La subida del euríbor hasta cerrar agosto en el 4,07% ha provocado una fuga de hipotecados a tipo de interés variable hacia hipotecas a tipo fijo con el objetivo de abaratar sus cuotas. Este trasvase ha hecho que entre junio de 2022 y el mismo mes de este año 15.240 hipotecados optaran por este cambio, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Una huida que Pedro Ruiz, experto en finanzas personales de Kelisto, atribuye no solo al incremento del euríbor, “que ha encarecido de forma muy notable las hipotecas variables y ha impulsado la contratación de fijas para ganar en tranquilidad, puesto que la cuota no varía, o para abaratarla”. También lo achaca a una “cierta histeria” de los hipotecados al ver cómo el euríbor subía mucho y muy rápido.
Este cambio sale muy a cuenta a los propietarios de vivienda que contraten una hipoteca fija a un interés que ronde el 3%, indican los analistas, ya que, a pesar de que se han encarecido entre un 54% y un 62% en el último año, todavía se pueden encontrar ofertas al 2,90% a un plazo de 25 años, que es el plazo medio al que se piden los préstamos hipotecarios en España.
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El traspaso puede suponer un ahorro para el hipotecado de 172 euros al mes, calcula Miquel Riera, experto en hipotecas de HelpMycash, debido a que el interés de las hipotecas fijas más baratas del mercado es inferior al euríbor.
Pone el ejemplo de una persona que tiene una hipoteca variable de 150.000 euros a 25 años con un interés de euríbor más 1%: “Si se revisa su contrato con el euríbor de agosto, este cliente paga ahora unas cuotas de 883 euros al mes. En cambio, si se pasa a un tipo fijo del 3%, sus mensualidades bajarán a 711 euros, por lo que se ahorrará unos 172 euros mensuales”.
Todo depende del euríbor
No obstante, el cambio saldrá más o menos a cuenta dependiendo de cómo evolucione el euríbor, si sigue alto durante muchos años, tener un interés fijo saldrá muy rentable. Sin embargo, “si baja a corto plazo, probablemente se pagará menos con un tipo variable, aunque los que tengan una hipoteca fija siempre tendrán la opción de refinanciarla para rebajar su interés o para pasarse nuevamente al variable”, apunta Riera.
Eso sí, antes de dar el paso, Laura Martínez, portavoz de iAhorro, recomienda “hacer cuentas”. “El cambio, ya sea por subrogación o cancelación, interesa más en los primeros años de vida del préstamo, cuando la hipoteca tiene entre dos y diez años. Además, hay que saber qué condiciones se tiene y qué nos vamos a ahorrar con las nuevas condiciones. Solo después de analizarlo bien hay que tomar la decisión”.
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Otro factor que facilita el traspaso es que el coste de hacerlo se ha reducido en los bancos que se han acogido al plan de ayudas a los hipotecados. En esos casos, durante 2023 las entidades no podrán cobrar comisión por subrogación o novación y, a partir de 2024, este cargo quedará limitado al 0,05%.
La fuga hacia préstamos hipotecarios fijos continuará mientras el euríbor se mantenga en torno al 4% y los bancos ofrezcan tipos fijos alrededor del 3%. Sin embargo, “si se advierte un estancamiento o una bajada del euríbor, es probable que esta huida se frene”, vaticina Riera.