Los salarios consolidan una tendencia de ganancia de poder adquisitivo tras las notables pérdidas de 2022, según los datos publicados este viernes por el INE en la Encuesta Trimestral de Coste Laboral. El coste salarial por trabajador y mes crece un 5% en el segundo trimestre en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta los 2.262,63 euros, una de las cifras más altas de la serie histórica, solo ligeramente por detrás del dato del cuarto trimestre de 2022, 2.268 euros.
Este avance del 5% es superior al crecimiento interanual de la inflación en el segundo trimestre del año 2023, que ha sido del 3,1% si se calcula la variación entre los índices generales del IPC. Y lo mismo sucedió en los tres primeros meses del año, cuando el coste salarial creció un 6% y la inflación un 5,1%. Durante todo 2022 la situación fue la contraria, por ejemplo, en el tercer trimestre del año pasado los precios subieron un 10,1% y los salarios solo un 4,1%.
A este coste salarial, que comprende salario base, complementos, pagos por horas extras y pagos atrasados, hay que añadirle los costes de cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social y el resultado es un aumento del coste laboral del 5,8%. De esta manera, el coste total por trabajador y mes para los empleadores supera por primera vez los 3.000 euros (asciende a 3.037,52), como consecuencia de añadir 717,58 euros de cotizaciones sociales. De hecho, los costes no salariales crecen más que los propios salarios, ya que registran un avance del 8% interanual. Según desagrega el INE, las cotizaciones sociales avanzan un 7,8%, pero también destaca el aumento de las indemnizaciones por despido.
Por sectores, el crecimiento del coste salarial es mayor en actividades administrativas y servicios auxiliares (7,8%), hostelería (7,7) y transporte y almacenamiento (7,2%). No obstante, los trabajadores de la restauración siguen teniendo los salarios más bajos con diferencia: 1.339,04 euros por trabajador al mes. Esta cifra es un 40,8% inferior a la media de costes salariales y contrasta con los sectores con los salarios más altos: suministro de energía eléctrica (5.536,63 euros) y actividades financieras y de seguros (4.346,26 euros).
En cuanto al tiempo de trabajo, la jornada semanal media pactada en el segundo trimestre ha sido de 34,8 horas, la misma que en el segundo trimestre de 2022 (34,7). De estas se pierden, de media, 4,9 horas a la semana, la mayoría de ellas (2,5) por vacaciones y fiestas disfrutadas, 1,9 horas por bajas por incapacidad laboral y 0,3 por maternidad o paternidad. El resto de horas no trabajadas (0,3) se debe a otras causas como otros permisos remunerados, conflictividad laboral, y existencia de trabajadores en ERTE. Si se añaden las horas extras y se restan las perdidas, la jornada se reduce a 30,1 horas efectivas de trabajo.
Según el tipo de jornada, la diferencia salarial entre los trabajadores a tiempo completo y parcial es de 5,84 euros por hora (18,12 euros/hora, frente a 12,28) y los trabajadores a tiempo completo prácticamente duplican las horas de trabajo efectivo realizadas por los trabajadores a tiempo parcial: 33,4 horas semanales, frente a 18,8.
Las vacantes crecen un 2%
El número de vacantes se sitúa en 148.091 en el segundo trimestre de 2023 según la encuesta que el INE efectúa a 28.500 empresas. Esta cifra es ligeramente inferior a la del primer trimestre por motivos estacionales, pero un 2,1% mayor que la del mismo periodo de 2022 y un 37,7% más que en el segundo trimestre de 2019, antes de la pandemia. La mayor parte de las vacantes que se registró entre abril y junio, el 29,3%, pertenecen al sector de administración pública.
No obstante, el INE incide en una nota de prensa que “la mayoría de las unidades preguntadas (93,5%) contestan que no tienen vacantes que cubrir este trimestre porque no necesitan trabajadores adicionales”. En la misma línea van los datos de Eurostat actualizados el pasado 14 de septiembre. El organismo comunitario registra una tasa de vacantes del 3% de media en la eurozona en el segundo trimestre y sitúa a España como uno de los países con una ratio menor (0,9%), en el mismo nivel que Polonia, Bulgaria y Rumanía y muy alejada de otros estados como Países Bajos (con una ratio del 4,7%) y Bélgica (4,6%).