El hombre que acabó con Villar y va a por Rubiales: “En la celebración del Mundial, yo decía ‘está puesto’”

Miguel Galán (Getafe, Madrid, 1978) es el presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol de España (CENAFE). Él mismo afirma que lleva 15-16 años “luchando contra la corrupción” en la Federación Española de Fútbol (RFEF). La “discriminación a los alumnos entrenadores y entrenadoras” españoles, a la hora de obtener “la licencia UEFA Pro, para poder entrenar en el extranjero”, ha sido siempre el motor de una batalla en la que, tras muchas querellas de por medio entre ambas partes, considera que va “ganando la partida”.

“Hemos luchado contra una dictadura”, asevera Galán a Infobae España. Primero, logró la destitución de Ángel María Villar, iniciando todo el proceso para apartarle tras 29 años en el poder. Ya en la actualidad, fue la primera persona que se atrevió a denunciar a Luis Rubiales por el beso no consentido a Jennifer Hermoso en la celebración del Mundial femenino, el mismo día en el que se produjo. Todo, como ya saben, terminó con su dimisión. Fue el hasta hace escasos días mandamás del balompié español quien, seguramente acordándose de una famosa película, le bautizó con el sobrenombre por el que más le han conocido en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

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Pregunta: Rubiales se ha llegado a referir a usted como ‘Querellator’.

Respuesta: Sí, es el mote que me puso. Eso se refiere a las querellas que le he interpuesto tanto a él como a Villar. También ellos me han interpuesto querellas, todas archivadas. Entonces, cuando uno ve una injusticia, como es que cientos de entrenadores en el extranjero ven truncados sus contratos, te llaman llorando por teléfono porque no pueden entrenar porque la Federación Española de Fútbol no les da la licencia UEFA Pro y cuando, además, la Federación Española de Fútbol no da ninguna justificación… Lo único que dice es que no se han formado con ellos… ¡Pero si se han formado con el Ministerio de Educación!

Entonces, cuando tú estás en ese escenario, tienes varias maneras de actuar. Tomarte la justicia por tu mano. Y eso no lo voy a hacer, aunque debo de confesar que muchas veces he llegado a tal nivel de estrés que algún día podría haber hecho una locura contra ellos dos. Pero no es mi estilo la violencia. Aunque yo he recibido amenazas de muerte por gente allegada a ellos y todo tipo de cosas. La otra opción es confiar en la justicia. Denunciar, demandar judicialmente, que es donde se tienen que dirimir todos estos asuntos. Muy a mi pesar. Hay que decir que previamente a esos escenarios de querellas y de frustraciones se ha pedido diálogo y se han pedido reuniones, y se me han denegado.

¿Por qué? Porque ellos han estado por encima del bien y del mal. Tanto Villar como Rubiales. Se han creído los amos del mundo y, al final, han caído. Villar, por una denuncia mía. Y Rubiales, por el feminismo. ¿Me llaman ‘Querellator’? Bueno, no me importa. No me sienta mal ni me sienta bien. Fíjese si no me importa que en estos 15 años llevo gastado, sin exagerarle, medio millón de euros en abogados y en campañas electorales y he puesto todas las querellas que he puesto. Si el próximo presidente que venga no soluciona la licencia UEFA Pro para los entrenadores, va a ser el siguiente. ¿Por qué? Porque ahora estoy en tercero de Derecho, que me estoy sacando la carrera (soy ingeniero eléctrico). Imagínese, en dos años soy abogado. Si antes gastándome dinero tenía todo eso, ahora, siendo gratis y haciéndolas yo, va a ser infernal para el que venga y no solucione la licencia UEFA.

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- ¿Recuerda el primer momento en el que fue consciente de que algo podía ir mal con Rubiales al frente de la Federación?

- Bueno, yo ya le conocía de su etapa de presidente de la AFE. Me puso un detective privado seis meses, mandado por Villar y con dinero de la AFE, y le denuncié. Y también le denuncié por el caso Arquitecta, que fue un caso en el que Rubiales supuestamente agredió físicamente a esta mujer y le puso una demanda en Valencia. Entonces ya le conocía de eso. Él era vicepresidente de Villar. Pero bueno, cuando entró Villar en la cárcel, hay que recordar que él, de manera desleal y de manera traicionera, le montó una moción de censura a Villar. ¿Qué pasa? Que esa moción de censura no se pudo llegar a celebrar, porque la denuncia que puse en el TAD me la admitieron y le destituyeron a Villar. Y entonces montaron unas elecciones.

Yo pensaba que cuando él llegara a la presidencia, viendo lo que le había pasado a Villar, tendría otra manera de actuar conmigo. Dije ‘bah, que se sentará a dialogar’. Tuvimos una reunión cuando tomó posesión, pero él no quiso asistir. Me mandó a su segundo, Andreu Camps, que dijo que iba a solucionar el tema y nos engañó. Hizo una especie de homologación a los entrenadores académicos, pagando 1.000 euros, no aprobando a nadie, y nos engañó. Y no se ha resuelto. Seguimos con el mismo problema.

Como persona, yo ya le conocía. Yo hablé con Yasmina, la arquitecta. También hablé con Tamara Ramos cuando le denunció por acoso laboral. Yo ya sabía de sus artes. También había tenido referencias de algún incidente con el anterior secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, en el programa de José Ramón de la Morena, en el que le persiguió hasta el ascensor. Entonces, ya conocía al personaje.

¿Cuándo me di cuenta de que esto era igual que Villar o peor (yo creo que ha sido peor)? Cuando me entero del contrato en Arabia Saudí y de las comisiones a Piqué. Ahí es cuando puse la denuncia en Fiscalía Anticorrupción, se aceptó a trámite y pusimos la querella en el Juzgado de Majadahonda número 4. Y está imputado por corrupción a los negocios y por administración desleal, tanto él como Piqué. Ahí es cuando me di cuenta de que esto ya no tenía vuelta atrás. Que no iba a arreglar lo de los entrenadores de la licencia UEFA y que iba a seguir llevándoselo a su cortijo, como Villar.

Es verdad que como gestor ha mejorado a Villar, duplicando los ingresos, pero es que el listón estaba tan bajo que no era muy difícil mejorar a Villar. Porque Villar era como vivir en la época prehistórica, a nivel de gestión y administración. También me di cuenta cuando, dos días antes de empezar un campeonato tan importante de la selección española como un Mundial, cesa a Lopetegui. Con ese tipo de cosas, de ataques, me di cuenta de lo que era Rubiales.

- ¿Por qué cree que ahora se ha presionado tanto en contra de Rubiales y no fue así con las otras polémicas?

- Porque Sumar y Yolanda Díaz han dado un paso al frente con el feminismo y el feminismo se ha cargado a Rubiales. ¿Y por qué ha llegado hasta aquí? Porque José Manuel Franco, presidente del Consejo Superior de Deportes, lo permitió. Y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, lo permitió. Por mucho que ahora Víctor Francos, el secretario de Estado para el Deporte, quiera llevar la bandera de que él ha echado a Rubiales. No, el Gobierno actual y el Consejo Superior de Deportes han hecho el ridículo. ¿Por qué? Porque ha tenido que ser la FIFA quien le suspendiera. Ellos, con los organismos democráticos, no han podido hacer nada.

Y no han podido hacer nada porque cuando yo mandé las denuncias y denuncié con el caso Piqué de las comisiones, mi denuncia se metió en un cajón. E, irregularmente, José Manuel Franco suspendió mi denuncia. ¿Por qué? Porque le interesaba tener a Rubiales con ellos entonces. Estamos hablando de hace un año y medio. ¿Por qué? Porque Rubiales le había chantajeado al presidente del Gobierno por WhatsApp, y son WhatsApp que están publicados, con boicotear el Mundial 2030 si no estaba con él.

Y luego, evidentemente, al Gobierno le interesaba tener en uno de los poderes del fútbol, que es la Federación Española de Fútbol, a un socialista, que es Rubiales. Porque ya en el otro lado estaba LaLiga, con Javier Tebas, que es allegado al Partido Popular y a Vox. Por tanto, querían tener a Rubiales. Si yo tuviera aquí delante a Víctor Francos, José Manuel Franco o al presidente del Gobierno, les digo ‘a mí no me mintáis’. Es que mi denuncia estaba ahí. Es que yo tengo la resolución por la que suspendéis mi procedimiento del caso Piqué de los 24 millones de euros y las orgías en Salobreña y el viaje a Nueva York y el disfrute de la vivienda irregularmente. Cuando no teníais que haberlo suspendido. Porque eso era un procedimiento que de haberse suspendido, porque hay una causa penal, tenía que haber sido el TAD, no ellos.

Lo hicieron mal jurídicamente. Miraron para otro lado y no le interesó a este Gobierno. Yo soy apolítico. Como no soy del Madrid, no soy del Barcelona. No tengo equipo. Pero igual que el anterior Gobierno del PP, con Ángel María Villar, miró para otro lado, el PSOE también con Rubiales (también con Villar, ¿eh? Hay que recordar que Lissavetzky y Cortés Elvira fueron protectores de Villar). Es verdad que el PP me utilizó y gracias a mí pudimos destituir a Villar. El Gobierno se lo quería cargar, pero necesitaba una denuncia. Y ahí estaba yo para ponerla y para ayudarles cuando me lo pidieron.

- Fue el primer denunciante de Rubiales por el beso a Jenni Hermoso, justo al ver el momento en directo por televisión. ¿Qué le llevó a tenerlo tan claro al instante?

- Es verdad que yo me he convertido en un fiscalizador de Villar y de Rubiales. Entonces, cada día que me levanto estoy obsesionado con Rubiales y con Villar. Obsesionado desde el punto de vista jurídico, por el tema de la licencia UEFA Pro. Es que es lo único que me mueve a mí aquí: solucionar el problema de los entrenadores y entrenadoras de este país, de la licencia UEFA. Entonces, a cada paso que da la Federación Española, Villar, Rubiales, quien sea... Yo estaba en mi sofá y estaba viendo las actuaciones que tenía. Y yo estaba diciendo ‘Rubiales... Algo pasa’. Estaba sobreexcitado. No sé si se debía a otras circunstancias o a consumo de otro tipo de cosas. Yo estaba diciendo ‘este tío está puesto’. Porque es que tocarse los testículos delante de la reina, abrazarla, coger a una en un saco...

Pero cuando vi lo del beso, mire lo que pongo yo en un grupo de WhatsApp: “Agresión sexual, Rubiales dimisión”. Esto son las 15:44 del 20 de agosto. Lo tuve claro. Pero es que a las 23:21 del mismo día presento la denuncia en el Consejo Superior de Deportes. ¿Que mi enemistad con Rubiales es pública y notoria, tanto por mi parte como por la suya? Porque él quiere esa enemistad, porque se podía haber solucionado este problema con la licencia UEFA Pro a los entrenadores. Sí. Pero eso no invalida mi denuncia y que pienso que es una agresión sexual.

Lo tuve claro. Y denuncié no solo en el CSD, sino en Fiscalía. Es decir, la Fiscalía ha abierto diligencias por una denuncia mía. El mismo día también, el 20. Porque mandé a los dos: al CSD y a Fiscalía. Lo vi claro. Otras personas lo vieron claro al día siguiente, cuando el presidente del Gobierno salió a dar una rueda de prensa. Y otras personas lo vieron... Se han ido sumando. Y otros no lo han visto claro nunca, porque son machistas. Pero yo tuve claro que eso no era normal. Yo vi televisiones que por la noche hicieron mofa del beso. Comparándolo con el beso de Iker Casillas, hablando de un ‘piquito’...

- Cuando usted presenta esa denuncia, ¿creía que se iba a armar tal escándalo?

- (Resopla) No. Sinceramente, no pensaba que esto iba a generar un movimiento feminista. Que además estoy a favor, porque yo soy feminista de pro. Y lo he demostrado con la formación de entrenadoras de fútbol en este país desde hace muchos años. Y ahí están ellas para que lo puedan decir. Y cuando fui candidato a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, con todas las propuestas electorales. Yo ayudé a Vero Boquete y a todas las jugadoras que tuvieron que echar a Nacho Quereda, al anterior seleccionador, que ese sí que era un machista retrógrado. Y ese sí que tuvo todo tipo de actitudes machistas.

No me esperaba que se iba a armar la que se armó. Pero bienvenido sea, para que se dé cuenta la gente, sobre todo que se dé cuenta el fútbol masculino, de que seguimos siendo machistas. Sólo hay que ver las declaraciones de Carvajal o las de Álvaro Morata. Siguen insistiendo. O las declaraciones de Enrique Cerezo. Pero lo más importante es que no somos sólo machistas con el fútbol femenino. Que eso tarde o temprano va a emerger, ya está emergiendo y es imparable. Aunque me parece, y aprovecho para decirlo, un ridículo el sueldo que se quiere pactar, para las jugadoras de Primera División, de 23.000 euros al año. Cobrando 180.000 euros los futbolistas. Es decir, la brecha salarial es tan grande... Y amparándose en que no generan ingresos... No me parece lo correcto.

¿Por qué? Porque los clubes de fútbol de la Primera División femenina, salvo cuatro o cinco, son equipos de Primera División masculina. Y sus clubes tienen que gobernar para todas las secciones. Si de los 1.000 millones de euros que tiene el Madrid de presupuesto, hay que coger cinco para los sueldos de las jugadoras, se cogen. Pero tanto el Madrid como el Atlético de Madrid, el Rayo Vallecano, el Barcelona, el Valencia, etc. Entonces, bienvenido sea este movimiento feminista.

Y hay que hacer hincapié en que donde más machismo hay es en las instituciones. En el papel de la mujer como directiva. Están relegadas a puestos sin relevancia, estando más preparadas que los hombres. En la Federación Española de Fútbol, de 50 directivos, sólo había una mujer, que era Elvira Andrés. De 140 asambleístas, sólo hay seis mujeres. De 400 y pico empleados, sólo hay 27 mujeres. Y ya no te digo los clubes deportivos de fútbol. Hay que aplicar ya la paridad que indica la nueva Ley del Deporte. Sobre todo, en la Federación Española de Fútbol y en las territoriales. Y que las mujeres tengan puestos de relevancia en la Federación Española de Fútbol. El próximo candidato a presidente de la RFEF debe llevar en su lista el 50% de mujeres. Si no, no hay que votarle.

- ¿Entiende el silencio de buena parte de los futbolistas?

- Lo entiendo porque son machistas, la gran mayoría. No entiendo cómo en el siglo que estamos no salen a defender. Es decir, aquí cogemos y resulta que a un señor del Real Madrid, un excelente futbolista que se llama Vinicius, le hacen insultos racistas en la grada y se crea un movimiento social a nivel global de condena del racismo del fútbol masculino brutal. Todos los jugadores del fútbol masculino portando pancartas antes de jugar. “Estamos contigo Vinicius, no al racismo”. LaLiga, cuando televisan los partidos, “No al racismo”. Todos con Vinicius, todo el fútbol masculino con Vinicius.

Ahora, cuando se trata de defender una agresión sexual que se ha producido contra una jugadora del fútbol femenino, el fútbol masculino no sale diciendo, con pancartas, “No al machismo”. LaLiga, en sus retransmisiones, no pone arriba en la pantalla “No al machismo”. No son capaces. ¿El caso Vinicius sí y el caso Jennifer Hermoso no? Ahí se ve. Hay que condenar lo de Vinicius, “No al racismo”, pero hay que condenar lo de Jennifer Hermoso, “No al machismo”.

Por tanto, el fútbol masculino se tiene que hacer mirar y muchos tienen que aprender lo que es el feminismo. Que yo también estoy aprendiendo lo que es el feminismo, porque hay muchas cosas que no sabía. Y a lo mejor he podido incurrir en eso, pero quiero aprender lo que es el feminismo. No me escondo diciendo ‘la presunción de inocencia, Rubiales...’. No, perdona. La presunción de inocencia de Rubiales está muy bien, pero se desvirtúa en el momento en que se ve en la televisión. Y se va a desvirtuar en el juzgado.

‘No, es que no hay que juzgarle antes de tiempo’. Bueno, pero se podrá opinar jurídicamente. Y los que tenemos un poco de nociones jurídicas podremos opinar sin juzgar a nadie, pero diciendo que nos parece un presunto delito de agresión sexual. Y si no es un delito, lo que sí es es machismo, y hay que condenarlo.

- ¿Lo ocurrido servirá para cambiar realmente algo en las estructuras de la Federación y en el fútbol femenino español?

- Del todo no. Se va a cambiar, evidentemente. Porque es que si no se cambia con lo que ha pasado... Pero va a ser muy, muy levemente. Ciento y pico años de machismo de la Federación Española de Fútbol y de cerramiento del fútbol masculino no lo vamos a conseguir en un año. Es cuestión de poner los cimientos para que dentro de varios años tengamos una presidenta de la Federación Española de Fútbol, una mujer entrenadora en el Real Madrid o en el Barcelona o en el Atlético de Madrid, una Junta Directiva compuesta por 50% hombres y 50% mujeres, una seleccionadora en el fútbol masculino...

Todo eso vendrá, pero está todavía muy a largo plazo. Hay que poner los cimientos para que eso llegue. Y hay que ponerlos desde el Gobierno. Si está el Partido Popular o si está el Partido Socialista. Hay que cambiar la Ley del Deporte. Hay que cambiar la manera de elegir a los asambleístas. No se puede hacer como se hace ahora, que es antidemocrático. Que se elija a asambleístas que son todos del color político de Rubiales o de Villar. No. Hay que conseguir decir, en España, un federado, un voto, y se vota al presidente directamente y a un listado. Y luego, si sale ese presidente, pues tendrá tantos diputados. Y el otro partido que se haya presentado tendrá tantos diputados. No como ahora, que se vota primero a los diputados y los diputados eligen al presidente.

Hay que hacer votación directa al presidente. Gente mayor de 16 años que tenga ficha federativa en cualquier parte de España. ¿Son ocho millones de personas? Pues ocho millones de personas. Para eso están las federaciones territoriales, para crearlas como circunscripciones para que se haga un voto, un federado. Esto tiene que cambiarlo el Gobierno. A ver si Víctor Francos se pone las pilas: ya que no se las ha puesto para inhabilitar a Rubiales, que se las ponga ahora.

Y aprovecho su medio para decir que Víctor Francos y el CSD son los responsables de obligar a la Federación Española de Fútbol a que no discrimine a los entrenadores y entrenadoras con la denegación de la licencia UEFA Pro. Tiene que obligarles a que se solucione este conflicto, porque si no vamos a seguir igual. ¿Qué se creen? ¿Que voy a desaparecer? Yo sólo puedo desaparecer si me pegan un tiro en la cabeza. Porque voy a seguir hasta que se solucione lo de los entrenadores y entrenadoras de fútbol. Y voy a seguir con todas las armas democráticas que tenga, desde el punto de vista judicial.