El PSOE ha suspendido de militancia al que fuera secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Nicolás Redondo, por “reiterado menosprecio expresado en los medios de comunicación hacia las siglas” del partido, tal y como ha podido confirmar Infobae España. El exdirigente vasco ha sido una de las voces más críticas con el Gobierno de Pedro Sánchez, sobre todo en las últimas semanas, cuando se ha comenzado a especular con las negociaciones para sacar adelante una eventual investidura.
La Ejecutiva Federal tomó la decisión de expulsar al histórico socialista el pasado lunes. Fuentes del partido alegan que “no es difícil de justificar porque está negro sobre blanco en la prensa de todo el país”. En 2021, Redondo fue expedientado por participar en un acto con Isabel Díaz Ayuso, por aquel entonces presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a revalidar el cargo. El exlíder del socialismo vasco y su compañero de filas, Joaquín Leguina, habían pedido el voto para los populares.
Hace apenas ocho días, Nicolás Redondo se ponía frente a los micrófonos de Herrera en COPE para dejar clara su postura ante la hipotética negociación de la amnistía. “Si el PSOE acepta el chantaje de Puigdemont, dejará de ser mi partido”, aseguraba. Lo cierto es que Ferraz, que llevaba meses con la mosca detrás de la oreja, no le ha dado margen de maniobra y ha decidido expulsarlo ante sus continuos ataques.
El PSOE defiende que el hasta ahora militante “no hizo alegaciones para defenderse durante el proceso” y que los ocho millones de votantes socialistas “merecen un respeto”, así como los “140 años de historia que tiene la formación”. Nicolás Redondo contradice esta versión y asegura se enteró de su expulsión por los medios, además de negar que mantenga abierto algún expediente en el partido. El exlíder del PSE insiste en que la causa abierta por acompañar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en un acto de campaña quedó cerrada hace dos años.
“No le debo nada al PSOE”
“Yo no le debo nada al PSOE, así como el PSOE tampoco me debe nada a mí”, proclamaba el exdirigente en su visita a la cadena COPE, donde también ha hablado de “dignidad” y de “jugar como un lobo solitario”. Este lunes, la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, restó importancia a las voces críticas de la vieja escuela y trató de vender un partido abierto a la discrepancia.
Hace apenas unas horas, el socialista concedió una entrevista en Onda Cero. En el estudio, aplaudió la “gran manifestación” convocada por el Partido Popular contra la amnistía y garantizó que había “muchos motivos” para secundarla. En otra intervención, esta vez en Canal Sur Radio, volvió a la carga con el conflicto catalán y declaró que “el pacto con Puigdemont es inevitable, porque si no —a los socialistas— se les cae el chiringuito”.
La vieja guardia sale al ataque
Nicolás Redondo no está solo. Esta semana, otros históricos del partido se han sumado a las críticas y han rechazado cualquier posible pacto del PSOE con Junts per Catalunya. Entre ellos, destacan el expresidente del Gobierno, Felipe González, y su número dos en el Ejecutivo, Alfonso Guerra. Otros barones, como el senador y expresidente de Aragón Javier Lambán, o los emxministros Ramón Jáuregui y Jordi Sevilla, han mostrado su disconformidad con la negociación de la amnistía.