España ante el terremoto de Marruecos: sismógrafos revelan los puntos más vulnerables de nuestro país

A una semana del terremoto de Marrakech, los expertos hablan de las posibilidades que hay de sufrir en España algo parecido, aunque apuntan que es “improbable”

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Afectados por un terremoto mortal sobre una casa, en el pueblo rural de Azermoun, Marruecos. (REUTERS/Hannah McKay)
Afectados por un terremoto mortal sobre una casa, en el pueblo rural de Azermoun, Marruecos. (REUTERS/Hannah McKay)

Horas después del terremoto en Marruecos, las búsquedas en Google tuvieron un pico fruto de la preocupación. La pregunta era si en España podía tener lugar alguna réplica o un movimiento sísmico similar al que había dejado daños innumerables en el norte de África. Especialmente, los residentes en Andalucía recurrían a Internet para encontrar respuestas.

Hace una semana del terremoto que sacudió Marrakech, que ha dejado por el camino alrededor de 3.000 muertos y pueblos y ciudades devastadas por la ruptura de una falla de la cordillera Atlas, que ya se ha convertido en el temblor de mayor intensidad en la historia de Marruecos. Y de forma natural, casi animal, surge un miedo inevitable desde España, país vecino. ¿Existe riesgo real a un terremoto como el de Marruecos?

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Las zonas susceptibles de sufrir terremotos y peligrosidad sísmica son el sur y el sureste de la Península Ibérica. Desde Málaga hasta Valencia, toda esa orla de provincias costeras”, explica Luis Cabañas, sismólogo del Instituto Nacional de Geografía (ING). De hecho, ante la particularidad de estos terrenos, hay una normativa sismorresistente desarrollada por el Gobierno de España y a cargo del Ministerio de Transportes, que recoge la aceleración sísmica básica de cada pueblo allí donde se detecta la mínima posibilidad de terremotos. De esta forma, se obliga a que las construcciones de viviendas pasen por ciertos criterios que hacen estos edificios más resistentes a posibles sismos. “La zona más próxima a las placas tectónicas es Alborán —la zona de Granada— y el Levante hasta Murcia. Esa es la zona en la que con más probabilidad podría ocurrir un terremoto moderado-grande”. Prueba de ello es el terremoto de Lorca, en la Región de Murcia, de 2011.

La Península Ibérica tiene la particularidad geográfica de estar ubicada en el extremo sur de la placa euroasiática, que colinda con la denominada placa africana. La zona sur de España, Italia, Turquía y la zona norte de África son las que más riesgo tienen dentro de este entorno geográfico, aunque conforme se avanza hacia el este, más aumenta el riesgo. El mapa general de riesgo sismológico del Instituto Nacional Geográfico revela precisamente cómo esa zona es la más delicada.

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Mapa general de la sismicidad de la Península Ibérica (Instituto Nacional Geográfico)
Mapa general de la sismicidad de la Península Ibérica (Instituto Nacional Geográfico)

La probabilidad de un terremoto fuerte en España

Las opciones de un terremoto como el de Marruecos, o de un temblor de grandes dimensiones, ocurran dentro de nuestras fronteras es “improbable”, tal y como confirman los expertos. La actividad sísmica de la Península Ibérica es escasa y eso limita mucho las probabilidades de tragedias como las registradas en otros puntos del planeta como Turquía o Chile. Sin embargo, la ciencia no es capaz de predecir terremotos, solo se puede estimar la conflictividad de una región a raíz de su historial y sus movimientos tectónicos.

Para esto, hay que atender a la tasa de recurrencia de un terremoto máximo, es decir, la frecuencia con la que se puede dar el mayor pico posible en la región que se estudia. En España, el máximo según esta tasa sería de entre 6,5 y 6,7 en la escala Ritcher, aunque “la tasa promedio de movimiento es baja”, apunta el sismólogo Cabañas, ya que “nuestros terremotos máximos tienen periodos de recurrencia por encima de unos 2.000 años” en el caso de que ocurran. La tasa de movimiento sísmico en España es de un milímetro por año, apuntan desde el Instituto Nacional Geográfico, así que el riesgo es pequeño.

En comparación, solo hay que mirar hacia otros lugares del mundo acostumbrados a terremotos. “En Turquía hay zonas con tasas de movimiento de 25 milímetros año y eso hace que la frecuencia de terremotos grandes se reduzca hasta los 50 u 80 años”, explica el sismólogo a Infobae España. En Chile se estima que hay movimiento sísmico fuerte cada 15 años. Este pasado lunes, sin ir más lejos, hubo uno de una intensidad de 5,4 en Calderas, al norte del país.

Leyes contra terremotos

En el caso español, la normativa sismorresistente recoge elementos a tener en cuenta y de obligado cumplimiento si se edifica en una zona considerada sensible a terremotos. Actualizada en 2007, la norma recoge que “en las zonas donde es obligatoria la aplicación de la Norma, se impide que se realicen nuevas construcciones destinadas a vivienda o a uso público cuya estructura sea de mampostería en seco, adobe o tapial” debido a que en varias ocasiones ha quedado probada “su alta vulnerabilidad ante terremotos de magnitud media y alta”. Precisamente, las casas de adobe han sido las más damnificadas del terremoto de Marrakech y una causa probable para explicar gran parte de los fallecidos.

Según los análisis publicados en el Boletín Oficial del Estado, el lugar con una mayor aceleración sísmica básica es Granada. Varios lugares de la provincia, como Escúzar (0,25) y Agrón, Alhendín, Arenas del Rey, Armillas, Cacín, Cúllar Vega, Chimeneas, Churriana de la Vega, Dílar, todos con una aceleración de 0,24.

En estas regiones, y muchas otras más con una estadística aún más baja, “se dan unas reglas de diseño y prescripciones constructivas más completas, detalladas, rigurosas y claras, sobre todo en las construcciones de muros de fábrica y en las de hormigón armado, para dotar a las mismas de propiedades sismorresistentes acordes con los niveles de intensidad de las sacudidas sísmicas que pueden afectar a cada zona”.

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