El nuevo ciclo inversor de las Fuerzas Armadas ha obtenido un nuevo espaldarazo por parte del Gobierno. El Ministerio de Hacienda ha dado luz verde al techo de gasto para distintos programas y adquisiciones del Ministerio de Defensa por un total de 6.800 millones de euros, suma que se desembolsará en diferentes anualidades hasta, en su mayoría, 2027. Ahora, con el dinero asegurado, la cartera de Margarita Robles podrá iniciar con algunos de los proyectos considerados de mayor relevancia para las FFAA, como lo son la compra de nuevos aviones de combate para el Ejército del Aire o un sistema lanzacohetes para el Ejército de Tierra.
El grueso de esta nueva partida de inversiones se lo lleva el denominada programa Halcón, que supone la compra de nuevos cazas Eurofighter para sustituir la antigua flota de aviones F-18 del Ejército del Aire, que serán dados de baja a partir de 2030. En total se adquirirán 25 unidades de este avión fabricado por un consorcio de empresas constituido por Airbus, Leonardo y BAE Systems en representación de Alemania, España, Italia y Reino Unido, los cuatro países involucrados en el desarrollo de la aeronave.
El proyecto, que asciende a 4.593,6 millones de euros a desglosar entre 2023 y 2035, incluye también la incorporación de motores, sistemas de apoyo a la misión asociados, un paquete logístico inicial y de mantenimientos y dos sistemas de simulación de alta fidelidad incluyendo su infraestructura. Estos 25 cazas se suman a otros 20 que el Ejército del Aire contrató, en junio de 2022 y por valor de 2.000 millones de euros, para reemplazar a los F-18 desplegados en Canarias.
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El Gobierno también ha aprobado destinar 714,5 millones de euros a la compra de un sistema lanzacohetes de alta movilidad (Silam) para proporcionar al Ejército de Tierra de la capacidad de brindar apoyos de fuego a distancias y precisiones superiores a las que permiten los cañones y obuses. El Silam deberá permitir el uso de una gran variedad de municiones que posibiliten la consecución de los efectos requeridos sobre distintos tipos de blancos.
Este tipo de lanzacohetes, relegados durante años a un segundo plano, han tomado especial relevancia gracias al éxito y eficacia demostrados en Ucrania por el sistema estadounidense Himars, una de las armas que más dolores de cabeza ha causado a Rusia desde el comienzo de la guerra. España carece de lanzacohetes desde hace más de una década tras el retiro del sistema Teruel. El objetivo del Ministerio de Defensa es que este sistema sea desarrollado localmente, por lo que las empresas Expal y Escribano presentaron, en la última edición de la feria de defensa Feindef, su propuesta para este proyecto, que tiene todas las papeletas para ser finalmente el escogido por el Ejército.
Misiles, buques y camiones
El Consejo de Ministros también ha habilitado el desembolso de 287,5 millones de euros para adquirir el misil contracarro Spike II. El Gobierno también pretende que esta arma sea fabricada en España a partir de un plan industrial y de transferencia de tecnología. Este misil es un diseño de la empresa israelí Rafael, que participará también de su desarrollo local junto a las firmas españolas Pap Tecnos -propiedad de Rafael-, Expal, Escribano, FMG y Tecnobit.
El plan de Defensa es dotar al Ejército de Tierra y a la Infantería de Marina con 1.600 unidades de la versión Spike LR2, la evolución del LR actualmente en servicio, 168 puestos de tiro y el necesario apoyo logístico. Esto misiles equiparán, por ejemplo, a las torretas Guardian 30 de los vehículos de combate sobre ruedas 8x8 Dragón, el nuevo tanque del Ejército en construcción a día de hoy.
De igual manera, se ha aprobado la modernización de los misiles Nasams por ser esenciales para la defensa antiaérea. Estos sistemas fueron adquiridos en 2003 y, según han detallado desde el Ministerio, en 2013 comenzaron a acusar problemas en determinados componentes. El gasto de 673,4 millones se ha justificado también en el hecho de que España es el único país entre los que emplean estos misiles que aún no ha emprendido su actualización.
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Asimismo, el Gobierno ha dado luz verde a la celebración del acuerdo marco para la compra de un POD designador láser para sistemas de combate aéreo por 207,4 millones de euros. Desde Defensa han explicado que en misiones aire-aire, el POD permite incrementar la efectividad de combate de estos sistemas de armas, mejorando la capacidad de detección, identificación y seguimiento pasivo de trazas, día o noche, tanto en misiones de policía aérea como en operaciones. Además, el empleo de munición de precisión guiada por láser e incluso GPS requiere que los objetivos estén iluminados por estos POD.
Entre otros contratos menores, el departamento que dirige Margarita Robles invertirá 41,5 millones de euros en la compra de dos buques multipropósito de segunda mano para el Ejército de Tierra y la Armada, que permitan cubrir las principales necesidades de transporte logístico por vía marítima de ambas fuerzas. Defensa también ha destinado 27,1 millones para adquirir un número sin especificar de camiones militares.