La Comunidad Valencia acoge multitud de tesoros naturales que sorprenden a todo aquel que los visita. Desde las hermosas cascadas del interior, pasando por su bella costa y pueblos medievales, la región es de los mejores destinos para disfrutar de unos maravillosos días. Además, cuenta con muchos puntos recónditos y desconocidos que están esperando ser descubiertos.
Uno de ellos se ubica en la provincia de Castellón, más concretamente en Castellón de la Plana. Se trata de las islas Columbretes, un archipiélago de cuatro islas volcánicas situadas al este del cabo de Oropesa. Las islas que lo forman son: la Illa Grossa, La Ferrera, La Foradada y El Carallot, aunque también existen en el archipiélago numerosos bajos y escollos. Todas ellas conforman una de las joyas naturales más impresionantes de la Comunidad Valenciana.
Tanto es así, que fueron declaradas Parque Natural y Reserva Marina gracias a su enorme valor ecológico y medioambiental. Este reside en su carácter volcánico, algo muy poco habitual en esta zona y que constituye el mayor ejemplo de la comunidad. A esto se le añade una rica y valiosa biodiversidad, pues se pueden encontrar numerosos endemismos consecuencia de su lejanía con la costa y la continua exposición a la dureza del ambiente marino.
Un paisaje volcánico único
Las Columbretes se presentan ante el viajero como todo un monumento natural en mitad del mediterráneo. De las cuatro grandes islas destacan la isla Grossa, pues está formada por diversos cráteres encadenados, y el Carallot, que, con sus 32 metros de altura sobre el mar, es el testimonio geológico de los restos de la chimenea central de un volcán. A su vez, en ellas habitan multitud de animales, donde predominan las colonias de aves.
Así, especies como la gaviota de Audouin, la pardela cenicienta o el halcón de Eleonor encuentra en este paraje el único punto de nidificación de la Comunidad Valenciana. Aunque, quizás, las parte más sorprendente se localiza en su fondo marino, pues plagado de escollos y de otras formaciones geológicas, es el hogar de muchas especies sobreexplotadas por la pesca. Además de una excepcional riqueza de especies y variedad de comunidades bentónicas, aparecen singularidades como el coral rojo y el alga Laminaria redriguezi.
Por su parte, la flora también cobra importancia debido a los diferentes endemismos que se pueden encontrar. De estos destacan especies como el mastuerzo marítimo de Columbretes y la alfalfa arbórea. A su vez, la sosa fina es la planta más predominante en la isla, así como también se pueden apreciar la zanahoria marina o el cambrón, entre otras especies.
Cómo visitar el archipiélago
Si estás pensando en visitar las islas Columbretes, hay que destacar que solo se puede disfrutar de la isla Grossa debido a la fragilidad del conjunto. A ella se puede acceder a través de dos escaleras, la de puerto Tofiño, situada en la parte central de la bahía, y la de Rosi, ubicada en la parte de poniente protegida de los temporales de Levante y Gregal. La visita siempre es guiada y tiene una duración aproximada de entre una y dos horas.
El recorrido lleva al visitante desde el puerto de la isla hasta el faro, pasando por el Centro de Visitantes, donde hay una exposición sobre la historia humana y la pesca en el entorno. Durante el trayecto se deben hacer varias paradas para admirar la belleza del entorno. Una de ellas es el mirador de las Escalas, el cual ofrece una imagen completa de todo el archipiélago, y el aljibe excavado en la roca hacia 1856.
Por otro lado, es necesario saber que existe un límite de visitas y que no se puede reservar con antelación. “La única manera de visitar la Illa Grossa es mediante autorización de la Reserva Natural, bien con embarcación particular o a través de una empresa de visitas guiadas, siempre limitándose la visita diaria a la isla a un máximo diario de 80 personas”, tal y como señala el blog Valencia Bonita.