El PSOE no quiere hablar ni de Junts ni de amnistía: esperará a la investidura fallida de Feijóo para reunirse con los de Puigdemont

Moncloa cree que la nueva bajada de asistencia a la Diada deja a las fuerzas independentistas más debilitadas de cara a la negociación para una eventual investidura de Sánchez

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El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, junto al resto de miembros de la cúpula del partido en una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del partido. (PSOE)
El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, junto al resto de miembros de la cúpula del partido en una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del partido. (PSOE)

El PSOE insiste en mantener perfil bajo estas semanas. La estrategia de los socialistas pasa por allanar al máximo el camino de la eventual investidura de Pedro Sánchez, pero hacerlo con “discreción”, ya que es la “clave de éxito capaz de articular una mayoría progresista”, como reconoció este lunes la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero.

Los socialistas evitan a toda costa hablar de las conversaciones con Junts y ERC para que el foco político gire en torno a la investidura de Feijóo, prevista para el próximo 26 y 27 de septiembre. Y es que, recalcan que en 21 días (el tiempo transcurrido desde que Francina Armengol fijó el debate de la investidura), el líder popular “no ha conseguido reunir ningún apoyo nuevo”.

También, y especialmente a partir de esta semana, los dirigentes de Ferraz que se han enfrentado a las preguntas de los periodistas (María Jesús Montero este lunes, o la ministra portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, desde Moncloa) han esquivado todas las balas sobre la amnistía o referéndum de autodeterminación –ambas medidas exigidas por los independentistas–. El hermetismo en el cuartel general de los socialistas sobre este asunto se acentúa y amenaza con mantenerse para evitar grietas en su hoja de ruta.

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Y es que, esta estrategia ya se vio salpicada por la reunión de Yolanda Díaz con Carles Puigdemont en Bruselas, las condiciones de Junts anunciadas por el expresidente de la Generalitat para dar el a una investidura de Sánchez y por la propia celebración de la Diada catalana, en la que “se intensifican más los símbolos e iconos”, como reconoció Montero para tratar de restar importancia a las exigencias del independentismo.

Precisamente, en Moncloa creen que la nueva bajada de asistencia a la manifestación de este lunes deja a las fuerzas independentistas más debilitadas. Esto, por otra parte, ya se pudo comprobar en las elecciones del pasado 23 de julio, cuando ERC y Junts, tercera y cuarta fuerza, no llegaron ni al millón de votos (855.517 en total), una meta que sí logró rebasar el PSC, con 1.213.006 votos y 19 escaños. “La Diada es coherente con lo que muestran las urnas”, remachan estas fuentes.

No habrá foto con Junts hasta después de la investidura de Feijóo

Pero que el hecho de que el independentismo tenga más o menos fuerza no quita que los votos de ERC y Junts sean cruciales para que investidura de Sánchez llegue a buen puerto, una tarea en la que trabaja el PSOE desde hace varias semanas mediante “conversaciones informales”. Esta senda se mantendrá hasta que pase la investidura de Feijóo.

En este sentido, varias voces de la Ejecutiva Federal y de Moncloa coinciden en señalar que el PSOE no dará a conocer su “planteamiento político” hasta que el rey encargue la investidura a Sánchez, siempre y cuando Feijóo no reciba la confianza de una mayoría del Congreso, como está previsto. Es más, antes de esta cita, los socialistas no se sentarán a negociar formalmente con estas y otras fuerzas necesarias para la investidura de Sánchez.

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Asimismo, desde Moncloa inciden en que esas reuniones se llevarían a cabo en el marco de los grupos parlamentarios. Todos a excepción de Vox, como remacharon hace unas semanas desde Ferraz. Por tanto, se evitaría una foto del presidente del Gobierno en funciones con el líder de Junts, Carles Puigdemont, algo que sí asumió la vicepresidenta segunda hace una semana.

Esta hoja de ruta no desvía al PSOE de su objetivo de dar respuesta al conflicto político catalán, una patata caliente que Pedro Sánchez espera dar una solución en esta legislatura. “Es el momento de la política, de continuar desde el diálogo la senda para seguir avanzando”, aseveró este martes la ministra portavoz en funciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Fuentes de Moncloa añaden que la búsqueda de soluciones al encaje territorial de Cataluña puede seguir ahondando en la brecha del independentismo. Y en eso se centrarán en el cuartel general de los socialistas con la posibilidad de una repetición electoral en el horizonte, algo “nada es descartable” con la situación política que ha vivido el país en los últimos años.

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