Alonso atropella a un lagarto en Singapur y a Verstappen se le aparecen sus fantasmas reptilianos del pasado: “Es el hijo de Godzilla”

Los motores ya rugen en el circuito de Marina Bay, Singapur bajo los colores de la bandera española. Sainz ha marcado el mejor tiempo en los segundos entrenamientos libres, mientras que Fernando Alonso ha sido cuarto a poco más de tres décimas de su compatriota. Los pilotos se reencontraron en Singapur con un trazado revirado, muy exigente para los frenos y con la presencia de un invitado especial: un lagarto. La presencia de estos reptiles en la pista provocó que se tuviera que sacar la bandera amarilla hasta en tres ocasiones.

El primer animal se coló a 25 minutos de que terminaran los entrenamientos y, como no podía ser de otra manera, el primer piloto en percatarse de ello fue Max Verstappen. “Otra vez me he encontrado a un lagarto, más pequeño en esta ocasión”, comentó por radio. “Es el hijo de Godzilla”, le respondieron entre risas desde el muro. No es la primera vez que Verstappen se topa con un lagarto en el trazado de Singapur.

Su primera toma de contacto con el mundo reptiliano fue hace siete años, cuando un lagarto de mayores dimensiones que el de este viernes cruzó el circuito para asombro del neerlandés. “Hay un dinosaurio en la pista, un lagarto gigante, y no es broma”, dijo, mientras otros equipos bromeaban con la posibilidad de que fuera el famoso Godzilla. De ahí nace el comentario jocoso realizado por su compañero asegurando que el de este año es el hijo del primero.

Posteriormente, fue Alonso el que se cruzó en el camino del reptil. O el lagarto en el del asturiano. Lo cierto es que Fernando no pudo variar el rumbo de su monoplaza y pasó por encima del lagarto que pasaba por la pista en ese mismo instante. El golpe, pese a que el lagarto posee grandes dimensiones, casi no se ha notado en la cámara on board del piloto. Es más, el propio Alonso parece no haberse percatado de ello en directo, ya que no ha ejecutado ningún un movimiento brusco.

El varano acuático es una especie de reptil escamoso de la misma familia que el dragón de Komodo. Puede llegar a medir tres metros de longitud y superar los 20 kilos de peso. Habita amplias zonas del Sureste Asiático y, por supuesto, también se encuentra en Singapur, donde abundan los humedales.

Lagartos aparte, el rendimiento de los dos pilotos españoles en los entrenamientos libres son esperanzadores. Especialmente para el de Ferrari que marcó el mejor tiempo en la segunda sesión. “Me siento uno con el coche desde el principio de la temporada, lo que no sucedió el año pasado. Red Bull está un paso por delante y nosotros luchamos, según cada circuito, con Mercedes, Aston Martin o McLaren. No sé decir dónde podemos estar exactamente este fin de semana, en relación a ellos”, insiste.

En principio, el SF23 no debería ser tan competitivo como hace dos semanas, pero no está seguro del todo. “Lo realista sería decir que no seremos tan consistentes como en Monza. Al mismo tiempo, siempre hace calor, los neumáticos se degradan de otra forma, se trata de una carrera muy exigente en cuanto al físico y es difícil saber exactamente cómo iremos”, afirma un Sainz con los pies en el suelo.

Fernando, por su parte, se ha quedado en el cuarto puesto. El asturiano tiene depositadas muchas esperanzas en el circuito de Singapur. Un trazado demandante de altas cargas aerodinámicas y poca velocidad punta, precisamente los dos puntos fuertes de Aston Martin. Su mejor crono lo marcó pese a la vuelta irregular que realizó. El AMR23 aún tiene margen de mejora y aspira a pelear por volver a subirse al podio.