King Kong cumple 90 años: el rey de los monstruos que ha salvado varias veces el cine

El mítico gran gorila siempre ha aparecido en épocas de fuertes tensiones sociales y económicas dispuesto a demostrar la magia y el poder del séptimo arte

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King Kong en la película de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack (1933)
King Kong en la película de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack (1933)

Es uno de los reyes del cine, uno de los grandes iconos de la cultura popular y ha cumplido 90 años. El 7 de marzo de 1933 se estrenó en Nueva York King Kong, convirtiéndose en todo un hito dentro de una industria todavía poco desarrollada. Sus padres fueron Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack, dos auténticos visionarios amantes de la literatura de aventuras que junto al pionero de la stop motion Willis O’Brian consiguieron hacer realidad una epopeya fantástica en la que un gran gorila adquiría rasgos de humanidad.

En España se estrenaría unos meses después, a principios de octubre del mismo año, en el cine Avenida de Madrid, por lo que en nuestro país, King Kong estaría a punto de convertirse en nonagenario.

Desde el momento de su nacimiento, su influjo no ha parado de extenderse a través de todas las generaciones. De hecho, hace tan solo dos años que se estrenó la última película en la que aparecía, Godzilla Vs. King Kong, que vino a confirmar una de las teorías que siempre han pululado alrededor de la aparición de la gran bestia en la pantalla: que su aparición siempre coincide con un momento de recesión económica, grandes tensiones sociales o clima político enrarecido.

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Un gorila dispuesto a salvar el cine

En ese caso, la película de Adam Wingard se lanzó justo después de la pandemia y el confinamiento, cuando la fiebre del streaming parecía haberse apoderado de nosotros y todo el mundo hablaba de un cambio definitivo de paradigma.

Godzilla contra King Kong
Godzilla contra King Kong

Sin embargo, su llegada a las pantallas logró revitalizar las salas, convirtiéndose en el mejor estreno desde la llegada del Covid-19. Si nos remontamos a la obra primigenia que se encargó de instaurar toda la mitología, se gestó tras el Crack de la Bolsa del 29 que dio lugar a la Gran Depresión y el remake de John Guillermin de los años setenta, surgió tras la crisis del petróleo. ¿Casualidad o Epifanía? La versión de Peter Jackson de 2005 pareció augurar la Gran Recesión tras la caída de Lehmman Brothers. Al parecer, el año que viene volvería a las pantallas en una nueva película de Adam Wingard, Godzilla x Kong: The New Empire, así que no sabemos qué puede pasar.

Lo cierto es que cuando parece haber una hecatombe mundial, resurge King Kong como si quisiera demostrar que no hay nada que pueda con el cine y que él solo es capaz de proporcionar espectáculo y aventuras en estado puro para escapar de las miserias de la situación que nos rodea.

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Cada una de las películas alrededor de King Kong se ha encargado además de aportar nuevas lecturas a lo largo de las épocas, actualizándose en cada momento. La bella y la bestia, la ambición y la mezquindad del ser humano por alcanzar el éxito. El espíritu de aventura. El cine dentro del cine y el proceso de búsqueda creativa. La megalomanía. El reino animal frente a la civilización. La fantasía y el sentido de la maravilla en contraposición a la realidad y la oscuridad de los tiempos.

Un icono de la cultura popular que trasciende la pantalla

Todas esas capas estaban presentes en la primera película y se han ido manteniendo en las demás películas, ampliándose las reflexiones al respecto incluso a través de ensayos y reflexiones intelectuales que nos llevan de lo estético a la lucha feminista, de Susan Sontang a Virginie Despentes con su Teoría King Kong. Y es que la fuerza simbólica que tiene esta criatura todavía puede ofrecer muchas más interpretaciones.

“Teoría King Kong” de Virginie Despentes
“Teoría King Kong” de Virginie Despentes

Al fin y al cabo estamos ante un primate gigante que es dueño y señor de su hábitat natural, adorado por los indígenas como un dios dentro de la Isla Calavera, que tiene una fuerza destructiva y una rotundidad física monumental. Kong es el símbolo del poder, también de la masculinidad, de la supremacía del vigor y la corpulencia. Un auténtico prototipo de macho alfa dispuesto a luchar con uñas y dientes para proteger la integridad de la mujer que cree tener en propiedad, que ha tomado por la fuerza a pesar de su resistencia. Pero la otra visión masculina que se da no deja de ser lamentable.

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El protagonista, Carl Denham se mueve por la ambición y el egoísmo y no le importa poner en peligro a la chica para conseguir sus propósitos. Un arquetipo varonil sin escrúpulos. El macho depredador y el macho civilizado y corrupto, como si uno fuera la evolución del otro. Sin embargo, hay una diferencia. La violencia del monstruo surge de su instinto de supervivencia y la del hombre de su degradación moral.

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