sexual en la justicia patriarcal (y en los Teatros del Canal)

Joaquin Phoenix en una escena de 'Her' (2013)
Joaquin Phoenix en una escena de 'Her' (2013)

Tras las declaraciones de la directora, que se encuentra en plena promoción de su próxima película, Priscilla (la historia sobre la tóxica relación de amor entre Elvis y la que fuera su mujer), muchos han destacado la crueldad de la indiferencia como una de las respuestas más dañinas al desamor. Imagina hacer una laureada cinta sobre tu divorcio y que la única persona que no la ve (generalizando, por supuesto) es la mujer a la que va dedicada.

Sea como fuere, si Coppola puede pasar del filme en el que Jonze destripa sus sentimientos sobre su relación con ella diez años después, tú, lector, lectora, amigo, amiga, (¿mamá?), puedes pasar de tu expareja y de las preguntas que te rondan tras la ruptura. Puedes no responder si regresa, puedes no reescribir una página que, quizá, no alberga más espacio para la creación.

Guardar