Pese a que los precios de las frutas y verduras no paran de subir, cada vez es más grande la distancia entre lo que pagan los consumidores y lo que perciben los trabajadores del campo. Si se toma en consideración uno de los productos más consumidos por los españoles, la lechuga, el productor percibe de media 0,17 €/kg, mientas que en la distribución se dispara hasta los 1,16 euros/kg. La diferencia entre campo y distribución de este producto básico para las ensaladas es del 582%.
Otro de los productos que más aparece en las cestas de la compra de los españoles, el plátano, es el que protagoniza la segunda subida más pronunciada: la diferencia de precios de origen y destino es del 524%, pasado de costar 0,34 euros en el campo a 2,20 euros en los supermercados españoles, según los datos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). En lo que se refiere a los productos veraniegos, como son la sandía y el melón, el precio que perciben los agricultores es un 200% inferior a lo que luego pagan los consumidores.
Te puede interesar: La crisis del aceite afecta principalmente a España: el litro de virgen extra es hasta dos euros más caro que en otros países de la UE
Esta tendencia se repite también en el caso de la ganadería. La carne de ternera experimenta un incremento de precios del 292%: mientras los ganaderos perciben 5,25 euros/kilo en las carnicerías el kilo de esta carne se dispara hasta los 20,59 euros. En esta misma línea, los ganaderos comercializan el kilo de carne de cerdo a 1,99 euros, mientras que los españoles se gastan 6,4 euros por la misma cantidad de este producto.
Diferencia de precio entre el campo, intermediario y distribución
La dificultad de trasladar el incremento de costes a los precios finales exime a los agricultores y ganaderos de beneficiarse del alza de los precios que muchos españoles están percibiendo cuando van al supermercado. En general, los productos agrícolas multiplicaron su precio por más de seis desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en los lineales, mientras que los derivados de la ganadería —pollo, cerdo, conejo o huevos— lo hicieron por casi cuatro.
Te puede interesar: Las vacas asturianas ya no dan leche: la producción en zonas del cantábrico ya se sitúa por debajo de la media nacional
Este conflicto se mantiene en una situación de subida generalizada de costes para el campo debido al aumento del precio de los fertilizantes, productos fitosanitarios, abonos, gasoil, plásticos, cartón y la electricidad. No obstante, este contexto ha provocado que esta diferencia entre origen y destino se reduzca ligeramente, pues han aumentado los precios del campo como consecuencia.
“Es evidente que ni la gran distribución española ni la europea están aplicando a sus precios el histórico aumento de costes sufrido por el sector de manipulado y comercialización de frutas, hortalizas y cítricos. Somos sus mayores y más seguros proveedores, los que mejor servicio garantizan, el más ajustado, no ya a la regulación europea sino a las certificaciones privadas de esas grandes cadenas, por lo que en una situación tan complicada como ésta, sólo pedimos mayor sensibilidad. Unos céntimos de euro más en el PVP de las frutas, las hortalizas o los cítricos no dispararán la inflación y sí servirán para salvar miles de puestos de trabajo” afirman desde la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex).